Por primera vez en dos décadas, el número de hogares en arriendo supera al de propietarios en Colombia. El fenómeno, impulsado por precios fuera del alcance de la mayoría, crédito restringido y cambios demográficos, está redefiniendo el acceso a vivienda.
El Banco de la República advierte que, aunque la demanda de vivienda nueva crece impulsada por menores tasas y mayor confianza del consumidor, la oferta continúa en mínimos de 14 años por la baja inversión y la eliminación de subsidios.
Según la más reciente Encuesta de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) subió a 1,6% en septiembre. Sin embargo, la disposición a comprar vivienda sigue en caída.
La tasa contractual de una hipoteca a 30 años subió 12 puntos básicos, hasta el 6,46%, en la semana finalizada el 26 de septiembre, según datos publicados este miércoles.
Las ventas pendientes de viviendas existentes en EE.UU. aumentaron en agosto hasta el nivel más alto en cinco meses, ya que la caída de los tipos hipotecarios dio un impulso muy necesario al aletargado mercado inmobiliario.
El presidente de Amarilo, Roberto Moreno, asegura que el ciclo de la construcción tocó fondo y ahora inicia una recuperación apalancada en menores tasas de interés, subsidios regionales y proyectos de gran escala en las grandes ciudades.
La caída del dólar frente al peso abre una ventana para que más colombianos diversifiquen sus inversiones en Estados Unidos. Con precios de vivienda en retroceso y tecnología que simplifica trámites, el interés crece con fuerza.
Sin una caída sostenida de las tasas hipotecarias y unos precios de venta más favorables, las ventas de este segmento difícilmente superarán los 4 millones este año.
La administración de Trump ha perseguido acusaciones de fraude hipotecario contra demócratas de alto perfil, entre ellos el senador por California Adam Schiff y la fiscal general de Nueva York Letitia James.
El índice de las condiciones del mercado inmobiliario de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas y Wells Fargo bajó un punto, hasta 32, en agosto.
La falta de recursos para entregar subsidios de vivienda ocasionó la terminación del programa, pero desde el Gobierno se alista un nuevo esquema para facilitar la compra de vivienda.