Los principales bancos de Wall Street han elevado sus proyecciones para el S&P 500 para el fin de año. Las revisiones se apoyan en resultados corporativos sólidos.
El banco estadounidense advierte que los ciclos electorales y el cierre de la flexibilización monetaria aumentarán la presión sobre divisas como el peso chileno, el real brasileño y el peso colombiano.
Wells Fargo anticipa que el jefe de la Fed presentará cambios clave al marco monetario, con énfasis en la meta del 2% y menor tolerancia a la inflación.
Las monedas de la región se han disparado este año, como parte de un amplio repunte en los mercados emergentes, impulsado por la constante caída del dólar.
La divisa retrocedió en el mercado peruano tras un dato de inflación en EE.UU. en línea con las expectativas y proyecciones de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal a partir de septiembre.
El banco central de México haría un recorte más y luego pausaría, en un contexto de fortaleza cambiaria y menor riesgo político frente a otros países de la región.
El prestamista con sede en San Francisco registró US$11.700 millones en NII, ingresos por préstamos menos el costo de los depósitos, durante los tres meses hasta junio, quedándose justo por debajo de las estimaciones de los analistas de US$11.800 millones.
Pese al mayor riesgo geopolítico en Medio Oriente, Wells Fargo sostiene que el repunte del petróleo será transitorio y que no se esperan cambios en la política monetaria global.
El cambio electoral que se avecina en la región podría marcar el fin del ciclo de izquierda pospandemia y abrir una nueva etapa fiscal, según un informe del banco Wells Fargo.
Wells Fargo anticipa que la plataforma de OpenAI pasará a US$100.000 millones en ingresos publicitarios hacia 2030, lo que pondrá presión directa sobre Google en su negocio más rentable.
Austin Pickle, estratega de inversiones del banco, pronosticó un dólar más fuerte, al tiempo que advirtió sobre el riesgo de tensiones entre China y Estados Unidos.
Actualmente, el S&P 500 se encuentra en 5.672, tras subir más de un 10% en las nueve sesiones anteriores, la racha alcista más larga en más de dos décadas.
Los gastos no financieros superaron las previsiones con un descenso del 3,1%, hasta US$13.900 millones, mientras el CEO, Charlie Scharf, trabaja para recortar costes.