La caída del WTI y el aumento de inventarios refuerzan la presión bajista sobre el mercado, mientras UBS, Goldman Sachs y Citi discrepan sobre el rumbo del Brent ante una posible sobreoferta global.
El grupo petrolero acordó en principio elevar en septiembre su oferta diaria en 548.000 barriles, completando así la reversión de los recortes implementados en 2023.
El Brent ganó hasta un 0,6% -tras sumar un 2,5% el viernes- para cotizar cerca de los US$71 el barril, mientras que el West Texas Intermediate se acercaba a los US$69.
Los commodities enfrentan un giro estructural. Citi Research señala que el exceso de inventarios y la normalización del comercio global están desplazando el rally de materias primas clave.
El repunte del crudo genera efectos dispares en América Latina: fortalece a exportadores como Colombia y Brasil, pero complica la balanza comercial y las decisiones de los bancos centrales.
Los bonos del Tesoro de EE.UU. están a la baja desde que las tensiones entre Israel e Irán se agudizaron y es probable que la presión tenga un efecto duradero.
La caída del petróleo y el repunte de otras materias primas han generado efectos mixtos en la economía global. Esta divergencia puede impactar las finanzas públicas de algunas economías.