El debut del unicornio colombiano Rappi en Wall Street sigue siendo un objetivo a pesar de la volatilidad de los mercados financieros; sin embargo, podrían darse las condiciones para hacerlo hacia finales de 2026, dijo a Bloomberg Línea el CEO de la compañía, Simón Borrero.
“Hay que esperar a que el mercado esté en una buena condición y no tenemos afán. Llevamos cuatro trimestres seguidos siendo rentables, Ebitda positivo, la empresa está creciendo”, dijo el empresario durante una entrevista en Bogotá. “Por ahora, según lo que estamos viendo del mercado, no lo vemos”.
Borrero prevé que “de pronto, a finales del otro año o algo así, van a haber condiciones” para una Oferta Pública Inicial (OPI).
El cofundador de Rappi junto a Sebastián Mejía y Felipe Villamarín, dijo que están tanteando el “timing” (momento oportuno) del mercado.
En septiembre de 2024, el empresario dijo a la prensa que la compañía se preparaba para lanzar una OPI en un año. No obstante, con el regreso de varios fantasmas al ecosistema por la volatilidad en los mercados y un ambiente macroeconómico marcado por la guerra comercial, se vuelve a ensombrecer el panorama.
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Las condiciones del mercado todavía no son ideales, mejor dicho, ni yo ni nadie sabe cuándo va a estar una ventana ideal y si tuviéramos afán, tendríamos que estar corriendo.
Simón Borrero, CEO de Rappi
Borrero explicó que el alza de tasas en EE.UU. y el estancamiento de las salidas a bolsa de empresas de tecnología han frenado los planes, no solo de Rappi, sino de otras compañías que aguardan en la fila para debutar en Wall Street.
“Tienen que bajar las tasas de interés estadounidenses. Tienen que abrirse las OPI”.
De acuerdo con un informe reciente de la firma de datos financieros PitchBook, los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump han ensombrecido el resto de 2025 para las salidas de startups consideradas de alto perfil en Wall Street.
En el entorno actual, marcado por la volatilidad de los mercados y la incertidumbre sobre el impacto de los aranceles, PitchBook dice que “varias OPI de alto perfil se han pospuesto y es probable que continúe el entorno de mala liquidez”.
En el caso de Rappi, las señales para saber cuál es el momento más oportuno para salir a bolsa las dictaría el mismo mercado.
“Todo se reduce a observar cuántas ofertas públicas iniciales están saliendo al mercado, cómo les está yendo y si muchas de ellas —especialmente en el sector tecnológico— están teniendo buenos resultados. Si es así, eso indica que es un buen momento para salir al mercado".
Rappi piensa en nuevos mercados
Mientras se define el futuro de su debut en bolsa, Rappi mantiene sus planes de expansión, aunque sin mirar aún a Europa o EE.UU.
“Estamos considerando expandirnos a otros tres mercados”, seguramente en Latinoamérica, comentó Borrero, sin adelantar de qué países se trataría por “temas competitivos”.
Explicó que Rappi ha contratado talento técnico de alto nivel, incluyendo ejecutivos provenientes de compañías como DoorDash (DASH) y Amazon (AMZN).
“Tenemos nuestro head de data viniendo de Amazon, nuestro COO y head de growth de DoorDash. Probablemente, tenemos 50 personas viniendo de 15 países y de las empresas más grandes del mundo”.
Si bien dijo que muchos de ellos están en EE.UU., descartó que eso implique una entrada a ese mercado: “Para nosotros, Latinoamérica es la apuesta”.
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El hito de la rentabilidad de Rappi
Borrero destaca que Rappi hoy es rentable y ha logrado mantenerse en números positivos, lo que ha contribuido a cambiar la narrativa sobre la compañía.
“Hace unos años, la gente dudaba de nosotros, decía que este modelo era imposible hacerlo a funcionar, que nos íbamos a quebrar. El trabajo duro del equipo ha cerrado muchas bocas y ha mostrado que con convicción y determinación se pueden lograr cosas muy importantes”.
Confirmó que los cuatro trimestres consecutivos con resultados positivos ha reforzado la confianza de los inversionistas.
Después de haber pasado por obviamente muchos momentos difíciles a lo largo de estos 10 años, estamos en un momento fuerte y estamos con mucha ilusión de seguir impulsando las economías de muchas ciudades donde operamos.
Simón Borrero, CEO de Rappi
Rappi reinvierte el 100% de sus utilidades, sin reparto a socios: “No es una empresa que reparte utilidades. Todo lo que genera lo reinvierte en los mercados donde opera”.
Más allá de sus planes para financiarse en la bolsa, por ahora la compañía descarta la atracción de nuevo capital privado por parte de los socios, en la medida en la que cuenta con el flujo necesario para sus operaciones en la coyuntura actual.
“No necesitamos inversión. Estamos generando nuestro propio dinero. Rappi es una compañía comprometida con crecer por los siguientes 50 años”.
Rappi ha obtenido hasta el momento más de US$2.200 millones de firmas como Sequoia Capital, T. Rowe Price, Andreessen Horowitz y SoftBank Group Corp.
Sobre los servicios, se refirió al aporte de Turbo, que permite entregas en menos de 10 minutos, dado que está creciendo en la mayoría de los mercados por encima del 100% al año.
El unicornio colombiano está diversificando su oferta de productos con entregas ultrarrápidas, incluyendo algunos de mayor valor en áreas como la tecnología.
Venta de Rappicard a Banorte: un “win-win”
Luego de que a mediados de abril Rappi llegara a un acuerdo con Grupo Financiero Banorte (GFNORTEO) para venderle por US$50 millones la totalidad de la operación que maneja las tarjetas Rappicard en México, Borrero aclara que la empresa no se deshizo de ningún negocio y cree que fue un ganar-ganar.
“Rappi no se deshizo de ningún negocio. Lo que estructuró con Banorte fue un win-win. Seguimos siendo socios, pero de forma comercial. Rappi sigue recibiendo comisiones y por ende sigue superincentivado a hacer que Rappicard y Banorte crezcan muchísimo dentro de la plataforma”.
El acuerdo con Rappi considera un compromiso de comercialización a 15 años, bajo el cual Banorte, el segundo banco más grande de México, ofrecerá de manera exclusiva productos y servicios financieros a los clientes de la aplicación dentro de su mismo ecosistema.
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Rappi y Banorte habían firmado una alianza estratégica en junio de 2020, bajo la cual lanzaron RappiCard en enero de 2021.
Sobre la operación en México con Banorte, señaló que fue una reestructuración estratégica para Rappi, en la que ya no tiene participación societaria, pero sí un rol activo en el ecosistema fintech.
“Simplemente es un cambio de estructura. Rappi sigue supercomprometido con su negocio de fintech y con esta alianza”.
Salida de Sebastián Mejía no es disrupción
Para Simón Borrero, la salida de Sebastián Mejía de la presidencia de Rappi, manteniéndose en la junta directiva, no representa una disrupción para la compañía.
“No cambia mucho. Sebas sigue en el board, sigue siendo socio con sus acciones en Rappi, seguimos siendo súper amigos. Lo sigo llamando para temas estratégicos, que él siempre ha sido brillante en eso. Es simplemente otro momento de la compañía”.
Borrero compartió que la salida de Mejía se habló desde hace tiempo y el equipo de Rappi estaba preparado.
Bloomberg Línea publicó recientemente que Mejía se sumará al proyecto de Tako, una startup lanzada hace poco más de dos años por el brasileño Fernando Gadotti.
Rappi y la reforma laboral en Colombia
En medio de las discusiones de la reforma laboral del Gobierno colombiano, que ha encontrado trabas en el Senado y ahora vuelve a tratar de revivirse a través de una consulta popular, desde Rappi destacan el diálogo logrado para encontrar consensos con relación a los servicios que se prestan por las aplicaciones.
Alianza In Colombia, el gremio de aplicaciones e innovación que agrupa a las principales plataformas digitales en el país, también respaldó en un comunicado los artículos sobre trabajo en plataformas digitales de reparto aprobados por la Cámara de Representantes, que ahora son estudiados por la Comisión IV.
De aprobarse, los trabajadores y empresas de plataformas de reparto pactarán el tipo de contrato, pudiendo ser un contrato de trabajo tradicional con subordinación o trabajo independiente.
En el segundo caso, explicó que las empresas pagarán el 60% de los aportes a salud y pensión de los repartidores, así como el 100% de la Administradora de Riesgos Laborales (ARL), quedando lo restante a cargo de ellos.
Se toma como base el ingreso recibido por el repartidor y las horas trabajadas por ellos.
Según el gremio, la propuesta reconoce la flexibilidad y autonomía “que valoran los trabajadores en este tipo de actividades”. Y de otro lado, se estarían teniendo en cuenta que estas aplicaciones “permiten oportunidades laborales para miles de personas en diferentes regiones del país”.
Tras los acuerdos con el Gobierno, Borrero cree que la reforma laboral es buena para toda la industria, ya que permite darles beneficios y seguridad social a un grupo de ‘rappitenderos’ con certidumbre jurídica.
Después de muchas sesiones, el Gobierno entendió el enorme impacto que genera Rappi al crear oportunidades de ingresos para decenas de miles de personas. Lo valioso de esto es que se permite que la industria siga creciendo, sin cortarle las alas a un sector clave para el país, y al mismo tiempo se reconoce a un grupo de rappitenderos con beneficios muy merecidos.
Simón Borrero, CEO de Rappi
Destacó la comprensión del Gobierno colombiano sobre el modelo flexible de trabajo de los ‘rappitenderos’ luego de las varias sesiones que tuvieron para llegar a mayores acuerdos sobre este punto.
“Lo muy innovador que había hecho el Gobierno era entender que este es un modelo innovador, en el que objetivamente los ‘rappitenderos’ no son empleados. No tienen que cumplir ningún horario, se conectan y se desconectan cuando quieren. Muchos de ellos ya tienen otro empleo y se conectan por las noches. Entonces, se entendió el modelo”.
La propuesta habría logrado un equilibrio: se propone otorgar beneficios similares a los de los trabajadores formales, sin imponer a los repartidores obligaciones. Además, se reconoció que el aporte a la seguridad social debía ser proporcional al tiempo real de trabajo.
A su juicio, la reforma laboral mostró además que se pueden dar más beneficios a los ‘rappitenderos’, pero al mismo tiempo “tener una industria creciendo y saludable. O sea, aquí se logró llegar a algo que es lo que tenemos que hacer en Colombia, es sentarnos a conversar, a entender la data, a trabajar".
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