Bloomberg — Todd Dabney, que acude al festival Burning Man desde 2011, necesitaba una forma de mantener fresca su tienda de campaña bajo el abrasador sol de Nevada. Así que el consultor informático creó lo que él llama “la nevera de pantano definitiva” a partir de un contenedor de almacenamiento de plástico resistente, bombas, tubos y un ventilador.
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El dispositivo se alimenta de un panel JinkoSolar de 385 vatios que compró en Craigslist hace varios años a un vendedor cercano por 100 dólares. Dabney recuerda que el vendedor estaba actualizando su panel solar y deshaciéndose de sus paneles actuales, que tenían unos cinco años.
"No había razón para comprar nuevos paneles" para la nevera, dice. "Sabía que me lo iba a llevar al Burning Man y que se iba a llenar de polvo y a recibir una paliza".
A medida que las fábricas producen cada vez más paneles nuevos, aumenta a su vez la oferta de los usados. Dabney forma parte de un grupo de compradores de paneles solares en EE.UU. que optan por adquirirlos de segunda mano, a menudo a través de listados en eBay, Craigslist y Facebook Marketplace. En tablones de anuncios como r/solar de Reddit y el foro DIY Solar Power, los ahorradores pueden compartir sus experiencias e intercambiar consejos de instalación.
Los paneles de segunda mano son una opción atractiva para los frugales, así como para los aficionados al bricolaje, los manitas y los granjeros. Su coste varía en función de la edad y la potencia. Los paneles más antiguos, que suelen tener menor potencia en vatios, pueden encontrarse en Internet por menos de 50 dólares. Los más nuevos suelen tener mayor potencia y pueden costar varias veces más. Pero cualquier panel de segunda mano de la ciudad de al lado estará libre de aranceles, mientras que la mayoría de los paneles nuevos instalados en EE UU son importados, por lo que están sujetos a un gravamen.
Dar una segunda vida a los módulos tiene beneficios medioambientales, dicen los expertos, y a medida que se instala más energía solar en todo el mundo, el nicho del mercado de segunda mano podría crecer.
SanTan Solar, con sede en Arizona, vende tanto paneles nuevos como usados a través de su página web y de eBay. Su empresa matriz, Fabtech Solar Solutions, dirige un negocio de reciclaje solar que recoge paneles de proyectos clausurados y los somete a pruebas de calidad. SanTan vende los módulos usados con un año de garantía.
El interés por los paneles de segunda mano se disparó durante la pandemia de Covid-19, cuando los estadounidenses pasaban más tiempo en casa, según el director de ventas de SanTan, Rusty Thatcher. “Los principales usuarios finales son personas que son más independientes energéticamente, que realmente son más conscientes de su presupuesto - realmente buscan una alternativa barata a otras fuentes de energía”, afirma Thatcher. Puede que quieran instalar un sistema solar para su vehículo recreativo o que necesiten sustituir parte de un conjunto existente, añade.
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Sameer Sajid recurrió a Facebook Marketplace en su búsqueda de energía solar de segunda mano para alimentar una estación de carga para su bicicleta eléctrica, un proyecto que emprendió "sólo por diversión". En un día, este ingeniero de software de Massachusetts encontró un vendedor cerca de él que ofrecía un panel de 250 vatios de la marca Renogy.
Lo compró -junto con un controlador de carga, necesario para regular el flujo de energía a la batería de la bicicleta- por 100 dólares. Montar la estación de carga le llevó menos de 30 minutos, dice.
"Si se trata de hacerlo lo más barato posible, usado es 1.000% el camino a seguir", dice Sajid.
Optar por lo usado también evita enviar paneles en funcionamiento al flujo de residuos de forma prematura. La Agencia Internacional de Energías Renovables calcula que los residuos acumulados de la energía fotovoltaica alcanzarán los 4 millones de toneladas en todo el mundo en 2030, y casi 50 millones de toneladas en 2040.
Los paneles suelen tener una garantía de 30 años, pero muchos no alcanzan su vida útil completa antes de ser sustituidos. Su fabricación tiene el mismo impacto medioambiental tanto si se utilizan durante tres años como durante tres décadas.
"Una vez fabricado un panel fotovoltaico, prolongar su vida útil mediante la reutilización amortiza los impactos medioambientales hundidos, o incorporados, en más generación de electricidad, reduciendo los impactos por kilovatio-hora", afirma Garvin Heath, ingeniero medioambiental principal del Laboratorio Nacional de Energías Renovables y experto en evaluación del ciclo de vida de las tecnologías energéticas.
Aun así, los módulos usados no son para todo el mundo ni para todos los proyectos. Existe el inconveniente obvio de tener que vetar la calidad a partir de un anuncio clasificado. Enviar los paneles desde muy lejos puede disparar los costes. Los paneles de baja potencia o dañados pueden tener un precio tentador pero un rendimiento débil, sobre todo porque la eficiencia de los paneles disminuye ligeramente con el tiempo. Y los paneles suelen representar sólo una fracción del coste total de la instalación solar. Las demás piezas necesarias -como un inversor, el cableado y, en muchos casos, una batería- se suman rápidamente.
Los paneles solares nuevos ya son muy baratos gracias a su abundancia en el mercado, señala Jenny Chase, analista de BloombergNEF. Los módulos suelen estar diseñados para montarlos y dejarlos tranquilos, dice, y manipularlos podría someterlos a tensiones.
Thatcher, de SanTan, dice que, dependiendo del uso, a la gente le puede ir mejor invertir en paneles nuevos para maximizar la cantidad de energía captada.
"Si la gente está pensando en colocar un nuevo panel solar en su casa que quiere tener durante 30 años, entonces yo suelo seguir recomendando paneles nuevos", afirma. Los créditos fiscales federales pueden ayudar a reducir el coste.
Un hogar estadounidense medio necesita unos 11 kilovatios para cubrir su consumo eléctrico, y la instalación de un sistema de ese tamaño con paneles nuevos suele costar unos US$20.500 dólares después de los créditos fiscales federales, según datos de EnergySage. El tiempo medio que se tarda en recuperar esa cantidad en ahorros en la factura de la luz es de algo más de siete años.
Después de instalar su cargador de e-bike, Sajid dice que está comprando nuevos paneles para su casa, para maximizar la cantidad de energía que puede producir. Pero sigue viendo ventajas en el uso de los de segunda mano en determinadas situaciones. Por ejemplo, serían una buena opción para la cabaña aislada de sus suegros en las montañas, dice, para cubrir las necesidades básicas de electricidad.
Dabney ha hablado a otros entusiastas del Burning Man sobre su sistema de refrigeración DIY y les ha remitido a Craigslist y Facebook Marketplace para encontrar paneles usados.
“Tener un generador de energía asequible y gratuito, creo, es realmente genial”, afirma.7clear
Esta historia forma parte del paquete tecnológico de limpieza de primavera de Bloomberg Green, que explora el dinero, la política y las personas que influyen en la transición energética.
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