Nueva York/Londres — El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, se enfrentará a una débil cohesión política, a la erosión del espacio fiscal y a las limitaciones estructurales del crecimiento económico mientras ultima y comienza a implementar su agenda política, precisa un análisis de Fitch Ratings difundido hoy miércoles sobre las perspectivas para el Perú.
En ese sentido, la agencia calificadora argumenta que el impacto que tengan los planes del gobierno de Castillo sobre la perspectiva de crecimiento y la trayectoria fiscal del Perú será clave para la evaluación que Fitch realice de la calificación soberana de nuestro país y a su grado de inversión, la cual mantiene un puntaje de ‘BBB+’ con perspectiva negativa.
“La perspectiva de calificación negativa que Fitch Ratings asignó a las calificaciones soberanas ‘BBB+’ de Perú en diciembre del 2020 reflejó un balance gubernamental debilitado, el deterioro de la cohesión política y la previsibilidad de las políticas, y los continuos desafíos para reducir los déficits fiscales a niveles consistentes con la estabilización de la deuda”, precisa Fitch sobre las perspectivas de la anterior gestión, y el evidente impacto de la pandemia del COVID-19.
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“Las políticas que socavan los pilares de la estabilidad macroeconómica, la inversión y el crecimiento y la sostenibilidad de las finanzas públicas ejercerían una presión negativa sobre la calificación. La capacidad del Perú para establecer una senda de consolidación fiscal creíble que estabilice la relación entre la deuda pública y el PBI a medio plazo también será una consideración importante para la calificación”, remarca Fitch Ratings.
INCERTIDUMBRE QUE AFECTA LAS PERSPECTIVAS ECONÓMICAS
Uno de los puntos principales que Fitch Ratings aborda en su informe se relaciona con el anuncio que realizó el presidente Castillo en su mensaje a la nación -y en otras oportunidades- sobre la iniciativa de una nueva Constitución, lo que, de acuerdo con la agencia, podría ampliar la incertidumbre política durante los próximos dos o tres años.
“Algunas de las políticas económicas de Perú Libre podrían debilitar las perspectivas de inversión y crecimiento económico del país en el período 2022-2023. Las propuestas de renegociación de los contratos privados, la ampliación del papel del Estado en el petróleo y el gas y el aumento de la tributación para el rubro minero podrían disminuir la confianza de los inversores en diversos grados. El grado en que la administración de Castillo moderará su postura sobre estas políticas y si el congreso será capaz de oponerse efectivamente a tales iniciativas sigue siendo incierto”, advierte Fitch.
Fitch Ratings resalta que las empresas mantienen las inversiones en suspenso en medio de esta incertidumbre, mientras que las salidas de capital han llevado a la depreciación del sol peruano a mínimos históricos en relación con el dólar. “Esto ha aumentado la inflación y ha llevado al Banco Central de Reserva de Perú (BCR) a intervenir en el mercado de divisas al contado y de derivados”, explica la agencia.
Además, los argumentos del presidente Castillo sobre la necesidad de una distribución más progresiva de los ingresos y un mayor papel del Estado a través de la participación directa y la acción reguladora -precisa el informe de Fitch- se enfrentará a los vientos en contra que se perciben en un fragmentado Congreso, donde la agencia ve fuerzas mayoritariamente de centro-derecha.
“Ello a pesar de que su Partido Perú Libre, encabezado por Vladimir Cerrón, de tendencia más socialista que Castillo, tiene la bancada más numerosa”, agrega el análisis.
“El impulso del presidente Castillo para reescribir la Constitución peruana durante un período políticamente polarizado y con objetivos y parámetros menos definidos que el proceso constitucional de la vecina Chile presagia un prolongado período de incertidumbre política en Perú. No está claro qué aspectos del capítulo económico de la Constitución peruana cambiarían los delegados ni cómo se financiarían los nuevos mandatos sociales. La prolongación de la discordia política en torno a la propuesta de la asamblea constitucional podría socavar la capacidad del gobierno para atender la pandemia, la agenda social y las reformas de las pensiones y del mercado laboral”, alerta la calificadora.
Como se recuerda, el presidente Castillo presidente afirmó en su discurso que renegociaría algunos acuerdos comerciales, aunque el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, y el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, se retractaron posteriormente, subrayando la importancia de la estabilidad económica y la recuperación del mercado laboral.
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Por otro lado, Fitch comenta que la sostenibilidad del sistema de pensiones peruano sigue siendo un tema social y fiscal clave. “Castillo pidió una comisión para estudiar una posible fusión del actual sistema público y el privado de baja cobertura y una legislación para proporcionar una pensión básica universal. Durante la pandemia, varios proyectos de ley permitieron a los cotizantes retirar importantes ahorros para pensiones de los fondos privados”, remarca la entidad.