Bloomberg — Los bonos de Argentina subían el lunes después de que los votantes rechazaran el manejo de la economía por parte del Gobierno en las elecciones legislativas y el presidente Alberto Fernández prometiera cooperar con los legisladores de la oposición en una nueva agenda económica.
Los US$20.500 millones en bonos denominados en dólares con vencimiento en 2035 subieron 0,8 centavos a unos 31 centavos por dólar, su mayor ganancia desde las elecciones primarias celebradas el 12 de septiembre. Los ADR de empresas argentinas en Wall Street, en tanto, caían alrededor de 1.8% a las 12:57 de Buenos Aires, de acuerdo a un índice de S&P y Bank of New York Mellon.
El Frente de Todos quedó atrás en seis de las ocho elecciones al Senado con al menos el 98% de los votos contados en cada provincia después de la votación del domingo, lo que indica que el Gobierno perdería el control de la Cámara Alta del Congreso por primera vez desde 1983.
En un discurso tras conocer los resultados, Fernández dijo que el Gobierno presentará un proyecto de ley con un programa económico plurianual en la primera semana de diciembre y buscará el consenso de la oposición sobre una agenda compartida. Fernández dijo que trabajará en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sobre su deuda, y señaló que ese era el “mayor obstáculo” de la nación. Agregó que no buscaría un camino de austeridad con el Fondo.
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“El mensaje del Gobierno es muy positivo en cuanto a mostrar una estrategia de unidad con la oposición para la segunda mitad de su mandato”, dijo Agustín Honig, director gerente de Adcap Securities en Buenos Aires. “Sin lugar a dudas, buscar el apoyo de la oposición para un plan económico plurianual con el FMI es una señal fuerte y en línea con lo que el mercado quiere escuchar”.
La derrota electoral de la coalición gobernante fue un raro impulso para los golpeados bonos en dólares de Argentina, que cayeron en territorio de profundo estrés poco después de que la nación reestructurara alrededor de US$65.000 millones en valores extranjeros el año pasado.
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Los instrumentos no se han recuperado, con los inversores aun cautelosos respecto a la gestión de la economía de Fernández, sacudida por una inflación anual del 52% causada en parte por el gasto populista destinado a combatir la pobreza paralizante del 40%.
La economía argentina también se ve obstaculizada por estrictos controles de capital, que han mantenido a la moneda oficial sobrevaluada mientras que en el mercado paralelo el peso cotiza aproximadamente un 100% más débil, en alrededor de 216 pesos por dólar.
“La trayectoria del peso es insostenible y esperamos ver ajustes en la depreciación oficial”, dijo Alejandro Cuadrado, jefe de estrategia cambiaria para América Latina de BBVA en Nueva York. “El presidente Alberto Fernández puso el acuerdo del FMI en la agenda y esperamos ver pragmatismo”.
Los inversores también estarán atentos a las próximas declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien fue presidenta de 2007 a 2015. Después de las primarias de septiembre, publicó un ensayo explosivo criticando al presidente por la estrategia, incluyendo lo que dijo que era falta de gasto. No está claro qué cambios de política o de gabinete puede exigir Kirchner ahora. No hizo comentarios sobre los resultados el domingo por la noche.
“Sigo siendo un poco escéptico de que esta administración se comprometa, y que no se estanque por un par de años hasta 2023″, dijo Richard Briggs, administrador de fondos de GAM Holdings con sede en Londres. “Pero el mercado parece optimista ante la perspectiva de un acuerdo con el FMI antes de que vencen los grandes pagos en marzo”.
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