Montevideo — La calificadora de riesgo Moody’s, que mantiene la nota de la deuda soberana de Uruguay en Baa2 -un escalón por encima del grado inversor- con perspectiva estable, realizó una actualización de su opinión de crédito. La empresa espera un crecimiento de la economía uruguaya en 2022 a ritmo de 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB), que la inflación termine el año por debajo del 9% y, si bien señaló el cumplimiento de metas fiscales y una gestión prudente, también marcó la necesidad de avanzar en reformas para mejorar la calificación.
“La perspectiva estable refleja un balance entre los desafíos económicos y fiscales estructurales que Uruguay enfrentaba antes de la pandemia con nuestra expectativa de que, a medida que el gobierno implemente su agenda de reformas y políticas, abordará efectivamente estos problemas”, sostuvo Moody’s en un reporte difundido el viernes 12 sobre su opinión de crédito.
Un “progreso continuo” del programa de reformas fue señalado por la agencia como el punto clave para viabilizar una eventual alza en la calificación. En particular, el documento aludió al cumplimiento sostenido de la nueva regla fiscal que topea el gasto y del marco de la política monetaria. También señaló la mejora de la productividad, la rigidez del gasto público y una continuidad en la mejora de la estructura de la deuda.
Crecimiento esperado y gestión fiscal
Moody’s espera que la economía uruguaya crezca un 4,7% del PIB en 2022, antes de moderarse a una tasa media del 2,8% del PIB anual durante 2023 y 2025. Las últimas proyecciones del Ministerio de Economía y Finanzas es que el crecimiento será de 4,8% del PIB en 2022 y de 3% en 2023. En 2021 el crecimiento fue de 4,4% del PIB.
Con base en las proyecciones de la calificadora, el crecimiento promedio entre 2022 y 2025 será de 3,3%, que supera el 0,9% de crecimiento promedio registrado entre 2015 y 2019, señaló el documento.
En el plano fiscal, la agencia señaló que una gestión “prudente” apoya el fortalecimiento de la credibilidad. Además la empresa auguró que la continuidad en el cumplimiento de la nueva regla fiscal y la anunciada reforma del sistema de pensiones contribuyan en la misma línea.
El déficit fiscal se ubicó en 2,9% del PIB en los 12 meses cerrados a junio. A fines de 2020 estaba en 5,8% del PIB y en diciembre de 2021 en 4,3%. La meta del gobierno es ubicarlo en 2,2% del PIB al finalizar 2024.
En relación a las inversiones y el empleo, tras señalar el repunte registrado por la construcción de una segunda planta de la pastera finlandesa UPM, Moody’s espera una recuperación mayor apoyada en incentivos otorgados por el Poder Ejecutivo.
Inflación fuera del rango hasta 2024
La calificadora espera que la inflación, que en los 12 meses cerrados a julio alcanzó 9,6%, comience una moderación y termine el año apenas por debajo de 9%, en línea con lo que esperan los agentes del mercado. De todos modos, señaló la empresa, el nivel está fuera del rango meta fijado por el Banco Central del Uruguay y que desde setiembres será de entre 3% y 6%.
En tanto, esperan que la inflación se aproxime a 7% en 2023 y que probablemente pueda ingresar dentro del objetivo del BCU en 2024. Esto también está en línea con las previsiones del equipo económico, aunque los agentes todavía ubican la inflación a 24 meses por encima del techo de la meta.
“La convergencia de la inflación con las metas, así como el continuo anclaje de las expectativas de inflación y los avances en la desdolarización del sistema financiero nacional fortalecerán la credibilidad de la política monetaria en Uruguay”, señaló el reporte de Moody’s.
Tras las dos últimas reuniones del Comité de Política Monetaria (Copom), el directorio del BCU manifestó su “preocupación por la rigidez” de las expectativas de los agentes.