Bloomberg Línea — El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este martes restricciones de visado para varios funcionarios no identificados de gobiernos de Centroamérica que, según dijo, estaban relacionados con programas de misiones médicas cubanas que incluyen elementos de trabajo forzado y explotación de trabajadores cubanos.
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Rubio no nombró a los funcionarios ni los países de los que provienen, pero sostuvo que “visitar Estados Unidos con visa es un privilegio”, y que su país se toma en serio el objetivo de “promover la rendición de cuentas” frente a este tipo de prácticas.
En un comunicado, el Departamento de Estado agregó que “el programa cubano de exportación de mano de obra abusa de los participantes, enriquece al corrupto régimen cubano y priva a los cubanos de la atención médica esencial que necesitan desesperadamente en su país”.
EE.UU. señaló que esta medida busca reforzar el respeto por los derechos humanos y laborales en todo el mundo, y alentó a otros países a sumarse a esta iniciativa.
La decisión sigue al anuncio que Rubio hizo en febrero pasado, cuando anticipó restricciones contra quienes colaboraran con las misiones médicas cubanas.
En ese momento, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó la medida y, a través de su cuenta en X, afirmó que “Marco Rubio una vez más coloca su agenda personal por delante de los intereses de EE.UU.”.
¿Diplomacia médica?
En abril, el Departamento de Estado lanzó un micrositio para denunciar lo que considera prácticas sistemáticas de trabajo forzado dentro del programa. Según esa plataforma, el régimen cubano retiene entre el 75% y el 95% del salario que pagan los países receptores, lo que en 2022 se tradujo en ingresos por más de US$4.900 millones.
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Un reporte de la Fundación de Derechos Humanos (HRF, por sus siglas en inglés) dijo que el programa “ampliamente elogiado“ se basa en la explotación de los profesionales de la salud y sirve como una importante herramienta de propaganda internacional y una importante fuente de ingresos para el régimen comunista represivo de Cuba.
Desde la década de 1960, el régimen cubano ha enviado personal de salud a más de 150 países en lo que a menudo se ha denominado “diplomacia médica” o “ayuda humanitaria”.
Según un informe publicado por el gobierno cubano, a finales de 2023 había más de 22.000 trabajadores cubanos afiliados al Estado en más de 53 países, y los profesionales médicos constituían el 75% de su fuerza laboral exportada.
Hoy en día, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Belice mantienen convenios de cooperación con Cuba que incluyen el envío de brigadas médicas a sus territorios.
En declaraciones pasadas a la prensa local, el ministro de Salud y Bienestar de Belice, Kevin Bernard, reafirmó su respaldo a las misiones médicas cubanas y minimizó el impacto de posibles sanciones: “Si viajo o no a los Estados Unidos está lejos de ser el tema más importante en mi vida”, dijo.
Su postura se alinea con la de otros líderes caribeños, como la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quienes han dicho que están dispuestos a recibir sanciones antes que retirar su apoyo a los profesionales médicos enviados por La Habana.