Bloomberg — El Banco del Estado (también conocido como BancoEstado) vendió el primer bono azul de Chile en los mercados globales en octubre, uniéndose a una ola de emisiones de ese tipo por parte de empresas de América Latina que está impulsando un aumento inesperado en el mercado este año. Los inversionistas creen que habrá más.
El banco estatal vendió CHF100 millones (US$126 millones) en bonos a 5 años, el primer bono azul emitido en moneda suiza.
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Esta emisión tiene lugar tras la venta de bonos similares en dólares por parte de las compañías brasileñas de saneamiento Sabesp (SBSP3) y Aegea Finance, y de bonos azules en euros por parte de los bancos regionales de Brasil, CAF y CABEI, por un valor total de aproximadamente US$1.300 millones.
La emisión del BancoEstado podría allanar el camino para más ventas en Chile, un país con 6.400 kilómetros de costa y una industria minera que consume mucha agua en el desierto más árido del planeta.
La recaudación financiará préstamos relacionados con la energía marina renovable, la gestión sostenible del agua, la conservación de la biodiversidad acuática y otros proyectos, de acuerdo con el marco ESG (por sus siglas en inglés, amiental, social y gobernanza) del banco.
“Preveo que habrá al menos dos emisores más de Chile en los mercados dentro de los próximos 12 meses”, señaló Willem Visser, gestor de carteras de renta fija de impacto y mercados emergentes de T. Rowe Price en Londres, sin facilitar nombres. “América Latina es nuestro mayor mercado en lo que respecta a bonos azules”.
Visser esperaba que las ventas de bonos azules a nivel mundial alcanzaran entre US$1.000 y US$2.000 millones este año, pero el auge de emisores latinoamericanos ya ha elevado dicha cifra a US$4.000 millones. El próximo año, prevé una cartera potencial de hasta US$6.000 millones a nivel mundial.
Otros bonos azules de Chile “serán muy bien recibidos por el mercado, porque complementan muy bien su estrategia de sostenibilidad”, dijo Visser.
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Líder ESG
Chile ha estado a la vanguardia de la emisión de deuda ambiental, social y de gobernanza en Larinoamérica. El país fue el primero de la región en emitir bonos verdes en 2019 y, desde entonces, ha emitido una serie de bonos sociales que se usan para abordar problemas como la desigualdad.
El gobierno también actualizó su marco de sostenibilidad para incluir indicadores de desempeño en biodiversidad a principios de este año.
Aun así, la deuda relacionada con el agua es una clase de activo relativamente nuevo en Chile. BancoEstado vendió un bono azul en mayo en el mercado local, el primero en la historia de Chile, seguido por la empresa de agua Esval SA en septiembre. Ahora, el banco estatal ha vendido en el extranjero.
Y a pesar de la reciente reacción negativa hacia los criterios ESG en Estados Unidos, que provocó una disminución de las emisiones de sostenibilidad de ese país y una disminución de los activos en fondos con marca ESG, todavía hay apetito por ellos.
“Estamos observando que los inversores actuales invierten más en él, pero también la llegada de nuevos inversores”, afirmó Stephen Liberatore, director de ESG e impacto en renta fija global de Nuveen Asset Management. “El mercado se ha expandido en todos los sectores de renta fija, excepto en las emisiones corporativas estadounidenses”.

T. Rowe Price lanzó un fondo de bonos azules de mercados emergentes en asociación con la Corporación Financiera Internacional el mes pasado.
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“Lanzamientos de fondos como estos subrayan que la demanda se mantiene y que los emisores dispuestos y capaces de cumplir con los requisitos con activos etiquetados podrían beneficiarse de una demanda descomunal dada la escasez de deuda sostenible”, afirmó Romina Reversi, directora de banca de inversión sostenible para las Américas and Credit Agricole.
“Hemos visto a varios emisores latinoamericanos actualizar sus marcos para incluir categorías de proyectos elegibles para la categoría azul”.
Liberatore prevé que las emisiones ESG alcanzarán el US$1 billóns a nivel mundial este año, con emisores latinoamericanos ocupando el espacio dejado por EE.UU. Y prevé la aparición de más bonos azules, con Chile entre los países que aprovecharán la demanda de los inversores.
O como dice Visser: “francamente, no podemos ser verdes sin pensar en el azul”.
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