Bloomberg — Los aliados de la OTAN han comenzado a elaborar un acuerdo para aumentar significativamente el gasto en defensa, en un intento por apaciguar la exigencia del presidente de EE.UU., Donald Trump, de destinar 5% del Producto Interno Bruto (PIB) a las fuerzas armadas.
Según diplomáticos familiarizados con el tema, los negociadores de la alianza militar están avanzando hacia un compromiso de alcanzar 5% del PIB en gastos de defensa y relacionados para 2032, antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en La Haya en junio. Los ministros de Asuntos Exteriores debatirán la iniciativa este miércoles y jueves en Antalya, Turquía.
La reunión se celebra en medio de una intensa actividad diplomática, ya que la administración Trump busca poner fin a la guerra en Ucrania, que se prolonga desde hace más de tres años. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, dijo estar dispuesto a reunirse cara a cara con Vladímir Putin en Estambul el jueves, aunque el líder ruso no ha dado señales de asistir.
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Un acuerdo sobre gasto en defensa del orden que exige Trump —ninguno de los 32 miembros de la OTAN, incluido EE.UU., ha alcanzado ese umbral— representaría el mayor aumento desde el final de la Guerra Fría.
Desde su primer mandato, Trump ha criticado a sus aliados por no cumplir el umbral de 2% de gasto establecido desde hace tiempo. Según el informe anual de la OTAN publicado en abril, ocho de los 32 miembros aún no lo alcanzan.

El secretario general, Mark Rutte, está presionando a los aliados para acordar un nivel de 3,5% del PIB en los próximos siete años, con un 1,5% adicional destinado a gastos ampliados relacionados con la defensa, según diplomáticos de alto rango. Esa propuesta fue reportada primero por Reuters.
Rutte señaló en EE.UU. el mes pasado que el objetivo de la cumbre de La Haya —la primera con Trump de vuelta en la Casa Blanca— será reequilibrar el gasto dentro de la alianza, dada la carga desproporcionada que asume EE.UU. frente a Europa y Canadá.
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Los ministros debatirán en Antalya qué gastos se contabilizarán dentro del 1,5%, incluyendo movilidad militar, productos de doble uso y ciberseguridad. Aún no está claro si se incluirán gastos ya existentes o si se exigirán nuevos compromisos.

La propuesta de Rutte contempla un mecanismo de verificación regular y riguroso, a diferencia de los objetivos flexibles vigentes hasta ahora entre los aliados.
Aumentar el gasto en ese orden en el plazo previsto será un desafío, según un alto diplomático europeo, aunque muchos consideran el esfuerzo necesario para enviar un mensaje firme al Kremlin.
Algunos miembros de la OTAN, como Italia y España, han anunciado recientemente que alcanzarán el 2%. Se espera que todos cumplan el antiguo objetivo antes de la cumbre, según una fuente familiarizada con las negociaciones.
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El nuevo objetivo base de 3,5% se basa en un ambicioso plan de defensa elaborado por la OTAN. La organización ya ha distribuido a los gobiernos listas detalladas y clasificadas de armamento y capacidades, que serán debatidas por los jefes de defensa el miércoles en Bruselas.
Estas listas, conocidas como objetivos de capacidad, han sido ampliamente aceptadas y podrían firmarse en la reunión de ministros de Defensa de principios de junio. La adopción formal se espera para la cumbre del 24 y 25 de junio en La Haya.

Se espera que esta cumbre sea más breve y se enfoque en gasto y reactivación industrial, con una breve declaración final. Según diplomáticos, el tema será la alianza en sí misma, no la integración de Ucrania.
El escepticismo de Trump sobre la entrada de Ucrania en la OTAN ha dejado esa opción fuera del debate actual. Tampoco se ha tratado la ampliación de la promesa de US$40.000 millones de apoyo a Ucrania hecha el año pasado.
Otra propuesta de Rutte en discusión es una revisión de la eficiencia y gobernanza interna de la alianza, lo cual, según fuentes, podría ser bien recibido por el presidente estadounidense.
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