Bloomberg — Los investigadores están revisando los restos del vuelo AI171 de Air India para determinar qué causó que el Boeing Co. Dreamliner se estrellara el jueves, matando a todas menos una de las 242 personas que iban a bordo y provocando el accidente de aviación más mortífero en más de una década.
Una de las dos llamadas cajas negras, que contienen pruebas críticas de los últimos momentos de un avión, fue localizada, según informó este viernes el Ministerio de Aviación indio. El ministerio dijo que había encontrado la grabadora digital de datos de vuelo del avión, un primer avance que debería ayudar a reconstruir los fatídicos momentos finales del vuelo.
El lugar del accidente sigue siendo un escenario de devastación total, con restos quemados y partes del avión esparcidas aún humeantes. El albergue médico BJ, donde cenaban los estudiantes de medicina en el momento del accidente, ha quedado gravemente dañado, con cuatro bloques de pisos medio quemados y ennegrecidos. Los bomberos siguen rociando agua en el lugar, mientras la policía y los funcionarios trabajan para despejar los restos.
La atención se está desplazando de los esfuerzos de rescate a la búsqueda de pruebas materiales, dijo un alto funcionario de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India, que pidió no ser nombrado al hablar de asuntos privados. El primer ministro indio, Narendra Modi, visitó brevemente el lugar del accidente este viernes, subrayando la magnitud de la tragedia y la urgencia de encontrar respuestas.
La Dirección General de Aviación Civil de la India ordenó revisiones de mantenimiento en todos los Boeing Co. 787-8 y 787-9 Dreamliner de Air India equipados con motores GEnx de General Electric Co (GE). Las inspecciones adicionales, que se llevarán a cabo en las próximas dos semanas, abarcan los sistemas de combustible, cabina-aire, control de motores e hidráulicos después de que el avión pareciera perder empuje al despegar.
Las autoridades están investigando todos los aspectos del vuelo siniestrado, según declaró un funcionario de aviación. Equipos de investigación del Reino Unido y Estados Unidos llegaron este viernes a Ahmedabad para colaborar en la investigación del accidente.
“Al igual que ustedes, queremos saber qué ocurrió”, dijo Natarajan Chandrasekaran, presidente del propietario de Air India, Tata Sons, en un mensaje al personal. “El Grupo Tata se toma en serio su responsabilidad ante la sociedad, y eso incluye ser abierto sobre lo ocurrido”.
Las acciones de Boeing caían un 1,8% a las 9:32 a.m. en Nueva York, sumándose a la caída del 4,8% del jueves. Tata Sons es una empresa privada.
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Los expertos en seguridad aérea han observado algunas anomalías en el corto vuelo, basándose en las imágenes de vídeo. Los clips que salieron a la luz mostraban el tren de aterrizaje extendido tras el despegue, y los flaps del borde de salida de las alas -utilizados para generar sustentación a velocidades más bajas- podrían haberse levantado por error. El avión 787, con destino a Londres, se estrelló pocos segundos después del despegue, explotando en una enorme bola de fuego.
La milagrosa supervivencia de un pasajero, Ramesh Vishwaskumar, tampoco tiene explicación. Vishwaskumar, que estaba sentado en la primera fila de la clase turista, podría ofrecer valiosas pistas sobre la causa del accidente.
En el vuelo con destino al aeropuerto londinense de Gatwick viajaban 12 tripulantes y 230 pasajeros, la mayoría de nacionalidad india y británica. Algunos estudiantes que almorzaban en el albergue se encuentran entre los fallecidos, lo que indica que es probable que el número de víctimas aumente.
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Parecía como si el 787 Dreamliner no hubiera sido capaz de alcanzar el empuje suficiente mientras descendía torpemente por casi toda la longitud de una pista de 11.000 pies, una distancia que debería haber sido más que suficiente para despegar, dijo Bob Mann, director de la consultora de aviación RW Mann & Co.
Eso podría deberse a una mala configuración del avión antes del despegue o a datos erróneos sobre el peso introducidos en el sistema informático del avión que determina cuánta potencia se necesita para despegar, dijo. Mann advirtió que sus opiniones no eran oficiales y no estaban corroboradas por los datos o las grabadoras de voz de la cabina.
“Si el peso es alto en comparación con la cifra real, se termina con un despegue muy agresivo”, dijo Mann. “Si el peso es bajo comparado con el real, acabas con una potencia comandada insuficiente”.
Los pilotos al mando emitieron una llamada de socorro inmediatamente después del despegue a los controladores aéreos, según el regulador de la aviación civil india. Según el diario Telegraph, señalaron que el 787 estaba perdiendo potencia.
El avión estaba al mando del capitán Sumeet Sabharwal y del primer oficial Clive Kundar, que contaban con 8.200 horas de vuelo y 1.100 horas de vuelo de experiencia, respectivamente, según informó la Dirección General de Aviación Civil.
Según los datos del control de tráfico aéreo, el avión partió de Ahmedabad a las 13:39 hora local por la pista 23. Tras la llamada inicial de socorro, no hubo respuesta desde la cabina a las llamadas posteriores realizadas por los controladores en tierra.
El accidente amplía una serie de incidentes graves y mortales ocurridos este año en el sector de la aviación civil, incluida una colisión en pleno vuelo en Washington a principios de 2025 entre un helicóptero militar y un avión.
El accidente del jueves supone la primera pérdida completa de un 787, un avión que Boeing introdujo hace más de una década con materiales compuestos ligeros avanzados que mejoran la eficiencia del combustible. El 787 se ha convertido en una fuente crucial de ingresos para Boeing, con 1.148 de estos aviones en servicio en todo el mundo.
El CEO de Boeing (BA), Kelly Ortberg, afirmó el jueves en un comunicado que ha hablado con el presidente de Air India y que Boeing está dispuesta a apoyar la investigación. Ortberg y la responsable de aviones comerciales de Boeing, Stephanie Pope, cancelaron sus planes de asistir al Salón Aeronáutico de París, según una nota de la compañía vista por Bloomberg News.
Entre las 242 personas a bordo, 169 eran ciudadanos indios, 53 británicos, 1 canadiense y 7 portugueses, según Air India.
Teniendo en cuenta el número de personas a bordo, se trata del peor accidente de una aerolínea comercial desde el del vuelo 17 de Malaysia Airlines en 2014, que fue derribado sobre Ucrania, matando a 298 personas, según Aviation Safety Network, que realiza un seguimiento de los accidentes mortales. El último accidente de esta magnitud de Air India fue el del vuelo 182 en 1985. Ese avión Boeing 747 fue destruido por una bomba sobre el océano Atlántico, matando a las 329 personas que iban a bordo.
Boeing se ha visto implicado en varios accidentes en los últimos años, incluidos dos choques mortales con el vuelo 610 de Lion Air, el 29 de octubre de 2018, y el vuelo 302 de Ethiopian Airlines, el 10 de marzo de 2019. A principios del año pasado, un avión 737 Max casi nuevo perdió un panel de la puerta durante el vuelo. Aunque no hubo víctimas mortales, el accidente sumió a la compañía en una profunda crisis.
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