Invertir en criptomonedas como Ripple, Solana y Cardano es un proceso accesible, pero requiere conocer los pasos básicos para comprar y almacenar estos activos digitales de forma segura. Estas tres criptodivisas están en el foco de atención desde que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, las nombró, junto a Ether y Bitcoin, como aquellas que utilizará para constituir una reserva cripto.
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Los pasos para invertir en Ripple, Solana y Cardano
1) En primer lugar, es importante elegir una plataforma de intercambio de criptomonedas, comúnmente llamados exchange. Algunas plataformas populares que ofrecen estos activos son Binance, Coinbase, Kraken, KuCoin, Bitso, Ripio, Lemon, entre otras.
Al elegir un exchange, es importante considerar:
- Seguridad y regulaciones
- Comisiones por operación
- Disponibilidad de métodos de depósito y retiro
2) Luego de elegir un exchange, es necesario registrarse proporcionando un correo electrónico y creando una contraseña segura. La mayoría de las plataformas requieren completar un proceso de verificación de identidad (KYC), que implica subir una foto de un documento oficial y, en algunos casos, una selfie.
3) Cumplimentados los pasos precedentes, para comprar Ripple, Solana o Cardano es necesario depositar fondos en la cuenta del exchange. Los métodos de depósito varían según la plataforma y el país, pero suelen incluir:
- Transferencias bancarias
- Pagos con tarjeta de crédito o débito
- Depósitos en stablecoins o criptomonedas desde otra billetera
4) Una vez fondeada la cuenta, se puede proceder a comprar las criptomonedas. En el exchange, se debe buscar el par de trading correspondiente, como XRP/USDT, SOL/USDT o ADA/USDT. Se puede optar por:
- Compra a precio de mercado (inmediata).
- Compra con orden límite (a un precio específico).
5) Tras la compra, es recomendable almacenar las criptomonedas en una billetera segura. Existen tres opciones principales:
- Billeteras del exchange: fáciles de usar, pero menos seguras.
- Billeteras de software: como Trust Wallet o Exodus.
- Billeteras frías (hardware wallets): como Ledger o Trezor, para mayor seguridad.
Otra opción: compra mediante trading P2P
Algunos exchanges ofrecen la opción de comprar Ripple, Solana y Cardano a través de transacciones entre usuarios (P2P). En este caso, los compradores pueden seleccionar una oferta y pagar directamente al vendedor mediante transferencia bancaria u otros métodos de pago. La plataforma actúa como intermediaria y libera las criptomonedas una vez confirmado el pago.
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¿Qué características tienen estas tres criptomonedas?
Estas son las características principales de las criptomonedas mencionadas, según explica el blog del exchange cripto Ripio:
- ADA es la criptomoneda nativa de la red Cardano. Se usa principalmente para pagar comisiones por transacciones, crear contratos inteligentes, desarrollar aplicaciones descentralizadas y operar dentro de la blockchain de Cardano. Como cualquier otra cripto, ADA puede comprarse y venderse en exchanges, intercambiarse por dinero tradicional y usarse en finanzas descentralizadas (DeFi).
- SOL es la criptomoneda nativa de la red Solana y es una de las criptomonedas más importantes del ecosistema, sólo por detrás de Bitcoin, Ethereum y las principales monedas estables. A su vez, Solana es una red de nodos descentralizados que permite la programación de contratos inteligentes, funciona como una red con consenso basado en prueba de participación delegada y validación por prueba de historia, por lo que SOL permite que sus poseedores participen y aseguren el funcionamiento de la red mediante el proceso de staking. El staking es el proceso de “bloquear” criptomonedas en una red para ayudar a mantener su funcionamiento y, a cambio, recibir recompensas.
- XRP es la criptomoneda de Ripple y se usa principalmente como instrumento de valor o para pagar los costos de operar en la red. Además, es considerada una de las 10 criptomonedas más importantes del ecosistema por capitalización de mercado y una de las referencias del sector, ya que cada transacción operada a través de Ripple genera una quema de XRP, es decir, un monto que se destruye para ayudar a reducir el suministro total de esta criptomoneda.
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¿Por qué Trump incluyó estas tres criptomonedas en su idea de reserva?
Según un informe del banco suizo Mirabaud, la presencia de XRP (Ripple) en esta reserva estratégica no es casual. Diseñada para facilitar los pagos interbancarios e internacionales, esta criptodivisa representa una alternativa creíble a las redes de pago tradicionales como SWIFT.
Con su inclusión, Trump está enviando una señal clara: busca aumentar la independencia financiera de Estados Unidos, apostando por una solución que eluda a los intermediarios bancarios tradicionales. Mirabaud se pregunta si esta una forma de prepararse para un mundo post-dólar?
Asimismo, Mirabaud sostiene que la elección de Solana y Cardano refuerza la intención de Trump de promover blockchains de alto rendimiento, en oposición al enfoque regulatorio hostil de la administración Biden. Ambas criptomonedas suelen presentarse como alternativas más rápidas y escalables a Ethereum. Su respaldo podría responder a dos objetivos principales:
- Atraer a promotores e inversores de estos ecosistemas para que operen desde Estados Unidos.
- Reafirmarse como defensor de la criptoinnovación, frente a una administración demócrata acusada de ahogar el sector con regulaciones estrictas.
Solana es reconocida por su velocidad y sus costos de transacción extremadamente bajos, lo que la convierte en una candidata ideal para las finanzas descentralizadas (DeFi) y los pagos digitales globales. Por su parte, Cardano adopta un enfoque más académico, centrado en la seguridad y los usos institucionales. Su inclusión en la reserva estratégica podría indicar un interés en aplicaciones gubernamentales o corporativas de gran escala.
A diferencia de Bitcoin y Ethereum, que ya están bien establecidos en el mercado, XRP, SOL y ADA aún poseen un considerable potencial de revalorización. Al promocionarlas, Trump podría estar buscando maximizar el impacto de su anuncio en los mercados y fomentar proyectos en los que Estados Unidos pueda obtener una ventaja estratégica.
