Bloomberg — El año pasado, China destinó más recursos que nunca a la minería en el exterior en el marco del programa mundial de infraestructuras de Xi Jinping, revela un nuevo estudio, que destaca su creciente control de la cadena de suministro de metales en un momento en que crecen en todo el mundo los temores a una dependencia excesiva de Pekín.
La participación de China en el sector metalúrgico y minero, tanto en forma de inversiones de capital como de contratos de construcción, superó los US$21.000 millones en el marco de la Belt and Road Initiative (Iniciativa de la Franja y la Ruta) de Xi Jinping, de acuerdo con un informe de la Universidad Griffith de Australia y el Green Finance & Development Center, creado en la Universidad Fudan de Shanghái.
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Esta cifra es la más elevada desde que el presidente chino puso en marcha esta iniciativa en el año 2013.
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El compromiso chino ha sido muy estratégico y cada vez mayor en los últimos años, aprovechando ventajas como sus conocimientos técnicos y su capacidad para financiar grandes proyectos, aseguró Christoph Nedopil, profesor de la Universidad de Griffith y uno de los autores de este informe.
“Es muy posible que los responsables políticos de China también vean con agrado el control estratégico por parte de compañías chinas, a con frecuencia privadas, de minerales críticos”, afirmó.
La presencia global del país es un reflejo de su dominio sobre la producción y refinación de muchos minerales, lo que le otorga una enorme influencia en los mercados de materias primas.
A principios de este mes, Pekín hizo gala de su poderío al imponer restricciones a las exportaciones de tungsteno y otros metales críticos utilizados en las industrias electrónica, de aviación y de defensa, en respuesta a los aranceles iniciales de la administración Trump.
La Unión Europea, Japón y Estados Unidos han expresado su preocupación por el control que ejerce China sobre la cadena de valor de los metales.
Tokio está considerando la posibilidad de imponer derechos antidumping a los electrodos de grafito producidos en China, debido al daño causado a la industria nacional, según un comunicado conjunto emitido el viernes por los ministerios de Comercio y Finanzas.
La segunda mayor economía del mundo representa más de la mitad de la producción mundial de metales para baterías, incluidos litio, cobalto y manganeso. En 2023, también representó el 69% de la producción mundial de tierras raras, según el gobierno de Estados Unidos.
El litio, que se utiliza en las baterías de los VE, es un buen ejemplo de ello.
Mientras Estados Unidos está construyendo redes de suministro con socios de libre comercio como Canadá y Australia, China está consolidando sus relaciones con las naciones africanas que se espera que estén entre los mayores productores mundiales de ese metal para finales de la década.
China también ha tratado de impedir los esfuerzos de Occidente por desarrollar nueva capacidad minera y de procesamiento restringiendo las exportaciones de tecnología y equipos clave.
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