Bloomberg Línea — Latinoamérica enfrenta una nueva fase de incertidumbre tras el fallo del Tribunal de Apelaciones de EE.UU. que declaró ilegales la mayoría de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Trump ya pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que confirme sus aranceles globales que están sustentados en una ley de 1977 diseñada para hacer frente a emergencias nacionales.
El mandatario ha solicitado una revisión rápida para que los jueces decidan si aceptan el caso antes del 10 de septiembre y programan los argumentos para principios de noviembre.
El fallo arroja incertidumbre sobre las numerosas negociaciones en curso entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, incluidos los de Latinoamérica.
A pesar de las implicaciones globales esperadas, por ahora la decisión que contiene el fallo no tiene efecto inmediato y, por tanto, la incertidumbre podría prolongarse por más tiempo.
“Según el propio fallo, la anulación de los aranceles queda suspendida hasta el 14 de octubre para permitir que el gobierno apele ante la Corte Suprema”, explica a Bloomberg Línea Nicolás Potdevin, socio de Aduanas y Comercio Exterior del bufete de abogados Pérez, Llorca, Gómez-Pinzón.
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En otras palabras, los aranceles siguen vigentes mientras se resuelve la apelación, y los socios comerciales, incluidos los países de América Latina, deben continuar operando bajo el régimen actual hasta que haya una decisión definitiva.
El principal riesgo para los países latinoamericanos es la falta de seguridad jurídica y la incertidumbre comercial que deja esta medida.
Uno de los escenarios contemplados es que si la Corte Suprema revoca el fallo y restablece los aranceles, los exportadores podrían enfrentar nuevamente barreras arancelarias de manera abrupta, afectando la planificación y los contratos internacionales.
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En cambio, “si el Tribunal Supremo coincide con el tribunal de apelación y anula los aranceles de la IEEPA (Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional), puede haber un periodo durante el cual las exportaciones latinoamericanas estén sujetas a aranceles significativamente más bajos que los actuales”, dijo a Bloomberg Línea Patrick T. Childress, international trade partner en Holland & Knight. Sin embargo, “no esperaría que ese periodo durara mucho tiempo”.
Y si los aranceles finalmente son anulados del todo, los exportadores latinoamericanos se beneficiarían de un acceso más libre y predecible al mercado estadounidense, recuperando la competitividad perdida por los gravámenes.
“Si los aranceles fueran finalmente anulados, la situación volvería a estar como antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, lo que sería muy positivo para todos los países de la región”, dijo a Bloomberg Línea Juan Carlos Martínez Lázaro, analista internacional y profesor de IE University, en España.
Estos beneficios se reflejarían especialmente en países con una dependencia muy fuerte del mercado estadounidense y en Brasil, que “ha sido castigado con aranceles muy elevados por cuestiones que no tienen que ver con el comercio”.
Legalmente, además, se abre la posibilidad de que los importadores estadounidenses busquen la devolución de los aranceles pagados durante la vigencia de las medidas, lo que podría traducirse en beneficios indirectos para los exportadores a través de mayores pedidos o mejores condiciones comerciales.
Sin embargo, el proceso de reembolso sería complejo y podría tomar tiempo.
Patrick T. Childress ve probable que el Gobierno de Estados Unidos intente volver a imponer estos aranceles, o aranceles muy similares, utilizando una autoridad legal diferente.
A su juicio, la confianza que siguen mostrando los negociadores estadounidenses se debe probablemente a la creencia entre los miembros de la administración de que disponen de otras facultades legales que pueden utilizar para restablecer algunos o todos los aranceles de la IEEPA si el Tribunal Supremo no falla a su favor.
“El Gobierno podría, por ejemplo, utilizar la Sección 232 o la Sección 301 para iniciar investigaciones sobre determinados productos o países, lo que podría dar lugar a aranceles igualmente amplios”, comentó Childress.
Medidas que puedan revisar los países

Ante la incertidumbre que genera el fallo, Nicolás Potdevin considera clave que los países latinoamericanos pueden intensificar el monitoreo de las políticas comerciales de EE.UU. y mantener canales de diálogo con la administración estadounidense para anticipar cambios y negociar condiciones favorables.
Los Gobiernos también pueden implementar medidas internas, como incentivos fiscales o financieros para los exportadores afectados, y diversificar mercados de destino para reducir la dependencia del mercado estadounidense, recomendó,
Además, sugiere fortalecer la integración regional como una estrategia para mitigar los impactos de la volatilidad externa.
En todo caso, “la volatilidad en las reglas de juego puede desalentar inversiones y dificultar la toma de decisiones estratégicas tanto para gobiernos como para empresas exportadoras”, según Potdevin.
Una derrota de Trump reduciría al menos a la mitad la actual tasa arancelaria media de EE.UU. (16,3%) y podría obligar al país a reembolsar decenas de miles de millones de dólares, además de poner en riesgo acuerdos preliminares, según Chris Kennedy, de Bloomberg Economics.
Los países BRICS se acercan en medio de las turbulencias

En medio de las turbulencias generadas por la guerra comercial y las dudas sobre la implementación de los aranceles, las economías emergentes agrupadas en el bloque de los BRICS estrechan lazos y avanzan con su propia agenda.
Estos acercamientos se han hecho más evidentes en medio de la guerra comercial, sobre todo entre Brasil y su principal socio, China, dos de las economías más golpeadas por los aranceles de Trump.
Juan Carlos Martínez Lázaro considera que en este contexto cabe la posibilidad de que “China pueda aprovechar las tensiones comerciales para aumentar su influencia en países castigados por las políticas comerciales estadounidenses o que inunde terceros países con bienes que ahora le será más difícil exportar a Estados Unidos”.
En el más reciente episodio de estos acercamientos entre los BRICS, China e India buscan dejar atrás sus diferencias y tensiones que marcaron su relación por años.
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“Mientras tengamos claro que somos socios y no rivales, las relaciones podrán avanzar con firmeza y a largo plazo”, dijo el presidente chino, Xi Jinping, en el marco de una reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, a finales de agosto.
En visión de Nicolás Potdevin, los aranceles de EE.UU. también han incentivado a los países BRICS a diversificar sus relaciones comerciales y buscar reducir su dependencia del mercado estadounidense, incluso mediante acuerdos en monedas locales y el fortalecimiento de cadenas de suministro alternativas.
“Es posible que los BRICS intenten ingresar de manera agresiva a otros mercados para compensar la pérdida de acceso a EE.UU., recurriendo en algunos casos a prácticas como el dumping o estrategias comerciales que no siempre se alinean con los lineamientos de la OMC”, dijo el abogado.
Esto podría aumentar la competencia para los exportadores latinoamericanos y desafiar la estabilidad de los mercados globales
Riesgos acotados
Según un reciente informe de la consultora Oxford Economics, se espera un impacto global acotado por los aranceles de Trump, al ser mitigados por una política fiscal —y en menor medida monetaria— de apoyo, especialmente en EE.UU. y China.
Para los analistas, la moderación del crecimiento del PIB global en la primera mitad del año no fue sorpresivo en un contexto de agitación y volatilidad.
En el primer semestre, la economía mundial creció a un ritmo anualizado del 2,6%, frente al 2,8% de crecimiento en 2024.
La política arancelaria de Trump impacta la economía global principalmente porque genera más incertidumbre y frena la inversión de las empresas, según los autores.
“A pesar de la enorme incertidumbre creada por los aranceles de EE.UU., crece la percepción de que la economía global y los mercados financieros podrían convivir con ellos”, escribió Ben May, director de Investigación Macro Global en Oxford Economics y autor del informe.
De acuerdo al análisis, con sus aranceles el presidente Trump abriría una era de comercio más fragmentado y de mayor proteccionismo.
Para el analista Martínez Lázaro, de IE University, de momento hay que “esperar y prepararse para un escenario final con aranceles, pues no sería de extrañar que el Tribunal Supremo, que tiene un fuerte sesgo conservador, acabase validándolos”.
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