Bloomberg Línea — La generación Z es la cohorte demográfica más educada y menos pobre de la historia de Latinoamérica, pero exhibe niveles de autonomía económica inferiores a sus predecesores, dijo a Bloomberg Línea Hernan Winkler, economista sénior de la Práctica Global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.
Aunque hubo un notable incremento en el nivel educativo a través de las generaciones y la tasa de pobreza para este grupo etario se ha reducido hasta la mitad o más en la mayoría de estos países entre la generación X y la Z, su capacidad para formar hogares propios y acumular riqueza se ha debilitado ante empleos de baja calidad.
“Esta prosperidad relativa no se ha traducido en mayor independencia residencial”, explicó a este medio Hernan Winkler, del Banco Mundial. En promedio, “para este grupo de países, la proporción de jóvenes que son jefes de hogar o cónyuges ha caído del 35% al 32% entre la generación X y los millennials, y del 32% al 26,5% entre los millennials y la generación Z”, apuntó.
Además, los ingresos laborales revelan ganancias heterogéneas entre países.
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En los países analizados en la región, la generación Z gana ingresos entre un 5% y un 36% más que la generación X, y entre un 8% y 24% más que los millennials.
Estos avances han sido más pronunciados para las mujeres.
Para este análisis, el Banco Mundial compara tres cohortes generacionales en seis países de América Latina -México, Panamá, Perú, Uruguay, Costa Rica, República Dominicana—centrándose en un grupo de edad específico: jóvenes de 22 a 28 años hoy.
La generación X está representada por quienes tenían de 21 a 27 años en el año 2000, los millennials por quienes tenían de 21 a 27 años en 2010, y la generación Z por los jóvenes de 21 a 27 años en 2024.
El Banco Mundial indica que esta metodología permite aislar los efectos generacionales de los efectos del ciclo de vida, comparando personas en el mismo momento de sus trayectorias vitales pero en contextos históricos distintos.
Los datos provienen de encuestas de hogares nacionales.
Desafíos en el mercado laboral

Los jóvenes en Latinoamérica enfrentan desafíos significativos para la acumulación de riqueza ante empleos de baja calidad, una alta proporción de “ninis” (19%. - que no estudian ni trabajan) y el impacto de la automatización y la inteligencia artificial, que está eliminando los primeros escalones de la experiencia laboral.
Y es que si bien la región ha experimentado una expansión educativa notable, la calidad de los nuevos empleos es un reto persistente, lo que limita la capacidad de los jóvenes para acumular riqueza a largo plazo.
Además, Hernan Winkler indica que los rendimientos de la educación en términos de ingresos han disminuido, y tres de cada cuatro jóvenes de 15 años no dominan habilidades básicas en matemáticas, “reduciendo su potencial de generar ingresos”.
De otra parte, “la alta proporción de ‘ninis’ en Latinoamérica y el Caribe implica que millones de jóvenes están desconectados de oportunidades educativas y laborales, lo que limita su desarrollo de habilidades y su capacidad de acumular riqueza”, indicó Winkler.
Entre tanto, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y la automatización está transformando radicalmente los empleos juveniles.
La IA puede realizar un gran porcentaje de las tareas que antes eran propias de los trabajos iniciales, como el análisis de datos, la redacción de informes y la revisión de texto.
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Esto, según Winkler, ha creado una paradoja: las empresas siguen necesitando profesionales experimentados, pero la IA está eliminando los peldaños inferiores de la escalera laboral, dificultando que los jóvenes adquieran experiencia práctica.
“Esto es como pedirles a los jóvenes que comiencen sus carreras en el tercer piso, pero hemos quitado las escaleras”, comentó.
Por lo tanto, la capacidad de los jóvenes de la generación Z para acumular riqueza depende cada vez más de su habilidad para adaptarse a las nuevas demandas del mercado, aprovechar la tecnología como herramienta de crecimiento y buscar empleos en sectores dinámicos y formales.
Para el Banco Mundial, las políticas públicas deben enfocarse en mejorar la calidad educativa, promover el aprendizaje continuo y facilitar la transición hacia empleos formales y sostenibles para que esta generación pueda construir un futuro más próspero.
Desafíos globales para los jóvenes

Los jóvenes en el mundo se enfrentan a desafíos compartidos para lograr su independencia económica.
En España, por ejemplo, el poder adquisitivo de los millennials es un 40% menor que el de sus padres a la misma edad, dijo a este medio Álvaro Zapatel, economista de IE University, basado en datos del Banco de España.
Además, el 45% los baby boomers (o padres de milennials y Z) poseen el 45% de la vivienda en España.
Por lo tanto, el economista de IE University detalla que un factor a destacar es la herencia como determinante que profundice brechas de inequidad en estas dos generaciones.
En EE.UU. explicó que “el poder adquisitivo de la generación Z es 86% menor que el de sus padres a la misma edad”, de acuerdo con cifras el US Bureau of Labor Statistics.
“Tanto en EE.UU. como en España, el desafío que precariza el contexto para los millennials y los Z subyace en el mayor endeudamiento y acceso a vivienda”, apuntó Álvaro Zapatel.
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En el caso español, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), indicó que la revalorización de 71% de la vivienda en la última década impide que los millennials y Z puedan estructurar planes de ahorro viables que les facilite el acceso a una hipoteca. “Tal circunstancia vuelve incierta su capacidad para adquirir una vivienda e incrementar su patrimonio”.
En todo caso, considera que los jóvenes de la generación Z y Millennial podrían tener una ventaja competitiva dada su adaptabilidad y permeabilidad a la innovación y nuevas tecnologías como la IA, lo que puede mejorar su perspectiva de salida laboral en contraste con otras generaciones.
No obstante, Zapatel cree que las limitaciones estructurales para el acceso a vivienda y la necesaria educación financiera para invertir en otro tipo de instrumentos “disminuyen el rango de acceso a oportunidades que puedan incrementar su patrimonio”.
Nuevas rutas hacia la riqueza
Glen Steward, fundador y presidente de la firma de asesoría de inversión boutique Stewards Investment Capital, dice que si bien los altos costos de vida, la inflación, la deuda y las barreras para acceder a vivienda han dificultado que los millennials y la generación Z acumulen riqueza como lo hicieron sus padres, “la historia no es del todo unilateral”.
También han surgido nuevas fuentes de riqueza gracias a los activos digitales, el emprendimiento tecnológico y la economía de los creadores.
Estos campos “han dado lugar a un tipo de riqueza completamente nuevo, e incluso a multimillonarios, y todo ello a una edad mucho más temprana”, apuntó Glen Steward.
En su opinión, estas generaciones operan en una economía que recompensa la innovación, la agilidad y las industrias de la nueva era de una manera que las generaciones anteriores nunca experimentaron.
“Siempre hay dos caras de la moneda. Si bien la deuda, el alto costo de vida y la vivienda han hecho que la creación de riqueza sea una tarea ardua para muchos millennials y miembros de la generación Z, otros se han beneficiado del auge de nuevos motores de riqueza”, apuntó Glen Steward.
Considera, además, que el mercado laboral actual es mucho más fluido que el de las generaciones anteriores, con los millennials y la generación Z cambiando de trabajo con más frecuencia, dedicándose al trabajo autónomo y creando múltiples fuentes de ingresos.
Ese dinamismo genera oportunidades, pero también significa ingresos menos predecibles y menos redes de seguridad tradicionales, como las pensiones o las prestaciones a largo plazo de las empresas.
En materia de inversión, la accesibilidad a plataformas digitales y a nuevos activos permite comenzar antes, aunque con mayor exposición a la volatilidad y la especulación, dijo Steward.
En esa búsqueda de nuevas oportunidades y movilidad, entre los millennials y la generación Z se ha vuelto común construir portafolios con múltiples residencias o ciudadanías, como parte de una tendencia global de diversificación patrimonial, explicó a este medio Michel Soler, director general de la división para América Latina de la firma especializada en migración de inversiones Henley & Partners.
Estas generaciones, especialmente la Z, participan tanto en activos tradicionales como alternativos —desde criptomonedas hasta NFT— y, al acumular riqueza a través de estos medios, buscan jurisdicciones que combinen calidad de vida y eficiencia fiscal.
Steward subraya que, más allá de las cifras, la riqueza moderna depende de la disciplina, la educación financiera y la gestión informada del riesgo.
Además, destaca un cambio generacional profundo: para los jóvenes, ser rico ya no significa sólo acumular, sino alcanzar libertad, propósito y equilibrio entre rentabilidad, sostenibilidad y experiencias.
“Para muchos millennials y miembros de la generación Z, la riqueza no consiste en la acumulación”, indicó Glen Steward, de Stewards Investment Capital. “Ellos privilegian la libertad, la flexibilidad y el propósito, dando prioridad a las experiencias, la sostenibilidad y el impacto, además de los rendimientos”.
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