Bloomberg — La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó que el retroceso de la inflación está progresando, aunque las fricciones comerciales mundiales siguen planteando riesgos.
Dirigiéndose a los legisladores de la Unión Europea (UE) en Estrasburgo, Lagarde reiteró que se espera que el crecimiento de los precios al consumo alcance el objetivo del 2% del BCE este año. Habló tras la última ronda de anuncios arancelarios del presidente estadounidense, Donald Trump, advirtiendo de un entorno económico “desafiante”.
“El proceso de desinflación en la zona euro va por buen camino”, dijo en un debate este lunes sobre el informe anual 2023 del BCE. “Una mayor fricción en el comercio mundial haría más inciertas las perspectivas de inflación de la zona euro”.
Se espera ampliamente que el BCE baje las tasas por sexta vez este ciclo en marzo, y la mayoría de los funcionarios confían en que alcanzarán su objetivo de inflación en los próximos meses. Sin embargo, abundan los riesgos de que se sobrepasen o se queden cortos, lo que hace inciertos nuevos movimientos.
Entre los factores que podrían mantener elevados los aumentos de los precios al consumo se encuentran los posibles aranceles comerciales estadounidenses y la subida de los precios de la energía. La economía, mientras tanto, se ha estancado, lo que amenaza con arrastrar la inflación por debajo del objetivo.
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Lagarde dijo que la frecuencia de shocks similares a la pandemia y a la invasión rusa de Ucrania "probablemente seguirá siendo alta".
Los analistas y los inversores consideran que la tasa de depósito del BCE, actualmente en el 2,75%, acabará bajando al 2%, posiblemente tan pronto como a mediados de año. Eso coincidiría con el punto medio de una gama de estimaciones de los investigadores de la institución para el llamado tipo neutral, un nivel teórico que ni restringe ni estimula la actividad económica.
Repitiendo el lenguaje de la última reunión de política del BCE, Lagarde dijo que ella y sus colegas “seguirán un enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión para determinar la postura apropiada de política monetaria” y no están “precomprometidos con una senda de tasas particular”.
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