Bloomberg — Una ansiosa sensación de espera puede surgir de los Bancos Centrales en la próxima semana, en su primera evaluación colectiva de cómo las políticas comerciales del presidente Donald Trump están afectando a la economía mundial.
Aunque los funcionarios desde Washington hasta Londres y Tokio ya han fijado los costes de endeudamiento una vez desde que el presidente estadounidense entró en la Casa Blanca en enero, esas decisiones precedieron a una marcada escalada en su retórica y medidas contra vecinos, aliados y competidores por igual.
Con los aranceles globales ahora en vigor sobre el acero y el aluminio, y con Canadá, China y la Unión Europea sufriendo aún más la ira de Trump, lo que hace unas semanas eran amenazas no realizadas han surgido ahora como trabas al comercio en toda regla.

Los banqueros centrales, que luchan por calibrar si el impacto será mayor sobre el crecimiento o la inflación, bien podrían optar por no hacer nada por ahora.
Las nuevas preocupaciones sobre una posible recesión en EE.UU. que se apoderaron de Wall Street la semana pasada probablemente no incitarán a la Reserva Federal a aplicar más medidas de relajación por ahora, y los tipos de interés sin cambios son también los resultados más probables en las reuniones de Japón, el Reino Unido y Suecia. Los funcionarios de Sudáfrica, Rusia e Indonesia podrían seguir su ejemplo.
Sin embargo, algunos otros probablemente actuarán de inmediato frente a los riesgos acuciantes, mientras evalúan con cautela las repercusiones de las medidas de Trump. En Brasil, por ejemplo, se prevé ampliamente que el banco central vuelva a subir los costes de endeudamiento para luchar contra la resurgente inflación.
Lo que dice Bloomberg Economics:
“Aunque la confianza de los consumidores y las empresas se deteriore rápidamente, el grado de libertad de la Fed para recortar los tipos se ve limitado por los indicadores que muestran un repunte de las expectativas de inflación. En ausencia de una ‘Put Trump’, la reticencia de la Fed a recortar -a ofrecer al mercado una ‘Put Fed’ al menos- podría empujar el deterioro del sentimiento a algo más que simples vibraciones”, Anna Wong y Chris G. Collins, economistas.
En total, los responsables de la mitad de las 10 divisas más negociadas del mundo, junto con otros pares del Grupo de los 20, están preparados para fijar los tipos en los próximos días.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, describió el miércoles el reto al que se enfrentan muchos de sus homólogos mundiales. Dado que su propia institución se ha abstenido recientemente de señalar su próximo movimiento por cautela sobre el telón de fondo, afirma que el trabajo de elaboración de la política monetaria acaba de hacerse más difícil.
"El nivel de incertidumbre al que nos enfrentamos es excepcionalmente alto", dijo Lagarde. "Mantener la estabilidad en una nueva era será una tarea formidable".
Haga clic aquí para ver lo que ocurrió la semana pasada, y a continuación le ofrecemos un análisis más detallado de la panoplia de decisiones de los bancos centrales previstas para los próximos días.
--Con la colaboración de Brian Fowler, Monique Vanek, Ott Ummelas, Paul Wallace, Ragnhildur Sigurdardottir, Reade Pickert, Robert Jameson, Tom Rees, Tony Halpin y Vince Golle.
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