Bloomberg Línea — Los países de bajos ingresos podrían desbloquear unos US$75 billones globalmente en beneficios anuales si logran cerrar brechas en el acceso a la energía y los mercados de capital para aprovechar realmente las oportunidades de la inteligencia artificial (IA), de acuerdo a un nuevo informe de Oxford Economics.
Aunque la IA tiene un gran potencial económico, los países de bajos ingresos solo podrán aprovecharlo plenamente si mejoran el acceso a energía confiable y asequible y amplían la inclusión financiera.
La IA también tiene el potencial de profundizar aún más la desigualdad económica global si todos los países no pueden aprovechar las mejoras en productividad que ofrece.
El reporte, “Impulsando la oportunidad de la IA en países de bajos ingresos”, fue presentado el 2 de noviembre en el evento Energy & AI: Twin Engines Turbo Charging Economic Growth en Abu Dabi por John Walker, presidente de Oxford Economics.
“Los países de bajos ingresos podrían estar en una posición privilegiada para beneficiarse”, dijo Walker.
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Por ejemplo, el acceso a la energía podría aportar US$53 billones, mientras que la expansión del acceso al capital podría sumar US$22 adicionales anualmente a la economía global.
Según Oxford, estudios de caso en Brasil, India, Marruecos y Sudáfrica muestran que inversiones estratégicas en plataformas financieras con IA y energía renovable pueden desencadenar transformaciones económicas más amplias.
“Construir infraestructura económica preparada para la IA no es solo un imperativo local, sino una oportunidad regional y global”, dijo Debra D’Agostino, directora de Thought Leadership de Oxford Economics.
Cortar barreras que limiten la IA

El informe da cuenta de que las actuales barreras pueden frenar el impulso al crecimiento que ofrece la inteligencia artificial.
Para desbloquear el potencial de la IA, Oxford propone a los países de bajos ingresos construir infraestructura energética moderna y resiliente, priorizando fuentes renovables.
También sugiere expandir el acceso financiero mediante plataformas digitales y regulación inclusiva y preparar a la fuerza laboral con habilidades prácticas para participar en la economía de IA.
Otras medidas incluyen crear entornos de políticas transparentes y atractivos para inversiones, así como fomentar asociaciones entre gobierno, empresas y sociedad civil para acelerar la adopción y localización de beneficios.
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“Que la IA se convierta en un catalizador para los países de bajos ingresos no dependerá solo de la tecnología, sino también de políticas, inversiones y alianzas”, agregó D’Agostino.
“Actuando temprano para construir condiciones habilitantes y capacidades locales, los países pueden inclinar la balanza hacia la oportunidad y beneficios compartidos”, detalló Debra D’Agostino. “La cooperación internacional y la inversión focalizada son clave para garantizar que la IA genere prosperidad global compartida y no más desigualdad”.
Un motor poderoso de crecimiento

“La inteligencia artificial puede ser un motor poderoso de crecimiento, pero solo si se abordan las barreras fundamentales”, dijo Innes McFee, economista jefe global de Oxford Economics.
“El verdadero premio global depende de garantizar energía confiable y mercados de capital sólidos para los miles de millones que siguen subatendidos”, expresó McFee. “La inversión coordinada público-privada en estas bases permitirá que la IA impulse un crecimiento transformador e inclusivo, mucho más allá de los líderes tecnológicos actuales”.
De acuerdo con Oxford, en los países de bajos ingresos solo el 26% de los empleos están altamente expuestos a la IA.
En los países de altos ingresos, un 60% de los empleos están expuestos a estas tecnologías.
Según el presidente de Oxford Economics, en los países de bajos ingresos los aumentos de productividad podrían elevar los ingresos y el poder de consumo.
En la actualidad, el PIB per cápita promedio en los países de bajos ingresos es de aproximadamente US$4.800, apenas una undécima parte del de las economías de altos ingresos, en donde asciende a US$54.100 (en términos de PPP), según el informe.
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