Bloomberg — Las ventas de propiedades residenciales en China siguieron cayendo en mayo, lo que indica que el desplome inmobiliario sigue pesando sobre una economía presionada por la deflación y las tensiones comerciales.
El valor de las ventas de viviendas nuevas de las 100 mayores empresas inmobiliarias cayó un 8,6% respecto al año anterior, hasta los 294.600 millones de yuanes (US$40.900 millones), según cálculos basados en datos preliminares de China Real Estate Information Corp. Esto sigue a un descenso del 8,7% en abril.
Una tregua en los aranceles de EE.UU. ha hecho poco por la segunda economía más grande del mundo, ya que la caída de los precios erosiona los beneficios empresariales y los ingresos de los empleados. Eso ha provocado una supresión de la demanda de compra de viviendas, justo cuando los efectos de un bombardeo de estímulo el pasado septiembre empiezan a desaparecer.
“El sector inmobiliario chino aún no ha tocado fondo”, afirmó esta semana Wang Ying, director gerente de Fitch Ratings. “La mayor parte del inventario residencial se encuentra en ciudades más pequeñas, lo que significa que un punto de inflexión del sector sólo vendría de un amplio aumento de los ingresos y la riqueza”.
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Los altos funcionarios chinos han afirmado que una recuperación del sector inmobiliario contribuirá a proteger al país de las subidas arancelarias estadounidenses. Sin embargo, las altas autoridades han adoptado un enfoque paciente sobre las políticas inmobiliarias, buscando el momento adecuado para emitir más apoyo.
A finales de mayo, los funcionarios reiteraron los programas existentes para el sector inmobiliario, incluidas las iniciativas de renovación urbana.
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