Bloomberg Línea — El perro sin raza definida y pelaje marrón dorado se ha convertido en un símbolo no oficial de Brasil, y las empresas apuestan por el potencial de este icono que ha superado la imagen tradicionalmente asociada al abandono y la marginación.
Desde su uso en anuncios publicitarios hasta convertirse en el tema de una nueva película de Netflix, el perro callejero de color caramelo se ha consolidado como un fenómeno cultural en el país.
La película Caramelo, que se estrena el próximo 8 de octubre en Netflix (NFLX), es el ejemplo más reciente de este movimiento.
La producción nacional dirigida por Diego Freitas está protagonizada por Rafael Vitti junto a un perro callejero de color caramelo llamado Amendoim.
En la película, el personaje de Pedro (interpretado por Rafael Vitti) es un ambicioso chef a punto de dirigir un restaurante, cuya vida da un giro inesperado tras recibir un diagnóstico inesperado. Con un perro callejero de color caramelo, él emprende un viaje de amistad transformador, según la sinopsis publicada por Netflix.

La producción de Migdal Filmes, en colaboración con la plataforma de streaming, cuenta además con Arianne Botelho, Noemia Oliveira y Carolina Ferraz en el reparto, además de la participación especial de la reconocida chef Paola Carosella.
El adiestramiento de los animales estuvo a cargo de Luis Estrelas, quien también supervisó el bienestar de los animales en el set, con la asesoría técnica de Mike Miliotti, entrenador estadounidense de Garfield: la película (2004).
Netflix ha invertido en producciones nacionales como estrategia de expansión en el mercado brasileño, buscando desarrollar contenido local que dialogue tanto con el público nacional como con el internacional.
La película representa la apuesta de la plataforma por narrativas que exploran elementos de la cultura popular brasileña, siguiendo un modelo ya aplicado en otras producciones originales.
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El fenómeno en las redes y el interés empresarial
Las redes sociales comenzaron a consagrar al perro caramelo a finales de la década de 2010, reflejando movimientos culturales de valoración de la diversidad y la representación de la identidad nacional de forma auténtica.
Además de la película de Netflix, la figura del perro callejero caramelo ha generado diversas oportunidades comerciales en Brasil, desde productos de vestuario hasta campañas institucionales.
El Banco Central de Brasil protagonizó uno de los casos más notorios al crear una campaña con el perro caramelo para promocionar el billete de R$200 en 2020, después de que una movilización en las redes sociales pidiera que el perro apareciera en el nuevo billete.
Aunque el Banco Central mantuvo al lobo guará como animal oficial del billete, la institución reconoció la popularidad del perro callejero de color caramelo.
Paralelamente, empresas de ropa, como la marca Chico Rei, explotan diseños con la imagen del perro en camisetas, con creaciones que van desde estampados sencillos hasta sofisticadas parodias como Caramelo Republic, que alude a la bandera de California sustituyendo la imagen de un oso por la figura del perro brasileño.
El uso de la imagen del perro coincide además con el aumento del número de hogares con mascotas en el país, que cada vez tienen más peso estadístico.
Brasil es el tercer país con mayor población canina del mundo, con 62 millones de animales, según datos de 2022 de HealthforAnimals, solo por detrás de Estados Unidos y China.
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Contexto histórico
La expresión “complejo de perro callejero”, popularizada por el escritor y periodista Nelson Rodrigues (1912-1980) tras la derrota de la selección brasileña de fútbol en la Copa de 1950, se utilizó durante décadas para describir la tendencia de los brasileños a menospreciar lo nacional en favor de lo extranjero.
Durante décadas, esta postura se manifestó en la preferencia por los productos importados y en la desconfianza en las capacidades nacionales. El perro se convirtió en símbolo de esta mentalidad.
La reciente revalorización del chucho es, por lo tanto, una forma de revertir esta visión. Además, refuerza la identidad nacional en un momento en el que Brasil se replantea su posición en la escena mundial ante las incertidumbres geopolíticas y la creciente disputa entre Estados Unidos y China.
La película Caramelo surge en este contexto en el que Brasil se ve en la necesidad de valorizar sus productos y capacidades internas.
“Netflix fue sensible a lo que estaba sucediendo con el zeitgeist. El perro caramelo es el espíritu de nuestro tiempo”, observó el director de la película en una entrevista reciente con la agencia Associated Press.