Bloomberg Línea — Vivir en un avión no necesariamente significa pasar horas en viajes de negocios. Un empresario de la aviación llevó las cosas al límite y transformó un antiguo avión comercial en el corazón de una lujosa residencia. La singular propiedad de dos pisos ha despegado en el mercado inmobiliario con un precio de US$2,1 millones.
Ubicada en Terlingua, Texas, una antigua ciudad minera estadounidense en la zona fronteriza con México, la residencia fue concebida en 2023 por Adam Baker, fanático de la aviación y empleado de Southwest Airlines. “Durante 10 años tuve el sueño de construir una casa con un avión”, dijo Baker a Mansion Global.

Su creador visualizó el proyecto como una propiedad vacacional hasta para 11 personas que aún se enlista en Airbnb y cuyo desarrollo le tomó una inversión de US$1 millón, según reveló al medio.
Solo la vieja aeronave, que fue usada por Air Canada y FedEx, le costó US$30.000 y fue trasladada desde California a Texas. Para integrarla al diseño, tuvo que ser “cortada” en varias secciones distribuidas en las más de 32 hectáreas en las que se extiende la propiedad.

La casa con estructura metálica cuenta con cuatro recámaras, tres baños y una arquitectura que conserva elementos originales del avión, como las ventanillas y el tablero de control. El recibidor alberga la parte frontal de la aeronave, con todo y tren de aterrizaje. “Parece que el avión está listo para despegar”, señaló el propietario.
En otras secciones, una pequeña sala deja ver el esqueleto de la aeronave, mientras que una de las recámaras se desarrolló en otro tramo del avión. Además, Baker reutilizó los asientos originales y dotó la vivienda de una iluminación que la hace lucir como una terminal aérea. “Es una experiencia surreal”, declaró al medio.

Una casa única en un “pueblo fantasma”
El sitio Realtor destaca que la “casa avión” se ubica en un “pueblo fantasma”, pero para Lynn Behrens, de Legacy Broker Group, la agencia a cargo de la venta de la propiedad, se trata de algo “inusual” incluso para los estándares locales.
“Nunca he visto algo parecido por aquí, y eso que hemos tenido construcciones muy extrañas, porque muchas personas han convertido las ruinas del antiguo pueblo minero en viviendas”, dijo a Mansion Global.








