Los populares restaurantes colombianos Andrés Carne de Res, en Chía, y Andrés D.C, de Bogotá, se encuentran en medio de la polémica luego de que la Superintendencia de Industria y Comercio del país (SIC) ordenara el cierre inmediato de los establecimientos.
Durante una inspección realizada en septiembre, el organismo detectó deficiencias en las instalaciones eléctricas y de gas, que “representan un riesgo inminente para la vida, la salud y la seguridad de los consumidores, trabajadores y visitantes”, según el diario El Tiempo.
El restaurante, nacido en 1982, emitió un comunicado en el que señaló que “las adecuaciones requeridas han sido ejecutadas en su totalidad y a satisfacción” y que se presentarán ante las autoridades para agilizar el levantamiento de las medidas.
Ambos restaurantes gozan de una amplia popularidad y han colocado a su fundador, Andrés Jaramillo, como el rostro conocido de ambas entidades.
Jaramillo estableció Andrés Carne de Res en una carretera de Chía, en 1982. El lugar pasó de ser una parrilla familiar a un suceso empresarial que ocupó el puesto 24 en la prestigiosa lista de The World’s 50 Best Latin America 2013 por su singular mezcla culinaria, con bar, galería y una fiesta que parece no terminar.
La popularidad del local llevó a Jaramillo a expandirse en 2009 con la apertura de Andrés D.C., en Bogotá, y varios puestos conocidos como Andrés Exprés. “Asamos en las brasas 50 toneladas de carne de res, sin contar cerdos y pollos”, dijo en una nota publicada por El País en 2014.
Grupo IGA, el control de “Andrés Carne de Res”
Aunque Andrés Jaramillo sigue ligado a la identidad y al legado del restaurante, el control empresarial de Andrés Carne de Res recae desde hace años en el grupo Inmaculada Guadalupe y Amigos S.A.S., propietario también de las cadenas colombianas Kokoriko y Mimo’s, pertenecientes a los hermanos Robayo Ferro. En 2017, este conglomerado se fusionó con el Grupo Conboca, según reportó Pulzo. Por su parte, Las 2 Orillas ha señalado que Jaramillo se mantiene como accionista minoritario, con alrededor del 20% de participación en el restaurante, mientras que el control mayoritario lo ejercen los Robayo Ferro.
Esta familia empresarial es propietaria del grupo que fundó la cadena de asaderos Kokoriko —a través de la Compañía Comercial e Industrial de Aves (AVESCO)— y que, mediante el Grupo Conboca, ha expandido su presencia a otras marcas del sector alimentario, como Helados Mimo’s y otras empresas de alimentos y restaurantes en Colombia.
El control de IGA permitió que Andrés Carnes de Res diera el salto a Estados Unidos, donde abrieron una sucursal en Miami gracias a una inversión de US$14 millones, según Las 2 Orillas.