Bonos argentinos en dólares resisten, pese al estrés en la curva pesos y la caída del Merval

Los instrumentos soberanos hard dollar tienen un 2025 negativo, pero sin mostrar la debilidad del equity.

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21 de agosto, 2025 | 05:30 AM

Buenos Aires — El estrés que está atravesando la curva en pesos, con tasas a un día llegando al 80% nominal anual para luego derrumbarse, no se trasladó, de momento, a la deuda en dólares de Argentina. Si bien el riesgo país se encuentra por encima del valor que tenía al iniciar el año, lo cierto es las caídas de los bonos han sido mucho menos abruptas que las que exhibió la renta variable.

El Global 2030 medido al dólar MEP (GD30D) cayó 6,2% en lo que va del año, contra un S&P Merval que, medido en dólares, está casi un 25% por debajo del valor que tenía al cierre de 2024.

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El riesgo país, cuyo movimiento está atado al de los bonos argentinos emitidos bajo jurisdicción extranjera, aunque de manera inversa, empezó el 2025 en 635 puntos y, actualmente, se ubica en 704. No obstante, a lo largo del año se vivieron momentos de tensión, como, por ejemplo, cuando el 8 de abril llegó a 993 puntos.

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Esto ocurre a pesar de que el 2025 viene siendo un año moderadamente positivo para los instrumentos soberanos comparables con los argentinos: el ETF EMHY,, compuesto por bonos estatales de alto rendimiento, subió 3,6%.

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Comparación entre bonos y acciones

El economista jefe de Grupo SBS, Juan Manuel Franco, analizó la dinámica reciente de los bonos en dólares y sostuvo que, a diferencia de los títulos en pesos, “se han mostrado más estables, sin registrar caídas fuertes ni picos de volatilidad”.

Según Franco, uno de los hechos más relevantes de las últimas semanas fue “el fuerte relajamiento de la meta de reservas con el FMI”, que le da cierto respiro al frente financiero, aunque aclaró que “los desafíos de fondo persisten”. En este marco, planteó que el rumbo de los bonos en moneda dura estará condicionado por “la capacidad del Banco Central de acumular reservas y el devenir electoral de septiembre y octubre”.

El economista remarcó además que factores externos, como la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el comportamiento de otros mercados emergentes, también jugarán un rol clave.

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Según Juan Carlos Barboza, gerente de research de Mariva, se ve “un mayor apetito de los inversores globales por bonos de alto rendimiento (high yield)”, tendencia que podría intensificarse si, como descuenta el mercado, la Reserva Federal de Estados Unidos recorta la tasa en 25 puntos básicos en su próxima reunión. Ese ajuste reforzaría el atractivo de la deuda emergente.

Barboza también subrayó que los fundamentos locales acompañan este contexto. En julio, la inflación núcleo se desaceleró al 1,5 % mensual, el nivel más bajo desde 2017. A esto se suma la consolidación fiscal, con un superávit primario acumulado en el año equivalente al 1,1 % del PIB, una mejora en la acumulación de reservas internacionales y un nuevo desembolso del FMI por US$2.000 millones.

¿Cómo posicionarse en el trade electoral?

De cara al denominado trade electoral, Barboza planteó que en un escenario positivo para el oficialismo —tal como sugiere el Índice de Confianza del Gobierno (ICG), altamente correlacionado con el desempeño electoral— “los bonos en dólares y las acciones presentan mayores upsides que la deuda en pesos”.

En ese marco, explicó que un ejercicio de retorno total a seis meses, bajo la hipótesis de que la curva soberana se normalice hasta niveles de calificación crediticia B-, muestra que los bonos GD35 y GD41 tendrían un potencial de suba cercano al 25 %.

En tanto, Franco recomendó prudencia respecto del trade electoral: “Si bien el mercado puede pagar un resultado electoral percibido como positivo, no hay que dejar de lado que los desafíos macro continúan y que la economía todavía no está normalizada, pese a la importante baja de la inflación”.

En materia de estrategias de inversión, Franco sugirió que los perfiles con mayor apetito por el riesgo podrían mirar a bonos como el GD35 o el GD41, así como a acciones del sector energético a mediano plazo. En cambio, para quienes confían en un desenlace electoral favorable, señaló que podría haber más valor en el GD30.

Por último, respecto al mercado en pesos, Franco destacó su preferencia por “la curva CER, en un contexto de tasas reales altísimas”.

Bancos golpeados

En los bancos estamos viendo balances malos, porque están perdiendo negocios que antes tenían más claros, con el Banco Central que los dejaba hacer cosas que ahora no y eso les está pegando patrimonialmente”, señaló el director de la consultora Invecq Santiago Bulat, en diálogo con Urbana Play, al ser consultado por las caídas de acciones de entidades financieras.

No obstante, Bulat aclaró que el derrumbe que tuvieron las acciones bancarias el 19 de agosto no es 100% atribuible a esta situación, ya que se dio en un contexto de bajas generalizadas de las acciones argentinas.

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