Buenos Aires — El precio del petróleo alcanzó el miércoles su valor más bajo de los últimos seis meses, lo que podría generar efectos encontrados para la economía argentina. La caída del Brent por debajo de los US$70, valores que no se observaban desde septiembre, supone un alivio para los precios de los combustibles en el país, pero a la vez también enciende señales de alarma respecto de su impacto en el ingreso de divisas, por lo que su evolución puede ser crucial para dos variables clave del plan económico que llevan adelante el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
YPF subió 1,9% el precio de los combustibles el sábado pasado. Entre los motivos del aumento, además del precio del recurso, está la devaluación del tipo de cambio, los impuestos y los biocombustibles. El Boletín Oficial publicó este miércoles la actualización de los combustibles líquidos (ICL) y el impuesto al dióxido de carbono, ya contemplados por la petrolera argentina.
En lo que va del 2025, YPF aplicó tres subas: 1,75% en enero, 2% en febrero y 1,9% en marzo, un acumulado del 5,8% para los primeros tres meses del año. Desde septiembre del 2024, Horacio Marín (CEO y presidente de la compañía) no volvió a comunicar una baja en los precios producto de una caída en el precio internacional. De sostenerse lo reflejado por el brent y el WTI esta semana, Marín podría revisar el valor que reflejan los surtidores de las estaciones de servicio.
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YPF cerró el 2024 con 56,1% del market share de las ventas de nafta y gasoil. Ese protagonismo es referencia también para el resto de las competidoras a la hora de fijar el precio. Por detrás de la petrolera argentina, siguen Raizen (que opera la marca Shell, con el 19,2%), Axion (de PAE, con el 14,2%) y Puma, con el 6,6%, según datos de la consultora Economía & Energía.
¿Qué pasó con el brent?
En el contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las presiones de Donald Trump para bajar los precios del crudo, la OPEP+ decidió continuar con el aumento de la producción. Como resultado, el precio del brent cayó 2,4% este miércoles y se fijó apenas por encima de los US$69. El West Texas Intermediate (WTI) cayó el 2,9% y cayó a los US$66. Ambos indicadores registraron su valor más bajo desde principios de septiembre.
El brent acumula una caída del 6% en lo que va del año. Pero al ritmo de la incertidumbre que atraviesa el mercado, alcanzó a rozar los US$80 a mediados de enero.
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¿Qué pasa con la balanza comercial?
El sector petrolero, con US$10.402 millones fue el segundo que más divisas generó para Argentina en 2024, por detrás de la soja y por delante del automotriz, el maicero y la minería, entre otros.
La balanza comercial energética registró en 2024 un superávit de US$5.668 millones y Argentina proyecta duplicar ese número en 2025. No obstante, lo que suceda fuera de las fronteras argentinas, puede impactar en esos cálculos.
“La caída de los precios de los commodities es una mala noticia para la Argentina y pone este año un límite al impacto positivo que vamos a ver por el aumento de las cantidades exportadas”, dijo Claudio Caprarulo, de la consultora Analytica, a Bloomberg Línea.
Caprarulo engloba al precio de los granos, que también se mantienen en caída y atentan contra el objetivo del BCRA de acumular reservas en miras a una salida definitiva del cepo cambiario.
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Precio de la nafta y precio internacional
El objetivo del Gobierno Nacional, a través de la Ley Bases, es no intervenir en el mercado interno y en las decisiones comerciales de las empresas y limitar también las herramientas para fijar los precios con las que contaba el Estado.
No obstante, la reglamentación del artículo 6 de hidrocarburos mantuvo ciertos criterios para objetar exportaciones. Y esas son, entre otras, variaciones imprevistas y significativas en precios de mercado interno y la seguridad de suministro al mercado interno.
Durante el 2024, y en promedio, el precio del barril de petróleo producido en Argentina mantuvo una diferencia negativa de US$9,6, según la consultora E&E. Esto es un ajuste de casi la mitad respecto a los US$18,3 del 2023.
Como resultado, entre otros motivos, de una actividad económica que cayó el 1,8%, las ventas de los combustibles cayeron el año pasado (-6,3% las naftas y -4,8% el gasoil).
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