Buenos Aires — Analistas del mercado argentino de renta fija están convencidos de que los emisores de deuda corporativos son sólidos en su mayoría y aseguraron que el período de gracia solicitado por dos empresas energéticas, para hacer frente a sus obligaciones, responde a una situación puntual y no a una cuestión sistémica.
“Creemos que el evento de crédito de Grupo Albanesi es relativamente aislado", respondió Gastón Sempere, analista de renta fija corporativa de Research Mariva, ante la consulta de Bloomberg Línea.
“Únicamente los bonos de MSU Energy 2030 fueron contagiados por la volatilidad durante estos días, cayendo 3,5%, mientras que los bonos de Generación Mediterránea 2031 (del Grupo Albanesi) cayeron 36% y actualmente operan en US$59. Generación Mediterránea tenía un elevado ratio de endeudamiento neto (10,2x) en relación a sus comparables del sector (entre 0,9x y 4,3x)“, añadió.
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El ejecutivo subrayó que "el perfil de vencimientos del sector corporativo se despejó significativamente luego de los canjes de deuda del año pasado". Y aclaró que, en 2025, las compañías enfrentan vencimientos de capital e intereses por aproximadamente US$2.800 millones; en 2026, por US$4.100 millones; y en 2027, por US$3.050 millones.
¿Qué fue lo que sucedió en los últimos días?
El miércoles 30 de abril, previo al fin de semana largo, Generación Mediterránea (GEMSA) anunció que no realizará el pago de los intereses correspondientes a sus obligaciones negociables en dólares Ley Extranjera Clase XXXIX (MR39O) y Ley Local Clase XL (MR40O), como también su ON dollar-linked Clase XLI (MR41O).
Albanesi, que pertenece al mismo grupo, también anunció que no pagarán los intereses correspondientes a las ON locales Clase XIX en dólares (LECKO) y Clase XX dollar-linked (LECLO).
En el caso de la ON internacional se establece que durante el período de gracia de 30 días buscarán distintas alternativas para resolver la situación. En el caso de las ONs locales el plazo es de 10 días.
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El día en que el holding energético anunció esta medida, una persona familiarizada con el asunto aseguró a Bloomberg Línea que no se trata de un problema de solvencia, sino de liquidez.
Horas antes del pedido de gracia, se había conocido la salida de Osvaldo Cado, quien era gerente de Finanzas del Grupo Albanesi desde 2014. Sin embargo, un artículo publicado por El Economista señaló que desde la empresa aclararon que su salida no está relacionada con el estrés financiero de la compañía, que Cado se había ido en muy bueno términos y que su partida ya estaba pactada de antes.
Calma en el mercado
Bloomberg Línea dialogó con otros tres analistas de renta fija que coincidieron con el ejecutivo de Mariva en que el caso de Albanesi y GEMSA responde a un problema puntual que venían arrastrando esas dos compañías y que no tiene por qué generar un efecto dominó.
Incluso, dado que había temores en el sector financiero de que el levantamiento del cepo pudiera impactar en las ON debido a que el mercado iba a tener otras posibilidades de dolarización, este medio repreguntó si había algún coletazo que afectara a las mencionadas energéticas y la respuesta fue negativa. En todos los casos, hubo una coincidencia en que se trata de un caso encapsulado.
El caso de Celulosa Argentina
Sin embargo, un informe de Portfolio Persona Inversiones (PPI) señala que Celulosa Argentina, que se encuentra analizando alternativas para reestructurar su perfil de endeudamiento y mejorar su posición de liquidez (según había informado algunas semanas atrás), comunicó que Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado han reducido su participación directa e indirecta (Tapebicua Investment Company) al 45,79% del capital de la sociedad.
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Según el último balance publicado al 28 de febrero de 2025, la participación de los controlantes era del 57,22% del capital y los votos. Esta reducción se produjo por medio de la venta en el mercado de las acciones con el fin de inyectar fondos a la sociedad.
Al mismo tiempo, destacan que si capitalizaran los créditos que tienen contra Celulosa, su participación accionaria excedería el 45,79%. Además, del análisis de la composición accionaria surge también que ningún otro accionista tiene el 5% del capital social y, en consecuencia, de hecho, los mencionados accionistas continúan siendo los controlantes de Celulosa Argentina.