Buenos Aires — El Banco Central argentino decidió disminuir el ritmo de devaluación mensual, luego de que el Indec diera a conocer que la inflación de diciembre fue de 2,7%. Ahora, la expectativa del mercado apunta a una eventual baja en la tasa de interés, en un contexto en el que la evolución de las reservas del Banco Central son seguidas de cerca por los analistas del sector privado.
La disminución del crawling peg del 2% al 1%, que entrará en vigencia desde febrero, fue anticipada por el Gobierno, con lo que la medida no sorprendió, pese a que el presidente Javier Milei había manifestado que para aplicar la baja, la inflación mensual debería ubicarse en 2,5%, un número inferior al que publicó el reporte oficial.
El impacto en la economía de la baja del crawling peg
En diálogo con Bloomberg Línea, Alejandro Giacoia, economista de la consultora Econviews, consideró que la decisión “es algo que estaba dentro de lo esperado”.
“Quizás lo único que faltaba era la confirmación sobre cuando se hacía efectiva la medida. Así como el crawling al 2% fue un ancla efectiva durante el 2024, ahora puede seguir ayudando a que la inflación baje algo más, sobre todo en los bienes”, estimó.
Sin embargo, señaló: “Como contrapartida, hasta que la inflación vaya convergiendo, vamos a ver un poco más de apreciación en el tipo de cambio real”. “De todas maneras, no creo que eso cambie mucho la ecuación sobre la acumulación de reservas que se espera para este año. Otra cuestión es que probablemente el próximo paso del Banco Central sea bajar la tasa de interés”, sostuvo.
Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores, analizó: “Considerando que el dato estuvo por encima del 2,5% y fue más alto que en noviembre, que los estacionales fueron deflacionarios lo que ayudó a mejorar el número y que los servicios vienen corriendo desde hace meses al 4,4% y es la variación que más influye en la variación del IPC mensual (variación sobre la cual el crawl tiene muy poca incidencia) haber decidido bajar el crawl y, eventualmente, la tasa en pesos parece bastante controvertido”.
El economista, consideró que se corre el riesgo “de aumentar la vulnerabilidad en materia de acumulación de reservas”, así como la de aumentar “la dependencia del cepo para poder sostener un tipo de cambio fuertemente apreciado”.
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“Más aún con un contexto global mucho más complejo que 2024 y con el riesgo de que la sequía complique aún más al campo”, puntualizó en declaraciones a este medio.
En tanto, Andrés Reschini, director de la consultora F2 Soluciones Financieras, subrayó que era una medida esperable y manifestó: “Algunos podrán argumentar que, con la core en 3,2% podrían haber esperado un poco más, pero también están las expectativas”.
“Lo más probable es que esta medida vaya acompañada de un recorte de tasa y todo esto esté orientado a anclar aún más la nominalidad”, opinó.
“En la medida en que las expectativas de inflación sigan cayendo, no veo impacto negativo en las reservas, pero es importante que esto suceda para evitar una apreciación del TCR exagerada que comience a impactar negativamente”, apuntó.
De esa manera, remarcó: “Insisto en que serán claves las expectativas, ya que si no acompañan, veremos presión en la brecha, precios y reservas”.
El economista Gustavo Ber, por su parte, expresó: “La desaceleración del crawling-peg ya se venía anticipando por los inversores, de acuerdo a los lineamientos del gobierno, tal como reflejaban los futuros del dólar”, al tiempo que remarcó que la “iniciativa apunta a contribuir al proceso de desaceleración de la inflación y nominalidad de la economía”.
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