Buenos Aires — La recomendación del JPMorgan de tomar ganancias en Letras del Tesoro Capitalizables (Lecap) de más larga duración encontró eco en el mercado argentino, donde, ante la consulta de Bloomberg Línea, economistas y brokers coincidieron en que los riesgos del carry trade han aumentado desde abril.
El spread entre las tasas en pesos y dólares, por lo pronto, viene ampliándose en las últimas semanas, una señal de que el mercado exige mayor premio por mantener posiciones en moneda local.
JPMorgan informó en los últimos días que tomó ganancias ante el cambio de escenario que se avecina: la estacionalidad positiva del agro está llegando a su fin y comienzan los meses de campaña electoral hacia las legislativas de octubre.
El banco considera que sin el fuerte ingreso de divisas de la cosecha gruesa y con el ruido político en aumento, los riesgos de una depreciación del peso argentino incrementan. Por ese motivo, prefirió cerrar posiciones que había abierto en abril y esperar mejores puntos de entrada para volver a hacer tasa.
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Más allá de la divergencia en las estrategias, Pedro Siaba Serrate, de Portfolio Personal Inversiones resaltó que los niveles de deuda en pesos en manos de inversores no residentes en Argentina son relativamente bajos en términos históricos. Actualmente, hay aproximadamente US$2.200-2.300 millones en manos de inversores extranjeros, un stock mucho menor a los casi US$19.000 millones llegó a haber durante la administración de Maurico Macri (2015-2019). Así, cualquier desarme de posiciones hoy tendría un impacto mucho más acotado, subrayó.
Juan Manuel Franco, economista jefe del broker argentino SBS, apuntó que las posiciones de carry trade generaron “ganancias más que interesantes tanto en 2024 como 2025”, y advirtió que el escenario ha cambiado.
“Si bien el gobierno parece comprometido a evitar episodios de tensión cambiaria manteniendo una tasa real en pesos elevada, los inversores deben considerar que nos acercamos a las elecciones y que estos eventos suelen traer aparejado cierto aumento en la demanda por dolarización de carteras”, señaló.
El economista también destacó que el actual nivel del tipo de cambio real presiona sobre las salidas de dólares en algunas cuentas, justo cuando “lo más fuerte de la cosecha gruesa va a empezar a quedar en el pasado en estas semanas”.
“Pese a que la posibilidad de ganar con carry trade sigue existiendo, los riesgos lucen ahora mayores y se requiere monitoreo constante de la posición y cobertura ante potenciales movimientos al alza en el dólar”, cerró.
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Para José Echagüe, jefe de estrategia del broker one618, enfatizó que la nota del JPMorgan implicó el cierre de una posición de Lecap que se había abierto “justo cuando se anunció la salida del cepo”.
En aquel momento, recordó, “el tipo de cambio, la incertidumbre y las tasas de interés estaban todas bajo presión”, lo que convertía la entrada en atractiva. Ahora, con el segundo trimestre concluido y las elecciones ganando protagonismo, “la volatilidad del tipo de cambio debería ser un poco más alta”.
“La nota del JPMorgan dice muchísimo más sobre un timing de cierre de un trade que sobre la segunda mitad del año" que se viene para la Argentina, concluyó Echagüe.
Gabriel Caamaño, economista de Outlier, ofreció una perspectiva matizada: “No necesariamente lo que recomiendan te mueve el mercado”, subrayó, recordando que JPMorgan mantuvo su recomendación de compra en bancos argentinos incluso cuando estos cayeron.
Sin embargo, Caamaño reconoce que la percepción de mayor riesgo “no es un tema de JPMorgan” sino “generalizado”, evidenciado en que “la tasa en pesos se está subiendo” y “el diferencial de tasa entre la tasa en pesos y la tasa en dólares viene subiendo”.
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Para Caamaño, el Tesoro está validando estos mayores rendimientos en pesos para evitar, por ahora, un movimiento brusco del tipo de cambio.
“Se está resolviendo con un Tesoro convalidando esos mayores rendimientos en pesos y no con un movimiento del tipo de cambio, por ahora”, explicó.
Del mismo modo, Franco de SBS señaló que el gobierno “parece comprometido a evitar episodios de tensión cambiaria manteniendo una tasa real en pesos elevada”, aunque queda por verse si será suficiente ante las presiones de la coyuntura electoral.
La decisión de mantener o desarmar posiciones en Lecap se convierte así en una evaluación individual del apetito de riesgo. “Acá JPMorgan dice ‘mirá, la sobretasa no me paga el riesgo’, entonces empiezo a cerrar, y otro te podrá decir ‘a mí sí me paga el riesgo, sigo haciendo tasa en pesos’”, resumió Caamaño.
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La estacionalidad como factor de análisis
Pedro Siaba Serrate, Head of Research & Strategy en Portfolio Personal Inversiones, argumentó que “venimos de una situación de debilidad en la deuda en pesos, que tiene mucho que ver con la búsqueda de pesos por estacionalidad, tanto por el pago del aguinaldo como por impuestos”, dijo.
Esa presión se reflejó en junio con subas en las curvas de tasa fija y bonos ajustables por CER, incluso con inversión de curvas donde “el tramo corto rindió más que el tramo largo”.
Por otro lado, el adelanto de liquidaciones del agro a raíz del fin del alivio temporal en las retenciones también jugará su rol en relación al carry.
“Cuando uno mira las declaraciones juradas de ventas [del campo] exterior, hay una diferencia de casi US$4.000 millones de oferta excedente que eventualmente debería liquidarse hasta la semana del 22-23 de julio”, detalló.
Sin embargo, Siaba Serrate no ignora los nubarrones en el horizonte. “Por lo general la Argentina siempre enfrenta un tipo de cambio real más alto en la segunda mitad del año, especialmente en años electorales”, advirtió.
A ello sumó que sin cepo para personas físicas, “la formación de activos externos se va a reflejar directamente sobre el mercado oficial”, presionando sobre las reservas. El estratega proyecta que “hacia septiembre, donde tenemos la elección local de la Provincia de Buenos Aires, u octubre las elecciones de medio término, vamos a ir a un tipo de cambio real un poco más elevado”.