Buenos Aires — Tras los anuncios del Gobierno de Javier Milei, los inversores recalibran sus próximos movimientos para adecuarse a los cambios en el sistema financiero argentino, en un contexto en el que consideran que tanto el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el régimen cambiario actual actúan como factores determinantes para el impulso de los activos argentinos.
Tras un primer día sin cepo, con opciones para perfiles conservadores y agresivos, los brokers delinean estrategias para la fase 3 iniciada por el equipo económico.
Desde Aurum Valores, analizaron que el mercado doméstico “ha mostrado una reacción positiva tras el anuncio de un nuevo acuerdo con el FMI por US$20.000 millones y la implementación de un nuevo régimen cambiario que elimina gran parte de las restricciones al tipo de cambio”.
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A su vez, Analytica consultora aseguró que “el programa económico baliza una profundización de las medidas promercado que desde su primer día promueve el gobierno”.
En qué invertir en Argentina
Desde AdCap Grupo Financiero aseguraron que el préstamo del FMI y las modificaciones en el esquema cambiario “ofrecen fuertes catalizadores para los activos argentinos”.
Por ello, la firma recomendó “los bonos GD35 de manera directa y en relación con los más conservadores GD30, asumiendo que los precios vuelvan a los máximos de enero en las próximas semanas”.
“Esperamos que el Banco Central entre en un período de fuerte acumulación de reservas para cumplir con los objetivos de junio, lo que debería actuar como un potente catalizador. En ese escenario, esperamos que los Bonos 35 superen a los bonos 30 por un 7% (24% frente a 17%)”, puntualizó.
Además, resaltó: “Con el mismo enfoque, esperamos que el tipo de cambio se estabilice y, por lo tanto, recomendamos los bonos en moneda local y favorecemos los bonos ajustados por inflación, que permiten apuestas a largo plazo mientras ofrecen una cobertura relevante en caso de que la inflación sea más alta de lo esperado”.
“Por un lado, si el traspaso de precios es demasiado alto, los bonos ajustados por inflación serán más resilientes que los Boncap. Por otro lado, bajo un bajo traspaso de precios, las tasas reales alrededor del 10% deberían tener espacio para comprimirse”, apuntó.
En uno de sus últimos reportes, la firma también manifestó: “Como esperamos que el nuevo tipo de cambio flotante se mantenga estable o se estabilice hacia los ARS$1200 / $1250, cerramos nuestra recomendación sobre posiciones en bonos dólar linked”.
“También cerramos nuestro swap conservador Bopreal 1C / GD2030, ya que esperamos que el diferencial se reduzca, favoreciendo una superación del GD30″, subrayó.
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Por su parte, Maximiliano Donzelli, head of strategy & trading en IOL, evaluó: “De corto plazo, la incertidumbre en relación con el tipo de cambio debería desaparecer, ya que la recapitalización del Banco Central le da bastante oxígeno al Gobierno de cara a los próximos meses”.
“Aprovechando el spread de cotizaciones, otra buena idea de encarar este contexto puede ser aprovechar la brecha del MEP y con eso, posicionarse también en bonos del Tesoro en Pesos, como LECAPs o BONCAPs, y con mayor preferencia bonos CER. Entiendo que la inflación, que ya venía de repuntar en marzo, tendrá una aceleración de corto plazo tras el nuevo esquema del Gobierno que hoy está haciendo subir al dólar oficial”, señaló.
“Para los que quieran estar CER recomendamos TZXO5, que vence en octubre y rinde CER+0% y para los que quieran estar a tasa fija recomendamos T13F6 que rinde 42% de TIR, con un rendimiento sería superior a la banda superior de dólar en febrero del año próximo”, puntualizó.
Por otra parte, remarcó que, ante un contexto más favorable, otra alternativa es tomar posición en un Fondo Común de Inversión que ofrece la compañía. “El fondo en cuestión, está diseñado para inversores con perfil conservador y permite a cualquier persona invertir en dólares de manera simple y segura, con un rendimiento estimado que apunta al 7% anual”, explicó y aclaró que “está dirigido a inversores conservadores que desean obtener una rentabilidad muy por encima de lo que pagan bancos u otras alternativas con bajo riesgo”.
“Con un criterio de diversificación, el 25% del FCI está invertido en letras del Tesoro de EE.UU. dando estabilidad y seguridad ante contextos más desafiantes”, destacó y expresó que, para perfiles más agresivos, “una alternativa interesante es posicionarse en bancos argentinos, que en un contexto de macroeconomía ordenada y crecimiento se verían muy beneficiados”.
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