Buenos Aires — Los bonos argentinos en dólares permanecerán en un rango lateral hasta que aparezcan catalizadores específicos que podrían impulsar una nueva etapa alcista, según Leonardo Chialva, partner en Delphos Investment. “La deuda argentina, como siempre, es un caso no solo financiero sino psiquiátrico”, afirma el experto en conversación con Bloomberg Línea, destacando que el mercado aún está procesando los traumas del pasado reciente.
“Lo más traumático para los fondos del exterior fue la “académica” renegociación de deuda encarada por [el exministro de Economía, Martín] Guzmán. Ese causó un enorme malestar, que aún se mantiene y se percibe”, sentenció Chialva.
Los niveles actuales de riesgo país, en torno a los 650 puntos básicos, se han alcanzado principalmente con fondos enfocados en tiítulos en distress, hedge funds e inversores locales. “Los fondos ‘real money’ aun no tocaron masivamente nuestros bonos”, explica Chialva, debido a “la memoria reciente de lo que pasaron desde 2018 hasta 2023″.
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El dilema del cepo y el crédito
El mercado enfrenta actualmente lo que Chialva describe como una situación de “perro que se muerde la cola”. “Hoy no hay crédito, y sin este no se puede levantar el cepo. Pero si levantas el cepo podría venir el crédito”, explica Chialva, señalando que esta dinámica podría romperse con una potencial asistencia del FMI.
La ausencia de Argentina en los índices de referencia de mercados emergentes, debido al cepo cambiario y las restricciones vigentes, elimina la presión sobre los fondos internacionales para incluir bonos argentinos en sus carteras. Esta situación contrasta marcadamente con el inicio del gobierno de Mauricio Macri, cuando los fondos internacionales mostraron un fuerte apetito por la deuda argentina desde el primer día.
Factores decisivos para en el corto plazo
Chialva identifica dos catalizadores principales que podrían impulsar una nueva baja estructural del riesgo país:
- El levantamiento del cepo cambiario
- Una victoria del oficialismo en las elecciones de octubre
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“Si es ganada por el oficialismo, llevaría a pensar que las reformas encaradas por el gobierno son permanentes y podría cambiar la desconfianza que aún reina entre los fondos ‘real money’”, sostiene el analista.
Mejores perspectivas para el trading
Para 2025, Chialva anticipa un escenario diferente al año anterior. “El 2024 fue un año para holdear, y en cambio el actual permitirá algo más de trading en cierto rango”, hasta que se materialice alguno de los catalizadores mencionados.
El rango de negociación estaría limitado por el spread promedio de los bonos de alto rendimiento estadounidenses calificados como CCC o peor, mientras que el piso podría ubicarse a mitad de camino entre esa referencia y el spread promedio de Latinoamérica, sostuvo.
Optimismo en la curva en pesos
En cuanto al mercado local, Delphos Investment mantiene una visión constructiva sobre la curva en pesos, especialmente en el tramo largo. “Creemos que el mercado subestima el impacto de bajar el crawl a la mitad”, señala Chialva, explicando que esto implica una reducción significativa en la nominalidad que aún no está completamente reflejada en los precios.
La firma espera una rápida desaceleración inflacionaria, proyectando “un número cercano al 2% mensual en enero, y definitivamente una cifra que comience con 1% en febrero”. Esta expectativa se basa en el impacto de la reducción del crawling peg, que según Chialva, podría llevar a que febrero registre una inflación un punto porcentual menor que la de diciembre.
Si bien el mercado anticipa una reducción de 300 puntos básicos en la tasa de referencia, el experto considera que hay margen para recortes más significativos, fundamentado en una correlación más estrecha entre la desaceleración del crawling peg y la caída en la inflación.
Perspectiva sobre tasas estadounidenses
En cuanto al panorama de tasas en Estados Unidos, Chialva señala que “el mercado se preparó para lo peor” cuando la tasa a 10 años se elevó a 4,80% durante la campaña y declaraciones de Donald Trump. Sin embargo, destaca que “con un gran secretario del Tesoro, [Scott Bessent] que se muestra ahora muchísimo más responsable que los dichos de Trump en campaña, la curva se está acomodando”.
Para el tramo largo de la curva, el experto anticipa que “después de haber tocado un techo de 4,80%, hoy está operando en la zona de 4,40%″, con posibilidad de “alguna baja adicional, tal vez hasta la zona de 4,20%″.
Chialva señala que el primer cuatrimestre en Estados Unidos podría traer sorpresas positivas en materia de inflación interanual, especialmente en el PCE Core que sigue la Fed. “Solo por mencionar un ejemplo, el dato de enero del año pasado había dado 0,5% mensual. Por debajo del 0,2% hace que la métrica anual empiece a caer y el mercado viene reaccionando mucho a esto”.
Sin embargo, advierte sobre riesgos geopolíticos: “El gran riesgo es un presidente excéntrico que puede romper toda la dinámica, la lógica propia de mercado de la noche a la mañana”. Aunque no espera que las tasas regresen a niveles pre-Trump, mantiene un sesgo a la baja “sujeto a la sorpresa que puedan aparecer por cambios en la dinámica geopolítica, que como digo impactan en tarifas, inflación”.