Buenos Aires — La demanda de dólares se disparó en Argentina producto de la creciente incertidumbre que hay en el mercado respecto de la letra chica del acuerdo con el FMI y el futuro esquema cambiario. La búsqueda de cobertura cambiaria volvió a tomar temperatura en una jornada en la que el Banco Central debió vender otros US$215 millones y quedó reflejada tanto en los contratos de dólar futuro como en las cotizaciones paralelas, que volvieron a apuntar al alza para dejar la brecha apenas por debajo del 20%.
El martes, el dólar blue trepó ARS$30 y cerró a ARS$1.285, mientras que el MEP y el contado con liquidación avanzaron a ARS$1.298,05 y ARS$1.302,61, respectivamente. La tensión se replicó también en el mercado de futuros de dólar, donde se observaron subas de hasta 5% en los contratos hasta agosto después de que Luis Caputo reconociera que no está definido el monto que desembolsará el FMI como parte de un nuevo programa.
Los aumentos se dieron a pesar de que en la entrevista concedida a A24, el ministro de Economía volvió a reiterar que “no va a haber un salto devaluatorio” producto del acuerdo con el FMI.
Volatilidad anticipada y qué espera el mercado
La posibilidad de que regresara la volatilidad cambiaria había sido incluso anticipada por el presidente Javier Milei durante la apertura del 143° período de sesiones ordinarias del Congreso. “La estabilidad económica que estamos conquistando no significa que hemos llegado a puerto, pero sí que estamos cada día un poco mejor, como ya se viene comprobando con la sostenida recuperación salarial de los últimos nueve meses. Tampoco significa que no vaya a haber volatilidad. La vida no funciona de esa manera”, expresó el 1° de marzo pasado.
En el equipo económico, de hecho, vinculan los últimos movimientos a la histórica falta de credibilidad de los hacedores de políticas públicas. A ojos del oficialismo, de hecho, esa falta de credibilidad produce que los agentes tomen decisiones que no van en línea con lo que van a hacer y sostener.
Analistas del mercado también destacan que los fundamentals de la economía no han cambiado aunque advierten por los distintos factores que pueden atentar contra la estabilidad cambiaria que marcó la mayor parte del primer año del gobierno de Milei.
“A medida que nos acerquemos más a las elecciones, podríamos ver cierto aumento en la dolarización de carteras, algo que típicamente ocurre en años electorales. Además, no debe perderse de vista que el mercado sigue a la espera de novedades respecto al acuerdo con el FMI y las implicancias sobre el esquema cambiario”, sostuvo en declaraciones a Bloomberg Línea Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS.
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Por ello, manifestó que “de momento, las expectativas siguen ancladas, pero se debe estar atento a potenciales focos de riesgo que podrían llevar a un giro adverso en expectativas que presione sobre la nominalidad”.
“Recordamos que el BCRA compra en el MULC, pero que aún las reservas netas siguen negativas y los stocks de pesos de agregados monetarios y deuda del Tesoro en pesos son elevados y podrían presionar de ocurrir algún giro negativo en expectativas del mercado”, agregó.
Fernando Baer, economista asociado de Quantum Finanzas, también evaluó que “la definición de un nuevo programa con el FMI hace que se anticipen movimientos de portafolio ante la incertidumbre que podría generar en materia cambiaria”.
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“Si bien las tasas en pesos ajustaron bastante en las últimas semanas, la ansiedad empieza a pesar y a que algunos desarmen portafolios en pesos para pasar mejor alguna corrección que esperan en el tipo de cambio. Pero desde los fundamentos no hay elementos para anticipar deslizamientos discretos importantes, todo lo contrario. A eso se suma el escenario político, que se abre de cara al proceso electoral de este año”, consideró.
Similar lectura aportó Juan Solá, de BancTrust. “Desde hace unos días viene habiendo presión sobre los dólares paralelos y sobre las tasas en pesos principalmente por la incertidumbre acerca de los cambios en la politica cambiaria que va a traer el acuerdo con el Fondo", recordó
Pero consultado respecto de los últimos movimientos, analizó que “las declaraciones de Caputo dando a entender que el BCRA podría cambiar la política del crawl al 1% el mercado profundizaron el cambio de expectativas y esto gatilló un selloff de la curva en pesos y que los futuros de rofex se volaran 4% en promedio".
A pesar de esto, el analista consideró que “el mercado podría estar sobrereaccionando un poco ante la incertidumbre”, ya que “desde los fundamentals, nada ha cambiado dado que el gobierno mantiene el superávit fiscal que es el principal ancla del programa". A su juicio, el reajuste de expectativas puede implicar mayores tasas en pesos para los próximos meses, en línea con alguna mayor flexibilidad cambiaria que venga con el acuerdo con el FMI.

Por su parte, Pablo Repetto, jefe de research en Aurum Valores, consideró que los últimos movimientos en los tipos de cambio están vinculados a la posibilidad de cerrar un acuerdo con el FMI que “va a traer modificaciones al esquema cambiario, tal como lo anticipó el ministro de Economía, Luis Caputo, y como lo dejaron traslucir él mismo y Milei al hablar de que va a haber más volatilidad”, puntualizó.
“En este contexto es que en el mercado se está buscando tácticamente opciones de cobertura. Los que pueden compran oficial, otros compran futuros, también subió la demanda de bonos dólar link y el resto compra MEP, contado con liquidación o blue”, explicó.
“Lo que está pasando es una muestra en frasco chico de lo que podría pasar, si este esquema cambiario en lugar de modificarse ahora, se mantiene, se amplía el atraso cambiario, se siguen perdiendo oportunidades para acumular reservas de forma consistente y robusta y se empieza a especular, por ejemplo, en agosto/septiembre que se modifica después de las elecciones”, sostuvo.
El acuerdo con el FMI y la brecha
Para Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, la Argentina se encuentra “en una etapa en la que es necesario un acuerdo con el FMI que ayude a pasar a la próxima fase, donde el Gobierno pueda desmantelar todo o al menos buena parte del cepo cambiario”.

“Sin el acuerdo, hacerlo sería más lento y/o doloroso dado que las reservas de netas de BCRA se encuentran en torno a los -US$8.000 millones. Las dudas sobre el destino del FX (tipo de cambio) post-acuerdo no ayudan a que la brecha se comprima y sumado a esto salimos de un fin de año con mayor flexibilidad para importaciones y un tipo de cambio real que ayuda a que se mantenga firme la demanda por turismo lo que tampoco ayuda a la acumulación de reservas”, indicó.
Si bien aclaró que la Argentina no se encuentra frente a “una corrida ni mucho menos”, tanto “la incertidumbre sobre el acuerdo como la demanda por importaciones/gastos en el exterior mantienen el sesgo alcista”.
“Un acuerdo que deje al Banco Central con el suficiente respaldo y ratifique el rumbo del esquema cambiario puede ayudar a calmar la brecha siendo que, además estamos en las puertas de la cosecha gruesa y el real brasileño se fortalece. De todos modos, las dudas persisten y la guerra comercial imprime más incertidumbre”, aseguró.
El futuro del dólar en Argentina
La consultora Econviews analizó la posibilidad de que se vuelva a adoptar en Argentina un esquema de banda cambiaria. “Existe el precedente de que se adoptó en el programa de 2018, cuando primero Toto Caputo y luego Guido Sandleris presidían el Banco Central. En ese esquema el tipo de cambio podría flotar dentro de la banda y el Banco Central sólo intervendría cuando toque el techo o el piso de la banda”, manifestó.
A través de un informe, desde la firma remarcaron que “lo que habría que determinar en ese caso es cual sería el ancho de la banda”. “Un ancho razonable sería del orden del 10% entre el piso y el techo, lo que implicaría que, por ejemplo, el dólar podría flotar entre ARS$1.000 y ARS$1.200″.
“En este esquema, es probable que algunas restricciones como las aplicadas al turismo o a la compra de dólares para ahorro se mantengan. El Banco Central no querrá correr el riesgo de que el tipo de cambio se mantenga en el techo de la banda, causando la pérdida de muchas reservas”, estimó.
“Tampoco está claro qué ocurriría con la actual depreciación del 1% mensual: ¿se mantendría para el piso y el techo de la banda o se eliminaría? En la transición hacia ese esquema más flexible, no hay que descartar que en los próximos meses se mantenga el esquema actual de tipo de cambio cuasi-fijo, con modificaciones en el dólar blend y algo más de flexibilidad a los dólares paralelos”, apuntó Econviews.
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