Vaca Muerta y Sudamérica, jugadores clave para el petróleo hacia 2030 fuera de la OPEC

La región concentrará inversiones por alrededor de US$197.000 millones en nuevos proyectos convencionales entre 2020 y 2030

Plataforma no campo de Vaca Muerta, na Argentina
09 de noviembre, 2025 | 05:37 AM

Buenos Aires — Sudamérica se encamina a incrementar de forma significativa su producción de petróleo durante los próximos años, y Vaca Muerta será parte de ese movimiento. Un informe de Rystad Energy señala que la región concentrará inversiones por alrededor de US$197.000 millones en nuevos proyectos convencionales entre 2020 y 2030, con Brasil y Guyana como principales receptores, pero con Argentina aportando barriles competitivos desde el shale neuquino.

El estudio indica que la demanda global de crudo seguirá firme durante la década de 2030. Rystad proyecta un pico cercano a 107 millones de barriles diarios (bpd) a comienzos de esa década, para luego estabilizarse por encima de los 100 millones durante buena parte de los años 2040. En ese escenario, los productores capaces de sostener costos bajos y niveles estables de oferta tendrán ventaja. Vaca Muerta califica dentro de ese grupo, según la consultora, en un contexto en el que se espera una desaceleración del shale en Estados Unidos.

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El aporte de la producción no convencional de gas y petróleo llevarían a Argentina a romper el máximo histórico en el mes de octubre. Según estimaciones, se superarían los 853.000 barriles de mayo de 1998. En septiembre la marca alcanzó los 849.000.

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Brasil y Guyana marcan el ritmo, con Argentina como proveedor estable

Sudamérica será uno de los motores del crecimiento fuera de la OPEP+. Se espera que la región agregue más de 560.000 bpd de crudo y condensado este año, y que hacia 2026 ese aporte supere los 750.000 bpd. Argentina, Brasil y Colombia contribuirán con los desarrollos ya en producción, mientras que Brasil y Guyana impulsarán los incrementos desde proyectos offshore de aguas profundas.

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Rystad destaca que más del 65% de la producción convencional sudamericana hasta 2030 provendrá de proyectos offshore que ya están operativos o que entrarán en servicio en los próximos años. Las unidades flotantes de producción (FPSO) seguirán siendo centrales en Brasil y Guyana, donde ExxonMobil ya suma cuatro en operación.

Argentina aparece en el informe como un caso distinto: no lidera la expansión en nuevas áreas, pero sostiene producción y crecimiento gracias al shale neuquino. Vaca Muerta continúa representando el núcleo del aumento de la producción local y del potencial exportador, condicionado todavía por la velocidad de ampliación de la infraestructura de transporte.

        • ¿Qué es la OPEP+? Es la alianza formada por los 13 países miembros de la OPEP (como Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Irán y Venezuela) junto con 10 productores externos, entre ellos Rusia, Kazajistán y México, que coordinan niveles de producción para influir en el equilibrio y el precio del mercado mundial de petróleo.

Inversión sostenida y necesidad de nueva exploración

La inversión total en exploración y producción en Sudamérica superó los US$46.000 millones en 2023, el nivel más alto desde 2015. Este año aumentaría alrededor de 10% y luego se estabilizaría cerca de US$50.000 millones anuales durante la próxima década.

Sin embargo, el informe advierte que los pozos actuales producirán menos de la mitad de su rendimiento para 2030, lo que obliga a mantener el ritmo de decisiones de inversión y exploración. Aunque puede haber períodos de oferta abundante, la brecha podría ampliarse hacia mediados de la década de 2030 si los proyectos se retrasan.

“Sudamérica está bien posicionada para ofrecer barriles competitivos al mercado mundial gracias al éxito de sus proyectos en aguas profundas. De cara al futuro, es necesario seguir invirtiendo”, señaló Radhika Bansal, vicepresidenta de investigación upstream de Rystad Energy

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