Bloomberg Línea — La farmacéutica alemana Bayer introducirá en Latinoamérica dos nuevas moléculas contra el cáncer de pulmón y la menopausia, una vez pasen los trámites necesarios ante las autoridades sanitarias en EE.UU. y luego en la región, dijo a Bloomberg Línea Adib Jacob, jefe para Latinoamérica de la división farmacéutica de la compañía.
La empresa adelanta los trámites para introducir un tratamiento oncológico para una mutación específica en cáncer de pulmón. Bayer se prepara para lanzarlo en los próximos 18-24 meses en todo el mundo, incluida Latinoamérica.
“No es una quimio, que es una bomba atómica que mata células buenas y malas. Esas terapias específicas (targeted therapy) matan las células con esta mutación y no causan un problema en otras células del organismo”, dijo Adib Jacob, jefe de la división farmacéutica en Bayer.
Se estima que un 20% de los casos de cáncer de pulmón tienen esa mutación del gen HER2 y entrarían a tratarse con ese tratamiento.
Asimismo, la empresa está avanzando en introducir un tratamiento no hormonal para abordar los síntomas moderados a severos de la menopausia (sofocos, trastornos del sueño, cambios de humor). Se espera su aprobación primero en EE.UU. (FDA) en los próximos 2-3 meses, seguido de lanzamientos regionales.
En ambos casos se trata de píldoras que se consumen una vez al día.
“Todas las moléculas innovadoras de Bayer llegan a Latinoamérica tan rápido como lo permiten las autoridades regulatorias”, dijo Jacob. “No hay excepción“.
De acuerdo a un informe publicado por la OMS el año pasado, Latinoamérica registró en 2022 un total de 1,55 millones de nuevos pacientes diagnosticados con cáncer y 749.000 fallecimientos. Los más comunes son el cáncer de pulmón, el colorrectal y el de próstata.
“Hoy el segundo mercado más grande de la industria y la segunda causa de muerte en la humanidad es cáncer. Entonces, el mercado oncológico para cualquier grande compañía es extremadamente importante”, dijo Adib Jacob en la entrevista realizada por videollamada.
En la actualidad, Bayer cuenta con 30 proyectos de investigación en marcha, con alrededor del 40% del pipeline dedicado a oncología y el 30% al área cardiorenal.
Jacob dice que productos como la Darolutamida, un tratamiento contra el cáncer de próstata, se ha convertido en el segundo más importante para Bayer en Latinoamérica.
En 2024 alcanzó ventas de 50 millones de euros en la región y esperan que en 2025 llegue a 100 millones de euros. Globalmente, ya superó los 1.000 millones de euros y es considerado un “blockbuster”.
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De acuerdo a una investigación publicada en The Lancet y citada por Bayer, se espera que la incidencia mundial del cáncer de próstata se duplique para 2040, dado que las cifras aumentarían de 1,4 millones a 2,9 millones de pacientes.
El aumento en los casos de cáncer de próstata se debe principalmente a dos factores. Primero, porque este tipo de cáncer suele aparecer en hombres mayores de 50 años, y con el envejecimiento de la población —producto del cambio en la pirámide demográfica— cada vez habrá más personas en ese grupo de riesgo.
Segundo, porque se ha intensificado el tamizaje o detección temprana. A mayor cobertura de tamizaje, más diagnósticos se realizan, lo que también contribuye al aumento de los casos registrados.
Bayer ha avanzado en la investigación de una molécula innovadora contra el cáncer de próstata que actúa inhibiendo el receptor de andrógenos y ya cuenta con dos indicaciones aprobadas.
La primera es para el cáncer de próstata hormonosensible metastásico en terapia triple (estudio ARASENS) y el segundo para el cáncer de próstata resistente a la castración no metastásico (estudio ARAMIS).
Justamente, los pilares del crecimiento en 2025 para la división de Bayer Pharmaceuticals incluye en primera instancia cáncer, pero también diabetes, salud cardiovascular, salud de la mujer, oftalmología, hemofilia y enfermedades pulmonares como hipertensión pulmonar.
En 2024, Bayer cerró con unas ventas de 825 millones de euros, un crecimiento del 10,8 % con respecto al año anterior.
Esto significa que, en términos porcentuales, el negocio en Latinoamérica creció más del triple que la división farmacéutica global (fue del 3%), con el impulso de divisiones como los productos relacionados con cáncer.
Hacer los tratamientos más asequibles

Jacob asegura que el acceso a tratamientos ya no es sólo un problema de países en desarrollo, sino un desafío global.
El dilema es que las personas viven más, pero también con más problemas de salud, mientras que los presupuestos públicos enfrentan una presión creciente, explica. “Todo lo que hacemos pierde sentido si el medicamento no llega a las personas. El médico puede prescribir, pero si el paciente no accede al tratamiento, no sirve de nada”.
Para el ejecutivo, la respuesta a estos desafíos debe darse desde varios frentes.
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Por un lado, dice que los precios de los tratamientos deben estar ajustados a la realidad económica de cada país, por lo que no plantean una tarifa global para los medicamentos.
Asimismo, considera clave que los tratamientos innovadores cuenten con un perfil farmacoeconómico sólido, es decir, que el beneficio clínico —como mayor expectativa de vida o menos efectos adversos— justifique el costo del medicamento. Es decir, que los productos deben ofrecer un valor terapéutico real que respalde su precio, afirma Jacob.
También plantea modelos innovadores de financiamiento en regiones como Latinoamérica, incluyendo el riesgo compartido, es decir, que si el producto no cumple con lo prometido en un paciente específico, el sistema de salud recibe un reembolso. “Es como comprar con garantía de que va a funcionar”, explica Jacob.
Otro modelo propuesto en la región son acuerdos entre las farmacéuticas y los Gobiernos para tener techos presupuestales para un determinado producto por año.
Con esto, si el uso supera lo previsto —por ejemplo, debido a una mayor prescripción médica— Bayer puede asumir el costo adicional durante un periodo determinado.
“Fruto de esa flexibilidad, la gran mayoría de productos hoy están incorporados al sistema de reembolso de la mayoría de los países” de la región, apuntó Jacob.
Efectos de la guerra comercial en la industria

Las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la posible imposición de impuestos a la industria farmacéutica generan preocupación en firmas europeas y globales, que podrían evaluar trasladar operaciones o buscar alternativas para mitigar impactos.
Bayer, con presencia global, sigue estas discusiones muy de cerca, especialmente a través de la Asociación de la Industria Farmacéutica de EE.UU. (PhRMA), según dijo en la entrevista el jefe para Latinoamérica de la división farmacéutica de la compañía.
Los principales riesgos se centran en que las innovaciones no terminen llegando a los consumidores estadounidenses o que tenga efectos inflacionarios, con aumentos de precio dentro de Estados Unidos.
Si bien Bayer no produce todo en Estados Unidos, sí cuenta con una planta en Estados Unidos de su división farmacéutica.
El grueso de la producción de la compañía se centra en Alemania y en Asia.
Por ahora, Bayer no ve un impacto directo ni a corto plazo para Latinoamérica derivado de estas políticas en EE.UU. La región recibe productos farmacéuticos tanto de plantas locales como del suministro fuerte desde Europa.
Bayer no ve posible la relocalización de plantas de regiones como Europa ante los posibles efectos de los aranceles de Trump, sobre todo por las características que estas tienen.
“La tendencia es no descentralizar mucho porque esos productos son muy especializados y no hay mucho volumen. Construir una planta de estas tiene una inversión gigantesca”, afirmó Jacob.
En todo caso, el ejecutivo no descarta la evaluación de nuevas geografías para la instalación de plantas, que cada vez serán más sofisticadas por la característica de los productos.
En Latinoamérica, la empresa se prepara para el lanzamiento de una nueva planta en Costa Rica para la producción mundial de sistemas intrauterinos hormonales (anticonceptivos) y otros implantes.
En México, produce anticonceptivos inyectables y principios activos y en Argentina tiene la producción de Aspirina.
La Cardioaspirina (para prevención de enfermedades cardiovasculares con tratamiento de absorción lenta) tiene un mercado relevante en la región, con ventas entre 30 y 40 millones de euros.
La Aspirina tradicional (para resfriados, por ejemplo) también es producida localmente y complementa la oferta.
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