Bloomberg Línea — La escasez gasolina y diésel en Bolivia se posiciona como el principal tema de debate público a falta de cuatro días para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Mientras que los conductores hacen fila alrededor de las estaciones de servicio para abastecer sus vehículos de combustible, los candidatos Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre) y Rodrigo Paz (Partido Demócrata Cristiano) hacen campaña en torno a esta problemática. Entretanto, el Gobierno del presidente Luis Arce se defiende.
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Durante el cierre de campaña en la noche del martes en Santa Cruz, Quiroga dijo a sus simpatizantes: “Vamos a terminar con las angustias de nuestros hermanos transportistas y de cada uno de ustedes, que estamos angustiados en las colas, con nosotros se acaban las colas y vuelve el suministro de combustible”.
Paz hizo lo propio desde Cochabamba, solo que acusando el presidente Luis Arce de ocultar combustible y planteando la posibilidad de llevarlo a juicio.
“Le quiero pedir al presidente Arce, no le pido, le ordeno, como boliviano, que libere los hidrocarburos, tanto gasolina como diésel, que están guardando para generar zozobra en la población y en la democracia”, dijo Paz, quien sorprendió en la primera vuelta electoral al vencer al empresario Samuel Doria Medina.
Escasez de diésel, producto de la falta de divisas
El Gobierno del presidente Luis Arce desmintió que esté ocultando combustible en la antesala electoral y ahondó en el porqué del desabastecimiento.
“Estamos aquí para dar respuesta al candidato Rodrigo Paz, que indicó que estamos ocultando combustible”, sostuvo el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, en conversación con la estatal Bolivia TV. “En este momento las cisternas están saliendo desde las plantas, estamos cumpliendo con nuestro programa de distribución y respondiendo a la demanda dentro de nuestras posibilidades”.
El jefe de la cartera de Hidrocarburos precisó que la escasez de combustible está relacionada con la falta de liquidez de dólares para comprarlo. Además, precisó que el país cuanta apenas con stock para suministrar diésel un día y gasolina tres.
“Requerimos alrededor de US$55 a US$60 millones por semana”, dijo Gallardo. “Las tres últimas semanas hubo desembolsos que estaban en el rango de US$41 millones, US$45 millones, US$35 millones y, obviamente, eso nos genera el desabastecimiento en el que estamos actualmente”.
El presidente Arce también se refirió al desabastecimiento de combustible a comienzos de semana, señalando a la Asamblea Legislativa como una de las culpables, por no aprobar 17 créditos por más de US$1.600 millones.
“Muchos nos decían: ‘No hay combustibles’, sí, no hay combustibles porque no hay dólares. ¿Por qué no hay dólares? Porque no hay créditos ¿Y quién aprueba los créditos? La Asamblea Legislativa Plurinacional, por lo tanto, ¿a quién hay que ir a reclamar cuando no hay combustibles? Está muy claro, lo tenemos muy claro todos”, dijo Arce.
Bolivia, impactada por la inflación y bajo crecimiento
Quiroga o Paz, quien sea que gane en la segunda vuelta presidencial en Bolivia, no solo deberá brindar respuesta a la escasez de combustible, sino al crecimiento negativo de la economía y a la inflación.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que el primer semestre de 2025 el país documentó un crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB) de -2,40%, con sectores como el de Hidrocarburos y Minería registrando una contracción del –12,98 %.
El próximo mandatario también deberá lidiar con la inflación, pues llegaría al 20,8% a final de 2025, de acuerdo con la más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI).