Bloomberg — El presidente boliviano, Luis Arce, planea utilizar los préstamos del exterior aprobados por el Congreso para hacer frente a la agobiante escasez de combustible y al aumento de los precios al consumidor antes de dejar el cargo en noviembre.
“Vamos a hacer todos los esfuerzos para que la tasa de crecimiento económico siga siendo positiva, y vamos a mantener la inflación lo más baja posible”, dijo el líder socialista el miércoles, en una entrevista en La Paz.
En medio de la crisis económica más profunda en décadas, los legisladores acordaron el martes debatir la aprobación de 16 créditos externos por un valor total de US$1.800 millones de dólares. El miércoles, el Senado aprobó uno de ellos, un préstamo de US$250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo. La cámara baja aprobó dos, por un valor conjunto de US$160 millones, que ahora pasarán a la aprobación del senado.
Arce confía en que esto pueda ayudar a estabilizar la economía antes de las elecciones de agosto, en las que respalda al candidato de su partido, Eduardo del Castillo.
Ver más: ¿Qué significa que Bolivia haya ingresado a lista gris de GAFI contra lavado de dinero?
“Si regularizan la aprobación de préstamos, las cosas empezarán gradualmente a volver a la normalidad aquí”, dijo, hablando en un despacho lleno de cuadros de revolucionarios y líderes de los derechos civiles, entre ellos Nelson Mandela, Fidel Castro, Che Guevara y Martin Luther King.
En Bolivia, los préstamos al exterior necesitan la autorización del Congreso, que retuvo su aprobación debido a la enconada división del partido gobernante entre Arce y el expresidente Evo Morales, que privó al gobierno de su mayoría oficialista.
El punto muerto se rompió cuando el tribunal electoral, los candidatos, los legisladores y los representantes del gobierno celebraron una reunión de crisis la semana pasada ante el temor de que el gobierno estuviera tan escaso de dólares que tuviera dificultades para organizar la votación, especialmente fuera del país. Eso llevó a que algunos legisladores de la oposición acordaran respaldar al gobierno y descongelar los préstamos.
“Por fin la oposición de derechas ha entendido que tenía que aprobar estos créditos”, dijo Arce.
Al borde del abismo
La nación andina se ha visto golpeada por protestas diarias, a menudo violentas, bloqueos de carreteras y la inflación más rápida de los últimos 34 años. La crisis comenzó cuando el banco central se quedó casi completamente sin dólares en 2023, lo que provocó la escasez de bienes importados, en particular de combustible.
“Hay momentos en que, como estamos al borde del abismo, cualquier distorsión que pueda surgir significa que simplemente no hay suficientes dólares para garantizar el suministro de combustible que necesitamos”, dijo Arce. “A pesar de todo, seguimos suministrando el combustible, aunque no podamos satisfacer el 100% de la demanda”.
Ver más: Huelgas y escasez de dólares disparan inflación en Bolivia a su mayor nivel en 34 años
Arce culpó de la situación económica al descenso a largo plazo de las exportaciones de gas natural y al bloqueo por parte del Congreso de nuevos préstamos extranjeros.
El gobierno también planea recaudar efectivo vendiendo parte de sus reservas restantes de oro. El ministro de Finanzas, Marcelo Montenegro, dijo esta semana que Bolivia necesita US$1.800 millones para financiar las importaciones de combustible durante el resto de 2025, y otros US$800 millones para cumplir con sus obligaciones de deuda. Arce dijo que no hay riesgo de impago.
Inquietud política
La grave situación económica de la nación se está viendo agravada por los disturbios políticos, en gran parte protagonizados por los partidarios de Morales, agraviados porque un tribunal le impidió presentarse a las próximas elecciones. La semana pasada, seis personas murieron durante las protestas. Arce dijo que la inflación se ha visto agravada por los bloqueos de carreteras.
Ver más: Gobierno de Bolivia cuestiona informe del FMI que sugiere “medidas urgentes”
El propio Morales permanece atrincherado en una emisora de radio comunitaria de la región del Chapare, rodeado de partidarios que blanden palos y juran resistir cualquier intento de la policía de ejecutar una orden de arresto por acusaciones de trata de seres humanos y estupro. Niega las acusaciones, que según él tienen una motivación política.
Arce dijo que la policía tiene la orden de detener a Morales, pero necesita “evaluar la viabilidad” de hacerlo.
Lea más en Bloomberg.com
