Bloomberg — El regreso de Jair Bolsonaro a la palestra pública gracias a la reciente defensa pública del presidente estadounidense Donald Trump ha reavivado el debate sobre quién representará a la derecha en las próximas elecciones presidenciales de Brasil, dado que el expresidente no es elegible y podría incluso enfrentar una pena de prisión.
Mientras el gobernador Tarcisio Gomes de Freitas, el candidato favorito de los inversores, lucha por complacer a los partidarios de Bolsonaro y de Trump, al tiempo que defiende los intereses de la comunidad empresarial de Sao Paulo, amenazada con aranceles del 50%, aumentan las especulaciones sobre la posibilidad de que familiares del expresidente aspiren a un cargo electo.
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Bolsonaro fue preguntado el jueves por los periodistas tras visitar a su hijo mayor, el senador Flavio Bolsonaro, sobre la posibilidad de que su esposa, la exprimera dama Michelle Bolsonaro, se presente en su lugar. El líder derechista dijo que Michelle tiene otros planes, pero dejó la puerta abierta a un cambio de opinión.
“Lo que se ha acordado hasta ahora es que ella, la señora Michelle, se presentará al Senado representando al Distrito Federal”, dijo Bolsonaro, que el martes había calificado a su esposa como “la más cualificada para ganar las elecciones”.
Una encuesta de Quaest divulgada el jueves mostró a Tarcisio y Michelle empatados como posibles alternativas a Bolsonaro. Se preguntó a los encuestados quién debería postularse en lugar de Bolsonaro, Tarcisio recibió 15%, mientras que Michelle tuvo 13%. Eduardo Bolsonaro, el tercer hijo mayor del expresidente y actualmente en excedencia en el Congreso, obtuvo el 8%.
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En las simulaciones de segunda vuelta realizadas en la encuesta, Lula empataría dentro del margen de error solo contra Tarcisio, con resultados de 43% a 36%.
Eduardo, que se encuentra en EE.UU. para recabar apoyos para su padre y demostrar que es capaz de negociar aranceles con la administración Trump, dijo el miércoles en un livestream que podría presentarse a la presidencia si su padre se lo pidiera.
“Aceptaría ese desafío con la condición de contar con el apoyo de mi padre”, dijo Eduardo. “Él es el candidato legítimo, tiene los votos: si él lo ve así, sin duda me presentaría”.
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