Bloomberg — Las exportaciones totales de Brasil crecieron el mes pasado debido a que mayores envíos a destinos como China y Argentina atenuaron el impacto de los aranceles del 50% impuestos por el gobierno de Estados Unidos, según datos publicados el lunes.
Las exportaciones totales alcanzaron los US$30.500 millones en septiembre, un 7,2% más que el año anterior, según un informe del gobierno brasileño. Los envíos a EE.UU. cayeron un 20,3% con respecto al mismo período de 2024, lo que marca la segunda caída consecutiva. Estas caídas ponen de relieve el impacto económico del estancamiento actual y los aranceles que entraron en vigor en agosto, incluso cuando ambos gobiernos han mostrado interés en una vía de salida diplomática.
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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó a Donald Trump la eliminación de los aranceles sobre los productos del país y las sanciones a altos funcionarios en una llamada realizada el lunes. El gobierno estadounidense ya ha establecido una serie de exenciones que cubren algunas exportaciones importantes, como las aeronaves civiles y el jugo de naranja. Sin embargo, otros productos clave, como el café y la carne de res, no quedaron exentos de gravámenes y, por lo tanto, se encarecieron considerablemente para los consumidores de la mayor economía del mundo.
En septiembre, los artículos con mayores caídas en las exportaciones a Estados Unidos fueron el arrabio, la carne vacuna, el azúcar, las armas y el tabaco, según datos del gobierno brasileño.
“Si se mantienen los gravámenes, es probable que las exportaciones a EE.UU. sigan disminuyendo en los próximos meses”, declaró Herlon Brandao, Director de Estadísticas y Estudios de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio Exterior de Brasil. “Es una barrera arancelaria muy importante”.
Estados Unidos ha sido el segundo socio comercial más importante de Brasil desde 2009, cuando China se apoderó del primer puesto en medio del auge mundial de las materias primas. Dejando a un lado el lastre de los aranceles, la mayor economía de América Latina registró una balanza comercial positiva el mes pasado, con un superávit de casi US$3.000 millones.
Café
Mientras tanto, la presión arancelaria se está extendiendo a los hogares estadounidenses. El aumento de precios de productos básicos brasileños, como el café, ya se está notando en los pasillos de los supermercados y en las rutinas matutinas.
Desde julio, los futuros de Arábica han subido un 27,1%, impulsados por la preocupación por la sequía en las principales regiones productoras y el acceso más restringido de Estados Unidos al suministro brasileño. Brasil representa más del 37% de la producción mundial de café.
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“En agosto, se enviaron 300.000 sacos de café menos a Estados Unidos. Tuvieron que ser desviados a Colombia, México y Alemania”, dijo Marcelo Moreira, especialista en café de Archer Consulting. “Los mercados están muy nerviosos con este caos arancelario. Los está asustando”.
El gobierno estadounidense impuso aranceles a Brasil como parte de una campaña de presión para que la Corte Suprema del país retirara los cargos de golpe de Estado contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado de Trump. Bolsonaro fue posteriormente declarado culpable y sentenciado.
Por ahora, los exportadores brasileños están recalibrando sus políticas. Algunas empresas exploran mercados alternativos en Asia y Medio Oriente, mientras que otras presionan para obtener medidas de alivio internas, como apoyo crediticio o financiación preferencial del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
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