Bloomberg — El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, despidió el martes a la ministra de Salud, Nisia Trindade, y la sustituyó por el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, dando a Lula la oportunidad de nombrar una nueva cara para el papel clave de dirigir las negociaciones políticas con el Congreso.
Lula aún no ha anunciado quién ocupará el puesto, pero un cambio bien podría mejorar la relación del presidente con el Congreso, ya que Padilha había tenido a veces dificultades en el cargo.
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Según tres personas familiarizadas con la situación, se están considerando dos líneas de actuación. Una aboga por dar el cargo a los partidos centristas, intentando conservar el apoyo para la carrera presidencial de 2026.
La otra opción es nombrar a Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores. Ella representa el ala más izquierdista del partido y es una firme crítica del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, ya que se opone frontalmente a su programa de recortes del gasto.
El mes pasado, en medio de la caída de su popularidad, Lula despidió a su ministro de Comunicación y al equipo responsable de la publicidad. Una encuesta de DataFolha publicada la semana pasada mostró que el índice de aprobación de su gobierno había caído al 24%, el más bajo de sus tres mandatos.
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