Bloomberg Línea — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que no tiene la intención de escoger entre China y Estados Unidos en medio de la guerra comercial que desató la política arancelaria de Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca.
“Usted no quiere una guerra fría y yo no quiero una guerra fría. No quiero tener que optar entre Estados Unidos o China, tener preferencia por uno u otro. Quiero venderle a los dos”, dijo Lula da Silva a su homólogo chileno, Gabriel Boric, durante una intervención conjunta a la prensa después de una reunión que sostuvieron en Brasil.
Durante el encuentro, Lula volvió a cuestionar el “proteccionismo” económico que ha caracterizado los primeros casi 100 días de la administración Trump y se mostró abierto a negociar los aranceles a los productos brasileños, entre ellos, el acero, en lugar de responder con gravámenes similares.
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“A los brasileños no les gusta esta disputa que ha instaurado el presidente Trump”, dijo el líder progresista. “No les conviene ni a Estados Unidos ni a China, nosotros queremos establecer una política de cordialidad comercial”.
Boric, al igual que Lula, se refirió a la coyuntura arancelaria global, desatada por las diferencias entre las dos economías más grandes del mundo.
El mandatario chileno afirmó que defenderá “con mucha fuerza” la autonomía de Chile a la hora de establecer vínculos comerciales, “teniendo relaciones con diferentes países, diferentes regiones, sin tener que elegir entre uno y otro”.
Boric, además, llamó a los países sudamericanos a mejorar sus relaciones durante esta reconfiguración política global, solicitud que también hicieron otros mandatarios de izquierda como el colombiano Gustavo Petro y la mexicana Claudia Sheinbaum hace unos días en la Cumbre de la CELAC.
“Es más relevante que nunca reafirmar estos vínculos y decir aquí, en América del Sur: somos países amigos, vamos a seguir trabajando juntos en la defensa de los principios que nos importan (...), la democracia, el valor del multilateralismo y la importancia de la libertad de comercio en beneficio de nuestros pueblos”, dijo Boric.
De enero a marzo de 2025, el intercambio comercial entre los países fue de alrededor de US$2.700 millones. Brasil exportó US$1.500 millones e importó US$1.200 millones, informó la Cancillería brasileña.
“Entre los principales productos exportados a Chile por Brasil están aceites crudos de petróleo, carnes, automóviles y tractores. Brasil, por su parte, importa principalmente derivados del cobre, salmón y vinos de Chile”, informó.
Brasil y Chile firman 13 acuerdos
La reunión entre Lula y Boric dejó la firma de 13 acuerdos en torno a áreas como justicia, seguridad pública, defensa, ciencia, tecnología y cultura.
“Este día, para mí, es muy importante, no solo por los acuerdos y protocolos de intenciones firmados. Creo que esta reunión es importante debido al momento político que vive el mundo. Es solo el comienzo de una historia, nuestra relación nunca volverá a ser la misma, porque tenemos la obligación de mejorarla cada vez más”, dijo el presidente Lula.
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Uno de los principales puntos discutidos durante la reunión bilateral entre Boric y Lula fue la necesidad de mejorar la infraestructura regional a través de un “corredor biocenánico”, del que se ha estado hablando hace una década.
“Entre los proyectos en esta área se encuentran las Rutas de Integración Suramericana, con especial foco en los avances en la Ruta Bioceánica de Capricornio, que conecta puertos brasileños en los estados de São Paulo, Paraná y Santa Catarina, con los puertos de Iquique, Mejillones y Antofagasta, en Chile”, informó la Cancillería de Brasil.
El objetivo es que la infraestructura de esta ruta esté concluida en 2026, durante el actual mandato del presidente Lula, informó la Cancillería, aunque no ahondó en los detalles.