Bloomberg — Cuando el candidato presidencial que lidera las encuestas en Chile, José Antonio Kast, subió al escenario el martes pasado en un evento organizado por un importante gestor de activos, venía con un mensaje claro: “Estamos en una emergencia”.
Señaló el aumento de la delincuencia, la inmigración ilegal, y la emergencia económica que, a su juicio, atraviesa el país. Los grandes desafíos requieren soluciones radicales, dijo a la audiencia.
El problema es que los mercados parecen decir lo contrario.
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Los credit default swaps a cinco años de Chile, que reflejan el costo de asegurar la deuda soberana contra un incumplimiento, cayeron la semana pasada a su menor precio en 11 meses y están cerca de niveles previos a la pandemia, el spread de los bonos soberanos chilenos frente a los del Tesoro de EE.UU. cayó a un mínimo de 14 años, según índices de JPMorgan, y la bolsa local alcanzó un nuevo récord.

Y no se trata solo de los mercados. El déficit en cuenta corriente de Chile también ronda su menor nivel en 13 años, se espera que el crecimiento vuelva a superar el 2% en 2025 y la inflación está lejos de su máximo alcanzado en la pandemia.
“Los diferenciales y tasas de los bonos externos pueden no reflejar un país al ‘borde del colapso’, ni deberían hacerlo”, señaló Christopher Mejía, analista soberano de mercados emergentes en T Rowe Price. “Quizá, por algunas métricas, Chile esté peor hoy que durante el auge de las materias primas, pero, en términos relativos, los indicadores macroeconómicos lucen mejores que los de sus pares”.
Esto no significa que todo esté bien en el gobierno del izquierdista Gabriel Boric. El desempleo se mantiene cerca del 9%, el nivel más alto desde la pandemia, y la inflación se ha mantenido alta desde fines de 2023.
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Aun así, el diferencial de los bonos soberanos en dólares de Chile se redujo la semana pasada a 104 puntos básicos frente a los del Tesoro de EE.UU., el menor desde marzo de 2011. Y los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) del país bajaran casi 5 puntos básicos en el último mes, hasta alrededor de 50 puntos básicos.
“El abismo”
Por supuesto, todos los políticos de la oposición minimizan el desempeño económico y la situación del país bajo sus rivales, basta con mirar a Donald Trump. Pero pocas veces el contraste con el mercado es tan marcado como en Chile.
La nación está al borde del “abismo”, su futuro “gravemente amenazado” y el país “se derrumba” ante nuestros ojos, dijo Kast al lanzar su campaña en enero.
Desde entonces, el índice bursátil IPSA ha subido 30%, en camino a su mejor desempeño anual desde 2017. El diferencial de los bonos soberanos se ha reducido 16 puntos básicos, hasta 104 puntos básicos.
Parte del impulso del mercado se debe al propio Kast. Al liderar las encuestas, los inversionistas anticipan que impulsará un giro hacia políticas más favorables para el mercado. Ha prometido recortar el gasto fiscal, reducir la burocracia y reactivar el crecimiento.
“Los activos de riesgo de Chile se han visto respaldados por una expectativa de giro hacia políticas más promercado”, afirmó Andrés Pérez, economista jefe para América Latina en Banco Itaú.
Los chilenos acudirán a las urnas para la primera vuelta el 16 de noviembre, con una eventual segunda vuelta el 14 de diciembre. El nuevo gobierno asumirá el 11 de marzo del próximo año.
Los fundamentos
El repunte de los activos chilenos sigue la tendencia de otras economías emergentes, pero también refleja la mejora de sus fundamentos. El gobierno de Boric prevé un déficit fiscal de 1,4% del producto interno bruto este año, el segundo más bajo desde 2013.
“Más recientemente, Chile ha sido fiscalmente prudente en comparación con otros países con calificación A”, dijo Mejía. “Debe ser reconocido por mejorar su trayectoria fiscal”.
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Aun así, no todo marcha bien. Kast suele citar la tasa de desempleo como signo de crisis económica y las estadísticas criminales como indicio de un quiebre del orden social. En 2024, los homicidios en Chile llegaron a 1.207, equivalentes a 6,3 por cada 100.000 habitantes, según la Subsecretaría de Prevención del Delito. Es un aumento de 31% frente a 2019.
“Creo que todas estas preocupaciones se han reflejado, en cierta forma, en el tipo de cambio”, dijo Mejía. “Veo el tipo de cambio como una expresión de los desafíos que el país ha enfrentado”.
El peso chileno se ha apreciado alrededor de un 3% este año, un rendimiento inferior al de la mayoría de sus pares emergentes y al de todos sus principales homólogos latinoamericanos, excepto el peso argentino.
Sin embargo, el país dista de estar hundiéndose en la anarquía. La tasa de homicidios del año pasado cayó un 4,8% frente a 2023 y sigue siendo mucho más baja que la de la mayoría de sus vecinos de la región.
¿Mercados despistados?
Existe la posibilidad, por supuesto, de que Kast tenga razón y los mercados estén equivocados.
El 18 de octubre de 2019, una protesta por el alza en las tarifas del metro se transformó en el mayor estallido social en Chile en generaciones. El gobierno desplegó al ejército en las calles por primera vez desde la dictadura de Augusto Pinochet, pero no logró restablecer el orden.
De norte a sur, el orden público casi se derrumbó.
Sin embargo, la mañana en que todo comenzó, los CDS a cinco años de Chile cayeron a casi su nivel más bajo desde antes de la gran crisis financiera de 2008. Los mercados no siempre ven lo que está por venir.
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