Bloomberg — El mercado de deuda privada de Chile está volviendo a la senda del crecimiento, por lo que la contracción del año pasado parece cada vez más un simple bache en el avance del sector.
Los activos gestionados por los fondos de deuda privada llegaron a US$6.600 millones en el primer trimestre, frente a los US$6.400 millones de finales del año pasado, según datos de ACAFI, la Asociación Chilena de Administradores de Fondos de Inversión. Aunque sigue por debajo de los US$6.700 millones de fines de 2023, la cifra supera ampliamente los US$2.600 millones registrados en 2018.
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Es probable que el reciente retorno al crecimiento se acelere a finales de este año, a medida que bajen las tasas de interés y se desacelere la inflación, dijo Jorge García, director de inversiones de la gestora de fondos Nevasa. El sector financia hipotecas, préstamos para automóviles y deuda a corto plazo respaldada por facturas, que luego se agrupan y venden a bancos u otras entidades financieras.
“Se está formando un escenario favorable para los flujos hacia esta clase de activos”, afirma García. La reducción de las tasas de interés “evidentemente hará que inversionistas salgan a buscar en otros tipos de activos un mayor rendimiento, emparejado con una menor percepción de riesgo crédito conforme a que la actividad económica también ha ido normalizándose“.

Para los inversores, la deuda privada ofrece rendimientos superiores al promedio, especialmente ahora que los bonos locales han mostrado poca variación en los últimos dos años. Y con la amenaza de una reducción de las tasas del banco central, se espera que el apetito por mayores retornos impulse el crecimiento del sector.
Caída de las tasas
Las apuestas por una bajada de las tasas subieron este mes después de que los precios al consumo cayeran el doble de lo esperado en junio, lo que ha situado la inflación anual en su nivel más bajo desde septiembre. Ahora muchos esperan que el banco central baje las tasas por primera vez en el año, el próximo 29 de julio.
“Mientras que las tasas de interés vayan a la baja y mientras que la inflación vaya a la baja, estas estructuras van a pagar más que los otros instrumentos de renta fija, especialmente los de UF”, afirma Gonzalo Trejos, gerente de estrategia del banco privado Quest Capital.
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Además, la caída del crédito privado del año pasado se podría explicar por la decisión de los reguladores de revocar la licencia de Sartor AGF, un importante actor del mercado. El modelo de negocio de Sartor refleja un patrón “basado en el uso de los fondos que gestiona como vehículos de financiación para entidades relacionadas con sus directores y accionistas mayoritarios”, según los reguladores.
Ese contratiempo del sector ya ha quedado atrás y los préstamos han vuelto a su senda de crecimiento anterior.
Fondos de pensiones
Otro factor frenaría la expansión del crédito privado, al menos durante el próximo año. Los reguladores de pensiones de Chile aún no han definido los límites de las inversiones alternativas tras la reforma del sector llevada a cabo anteriormente este año.
“La incertidumbre regulatoria no es buena para ninguna industria, este caso no es distinto”, afirmó José Correa Achurra, jefe de Activa Private Debt. “En muchos casos, las AFPs prefieren esperar a tomar decisiones de inversión que después los haga incumplir límites”.
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Al cierre del primer trimestre, los fondos de pensiones privados gestionaban US$199.700 millones, de los cuales US$102.200 millones correspondían a activos locales, lo que los posiciona como los principales actores del mercado financiero chileno. De esas inversiones locales, solo el 1,6% estaba en activos alternativos, incluida la deuda privada, frente al 1,7% a finales de 2023. Esto deja un amplio margen de crecimiento, ya que el límite actual oscila entre el 5% y el 15%, dependiendo del tipo de fondo.
Se espera que los nuevos límites se definan en septiembre del próximo año, junto con el nuevo régimen de inversión. Dichas normas se aplicarían entonces en abril de 2027.
¿Qué impulsa el sector?
Expectativas de un repunte en el mercado hipotecario a medida que bajen las tasas de interés también contribuirán a reactivar el crédito privado.
“Evidentemente hoy sectores como el habitacional están golpeados y con algunas puertas cerradas, pueden ser desde donde surjan las mejores oportunidades para invertir hoy”, afirma García.
En esa misma línea, el sector inmobiliario también se destaca como una oportunidad interesante, según Correa.
Los fondos de deuda privada supervisados por ACAFI incluyen financiamiento directo para vivienda, sector inmobiliario, automóviles, maquinaria, facturas y deuda a corto plazo, entre otros. La industria automovilística fue la que experimentó una expansión más rápida, con un crecimiento del 25% desde finales de 2024 hasta alcanzar los US$201 millones en el primer trimestre de este año. Le siguió la deuda hipotecaria, que aumentó un 8% hasta alcanzar los US$1.400 millones durante el mismo periodo.
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Y es posible que haya una nueva área de expansión.
Trejos señaló la financiación de activos tecnológicos, concretamente la financiación de proveedores, como un tipo de deuda que está emergiendo y que pronto cobrará impulso entre los fondos de deuda privada.
“Este instrumento esta partiendo y deberían aparecer nuevos fondos o lo fondos actuales van a incluir este tipo de deuda”, afirmó Trejos, añadiendo que los mercados de deuda privada “han ido creciendo cada vez más”.
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