La comunista Jeannette Jara apuesta por el centro en su carrera presidencial en Chile

La política de voz suave, representante de una coalición de izquierda, busca ampliar su base de apoyo hacia el centro político sin renunciar a su lealtad de toda la vida.

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Chilean Presidential Candidates Speak At Investment Round Table
Por Patricia Garip - Matthew Malinowski
05 de noviembre, 2025 | 08:42 PM

Bloomberg — La principal candidata a la presidencia de Chile, Jeannette Jara, es comunista. Pero no de ese tipo y quiere que se sepa.

La política de voz suave, representante de una coalición de izquierda, busca ampliar su base de apoyo hacia el centro político sin renunciar a su lealtad de toda la vida. Una de las maneras en que lo está haciendo es prometiendo nombrar a un tecnócrata como ministro de finanzas.

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Miembro del Partido Comunista de Chile desde los 14 años, Jara afirma que nombrará a una mujer con conocimientos técnicos como ministra de Hacienda para mantener bajo control el gasto público y la deuda, y tacha de “infundadas” las dudas de los inversores sobre la disciplina fiscal de su equipo.

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En una entrevista el miércoles, Jara dijo que dos mujeres que encajan en ese perfil son la actual subsecretaria del Ministerio de Finanzas, Heidi Berner, y Paula Benavides, que dirige el Consejo Fiscal Autónomo, un organismo asesor independiente. Aunque la candidata dijo que aún es muy pronto para ofrecer formalmente el cargo a una de ellas, afirmó que desarrollaron confianza y respeto mutuos mientras trabajaron juntas en el gobierno.

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Los asesores económicos Luis Eduardo Escobar y Osvaldo Rosales son otras opciones para jefe de finanzas, dijo Jara. Pero, cuando se trabaja con una mujer altamente competente, “uno puede decir las cosas con respeto y la relación no se termina por eso”, dijo Jara desde su sede de campaña en el centro de Santiago. “Eso nos distingue en este tipo de funciones de los hombres, cuyo ego a veces se interpone”.

Jara, de 51 años, es una exministra de Trabajo que lidera una coalición de nueve partidos de cara al balotaje de la primera vuelta del 16 de noviembre. El ganador gobernará la nación más próspera de América Latina y el primer productor mundial de cobre. En su intento por imponerse, está apostando su campaña por la mejora de los servicios públicos y, al mismo tiempo, por la lucha contra la delincuencia y la seguridad fronteriza, todo ello manteniendo un control sobre el gasto público.

“Chile no puede despilfarrar ni un minuto en el cumplimiento de las reglas fiscales. Tenemos que hacerlo”, dijo Jara. “La prosperidad de un país no consiste en imprimir dinero. Se trata de crecer y de garantizar que este crecimiento llegue a todos”.

El giro de Jara hacia el centro es más urgente que nunca, dado el descontento de los chilenos por la delincuencia, la migración clandestina y una economía estancada, problemas que suelen asociarse a los candidatos conservadores. Las encuestas recientes sugieren que probablemente llegará a la segunda vuelta del 14 de diciembre, pero perdería ante cualquiera de los principales aspirantes de derecha a suceder al presidente izquierdista Gabriel Boric.

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Entre sus principales rivales se encuentran el ultraconservador José Antonio Kast y la candidata de centroderecha Evelyn Matthei, quienes prometen recortar el gasto público, bajar los impuestos a las empresas y deportar a miles de inmigrantes indocumentados. Otro competidor, el libertario Johannes Kaiser, está experimentando un repunte de apoyo de última hora.

Al hablar de su visión para la economía, Jara no se parece en nada a una comunista radical. Prometió hacer su mayor inversión en la reforma del sistema de salud, a la que planea destinar el 0,4% del producto interno bruto, y reiteró sus planes para un ingreso mensual base de 750.000 pesos (US$790) compuesto por una combinación de salario mínimo y transferencias gubernamentales.

La oficina presupuestaria prevé ahora que esta medida alcance su máximo en 2007.

Los inversores no deberían preocuparse, dijo Jara. “Esto no es una utopía”, añadió. “La diferencia es que para nosotros es imperativo que la gente llegue hasta fin de mes”.

Al mismo tiempo, Jara dijo que no creará nuevas empresas estatales, pero que está abierta a ampliar las concesiones privadas para estimular las inversiones en infraestructuras. Se comprometió a buscar oportunidades económicas en energías limpias y a “revivir el sueño” de devolver a Chile a la senda de convertirse en una nación desarrollada.

“Tal vez no suene comunista, y yo tampoco me visto así. Pero quiero que todos en Chile tengan las mismas oportunidades. Y eso es lo que significa ser comunista en Chile”, dijo Jara.

Clase trabajadora

Jara nació en Conchalí, un barrio obrero de Santiago, y es la mayor de cinco hermanos. Es licenciada en administración pública y en derecho, y se la conoce sobre todo por haber encabezado la reciente reforma de las pensiones de la administración Boric. Su carrera como funcionaria pública incluye estancias en la agencia tributaria del gobierno y en el ministerio de desarrollo social.

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A finales de junio, Jara aplastó a sus competidores en las votaciones primarias entre los candidatos presidenciales de izquierda, incluida Carolina Tohá, una moderada y peso pesado de la política que era la favorita inicial. Tohá abrazó públicamente esta semana a Jara.

Aún así, la candidata ha luchado por distanciarse del centenario Partido Comunista de Chile, que regularmente es objeto de críticas por defender regímenes autoritarios en Venezuela y Cuba. El partido estuvo marginado de la política local durante décadas antes de que la expresidenta Michelle Bachelet lo incorporara a su alianza de gobierno hace poco más de 10 años.

Bajo Boric, los comunistas ocupan actualmente tres puestos de alto perfil en el gabinete: justicia, educación y portavoz del gobierno.

Jara dijo que impulsará una mayor integración entre los países latinoamericanos y, en términos más generales, mantendrá el apoyo de larga data de Chile al multilateralismo. En cuanto a Donald Trump, dice que trabajará por unas relaciones diplomáticas sólidas. “Aunque no me gusta Trump en absoluto, la verdad es que el pueblo estadounidense lo eligió”, dijo Jara. “Soy respetuosa de eso”.

Chile tiene un gran interés económico en su relación con Estados Unidos, y los tratados de libre comercio también han contribuido a eso”, agregó.

En la entrevista, Jara dijo que su formación técnica y política le ha ayudado mucho. Su “comprensión de la calle” también le ha dado un sentido de la justicia.

“Chile es como un frutero gigante y cada uno tiene que coger una uva”, dijo. “Algunos creen que se merecen todo el racimo. ¿Eso me convierte más o menos en comunista? No lo sé. Creo que podemos encontrar un buen equilibrio”.

Con la colaboración de Antonia Mufarech y Carolina González.

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