Bloomberg Línea — Citi proyecta un panorama “cautelosamente optimista” para América Latina en medio de los choques macroeconómicos externos y las dudas que genera el regreso al poder de Donald Trump en EE.UU., dijeron los analistas Ernesto Revilla y Esteban Tamayo durante la presentación de las perspectivas económicas para 2025 de esa entidad financiera.
Aunque el crecimiento económico global se ralentizaría al 2,2% en 2025 (desde 2,7% en 2024), la región experimentaría una leve aceleración del 1,8% al 2,3%, impulsada por la recuperación del consumo, la inversión, la baja inflación y la reducción de tasas de interés en la mayoría de los países.
“En la región hemos visto mucha resiliencia en muchas de las economías, particularmente en Brasil, pero también en las economías andinas, en donde el crecimiento para 2024 es mejor de lo que esperábamos a principios de este año después de un 2023 con un crecimiento bajo en general. Ahora hemos visto que el consumo se ha venido recuperando, sobre todo la inversión, y este dinamismo se va a trasladar hacia el 2025″, dijo Ernesto Revilla en la presentación.
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Entre los mercados analizados y de mejor desempeño, para 2025 espera un crecimiento de República Dominicana del 4,9%, por encima del 4,8% estimado para el 2024, mientras que en el caso de Panamá la proyección es que el PIB se expanda un 3,9% el próximo año desde el 2,8% de este año.
Esteban Tamayo dice que Panamá está en un período complejo de ajuste fiscal y viene de “un año chocante” por el cierre de la minera (Cobre-Panamá), que aportaba casi 4% del PIB al país.
Explica que la base crecimiento es relativamente baja para Panamá, ya que es inferior al crecimiento del 5-7% en la década anterior al Covid-19.
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Entre los factores limitantes, se refiere al ajuste fiscal que restringe el estímulo económico y una menor inversión pública en construcción, que solía ser un motor clave de crecimiento.
En el caso de República Dominicana, dijo que el crecimiento está estancado, pero ya está en su nivel potencial.
Entre los factores que pueden impulsar el incremento del PIB destaca la actividad del turismo, las remesas -que representan el 8% del PIB, apoyadas por la alta proporción de dominicanos con estatus legal en Estados Unidos-, así como la política monetaria del Banco Central (bajas tasas de interés) y el impacto positivo del crecimiento económico de EE.UU.
En el caso de Brasil, la economía crecería un 3,3% en 2024 y un 2,1% en el 2025, mientras que México pasaría de un crecimiento del 1,7% en 2024 a uno de apenas el 0,8% en el 2025.
México se perfila como uno de los países con menor crecimiento económico en 2025, lo que se atribuye principalmente a un fuerte choque de confianza doméstico derivado de las políticas implementadas por la nueva Administración de Claudia Sheinbaum, las cuales han generado disrupciones significativas en el marco institucional, según Ernesto Revilla.
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Colombia crecería el próximo año un 2,7% (1,8% en 2024), el PIB de Chile avanzaría en 2025 un 2,1% (2,4% en 2024) y el de Perú un 2,9% (3% en 2024). La economía de Argentina retrocedería un 3,8% en 2024 y en 2025 crecería 5%.
Según Revilla, una buena muy buena noticia en América Latina es que la inflación continúa bajando, con excepción de Brasil, “que se encuentra en una situación muy particular”.
“Fuera de Brasil estamos viendo que la inflación hacia el 2025 continuará bajando y estará por primera vez desde la pandemia, es decir, cinco años después de la pandemia, dentro de las metas de los bancos centrales, prácticamente en todos los países de América Latina”, apuntó.
Esto se traduce en que las tasas de interés podrían seguir bajando en la mayoría de los países de Latam analizados por Citi.
Si los riesgos macroeconómicos no se concretan, Citi prevé que Latinoamérica tendría “un buen ciclo económico” y señala que en medio de esta reconfiguración geopolítica la región tiene una gran oportunidad.
“En toda esta reconfiguración geopolítica que estamos viviendo, América Latina tiene una gran oportunidad y es que precisamente es una región que se encuentra bien ubicada geográficamente, cerca de los principales mercados, se encuentra lejos de los principales problemas geopolíticos, tiene una buena demografía, una buena democracia, aunque imperfecta, pero funcional en la mayor parte de la región, tiene una población joven cada vez más preparada”, anotó Ernesto Revilla.
Los escenarios previstos con el regreso de Trump al poder
El regreso de Donald Trump a la Presidencia genera incertidumbre por sus políticas potencialmente “disruptivas”, que van a tener implicaciones para las economías de Latinoamérica. “No sabemos cuántas de esas propuestas y en qué magnitud vayan a llegar a implementarse, pero es una incertidumbre que cuelga sobre la economía global para el 2025″, expresó Revilla. Para Citi, México será la economía más expuesta a los cambios adelantados por la nueva Administración estadounidense.
Citi contempla dos posibles escenarios:
- Un modelo transaccional y pragmático de Trump (escenario base): se plantea un escenario similar a su primera Presidencia, con ruido político, pero con pocos cambios profundos. “Ya sabemos que mucha de la manera en la que opera es a través de propuestas que suelen ser radicales, pero que a la hora de negociar suele ser transaccional y pragmático. Y al final de cuentas, después de su primera Presidencia, por supuesto que hubo aspectos que sí cambiaron, por ejemplo las tarifas, sobre todo a China, pero en general no cambió de manera profunda la arquitectura del comercio global o la arquitectura financiera internacional”. Según Revilla, la primera Presidencia de Trump “fue mucho ruido y pocas acciones concretas”. Este es el escenario base para Citi, con posibles estímulos económicos como una reducción del impuesto corporativo de 21% al 15%. “El escenario base es uno en donde el presidente Trump es transaccional, es pragmático, también lo van a ser muchos de los países que tengan negociación con los Estados Unidos, ya lo estamos viendo en el caso de Canadá y en el caso de México”. En este escenario, los mayores impactos para la región provendrían de las variables macroeconómicas más importantes, como la evolución del comercio global, la inflación y las tasas de interés en EE.UU., entre otros.
- Modelo en el que cumple más de lo que prometió: en este escenario se plantea un Trump con mayor capacidad política para implementar medidas más radicales, como aranceles más altos, las deportaciones masivas e impuestos a las remesas. “Trump no se enfrenta a una reelección. Estatutariamente, es la última vez que puede ser presidente y eso cambia un poco el cálculo, de qué tanto capital político está dispuesto a invertir en ciertos temas”, dijo Revilla. Según el analista, Trump llega a este segundo mandato “menos acompañado de voces moderadas” y tiene perfiles más leales al mensaje republicano. Estas políticas podrían generar mayor volatilidad, aumentar la inflación en EE.UU., dificultar la reducción de tasas de interés de la Fed y generar volatilidad en mercados emergentes. “Si uno piensa en la potencial deportación masiva de trabajadores indocumentados en los Estados Unidos, aunque obviamente haya grandes dudas por parte de los expertos de si eso puede realizarse o no desde un punto de vista legal, logístico y operativo, aunque logre hacer algo de deportación, pues eso debe incrementar la presión sobre los salarios en Estados Unidos en algunos sectores y eso también es inflacionario”, adelantó. Asimismo, señaló que si bien la baja de los impuestos corporativos en Estados Unidos también estimula la economía del país, esta sería una medida inflacionaria. Con tasas de interés más altas en EE.UU., Citi plantea un escenario de mayor fortalecimiento del dólar, debilitando a las monedas de mercados emergentes como los de Latam, y salidas de capitales que buscan el mayor rendimiento en EE.UU.
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