Bogotá — Colombia tardaría al menos una década en cambiar su modelo exportador para no depender tanto de Estados Unidos. Así lo aseguró a Bloomberg Línea Olga Lucía Lozano, ex viceministra de Comercio Exterior, a propósito de la tensión comercial que vivieron ambas naciones el pasado domingo.
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“Colombia ha construido una dependencia con la economía estadounidense, que demoraría por lo menos una década en cambiar y a un precio enorme”, dijo Lozano, también consultora internacional.
El conflicto diplomático entre los dos países inició cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, impidió que dos aviones militares provenientes de Estados Unidos, con decenas de inmigrantes indocumentados, aterrizaran en el país en la mañana del domingo. Petro argumentó que las autoridades estadounidenses estaban criminalizando a los repatriados.
El presidente estadounidense, Donald Trump, respondió a la decisión del mandatario sudamericano con el anuncio de la aplicación de aranceles de emergencia del 25% y hasta 50% sobre todos los bienes colombianos que ingresen al mercado norteamericano.
La referencia del caso venezolano
Salvadas las proporciones, Lozano señaló como ejemplo la crisis exportadora que Colombia vivió con el vecino Venezuela tras el rompimiento de las relaciones con el país vecino durante el mandato del expresidente Iván Duque. En este caso, las exportaciones se lograron redireccionar a Estados Unidos, Panamá y Brasil, principalmente.
Antes de la ruptura de relaciones binacionales, Colombia exportaba entre US$6.000 y US$7.000 millones al año a Venezuela. Con el arribo del Gobierno de Petro y el restablecimiento de las relaciones, la meta para 2024 era alcanzar los US$1.000 millones, pero entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones colombianas a ese destino sumaban US$885,5 millones, con un incremento de 47% frente al mismo periodo de 2023.
Ello ubica al vecino país en el doceavo lugar que más compra bienes de Colombia, cuando se esperaba que ingresara más rápido al top 10.
Los principales productos que se vendieron desde Colombia hacia Venezuela fueron confitería, leche en polvo y en otras presentaciones, bombas centrífugas, aceite de soya y de palma.
Sin embargo, con Estados Unidos es un juego totalmente diferente porque, además del comercio internacional de bienes, se encuentra la política de inversión colombiana, que depende del país del norte y muchas de las transacciones internacionales del sistema financiero.
Inyección de capital desde Estados Unidos
Cerca del 40% de las inversiones extranjeras en el país provienen de Estados Unidos. Por ejemplo, en el rubro de la Inversión Extranjera Directa en 2023 se percibieron más de US$5.500 millones, según Lozano. Y en cuanto al sector financiero, la consultora destaca el vínculo financiero con diversos conglomerados en Estados Unidos y su dependencia como fuente de recursos en diferentes líneas de crédito.
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“No podemos darnos el lujo de quedar por fuera del sistema financiero internacional, lo cual golpearía remesas, tarjetas de crédito, créditos, transferencias, corresponsales bancarios, entre otros”, afirmó Javier Díaz, presidente de Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex.
Lozano dice que uno de los objetivos de los Tratados de Libre Comercio (TLC) es mejorar la competitividad de los productos para poder competir en terceros mercados, lo que ha logrado con Colombia con la importación de materias primas desde Estados Unidos.
“Por lo tanto, esta relación hay que cuidarla, no sólo por el comercio bilateral, sino también por los efectos que se generarían en nuestras exportaciones en terceros mercados”, dijo la ex viceministra.
Para el dirigente gremial de Analdex, la construcción de un Tratado de Libre Comercio o de un acuerdo comercial ha requerido años de esfuerzo, no sólo de apertura, sino también de mantenimiento de condiciones estables, y no se puede borrar de un plumazo en una tarde de domingo, vía redes sociales.
“Debemos afianzar la palabra diversificación y que no se quede en el papel”, dijo Díaz. “No debemos tener todos nuestros huevos en una misma canasta. Hay que fortalecer la relación comercial con otros socios económicos, como lo puede ser Asia”.
Principal destino: EE.UU.
El país norteamericano es el principal destino de las ventas externas colombianas, generales, y las no minero energéticas. Durante 2023, 3.324 empresas colombianas exportaron bienes a Estados Unidos. La proporción se mantuvo el año pasado pues entre enero y noviembre de 2024, 3.230 compañías hicieron lo propio.
El año pasado el 29% de las exportaciones de Colombia se dirigió a ese mercado, mientras que en las no minero energéticas ese porcentaje fue de 32%.
De acuerdo con cifras de Analdex y el Departamento Nacional de Estadísrtica, Dane, las ventas de Colombia hacia EE.UU. crecieron 7,6% entre enero y noviembre de 2024, comparadas con el mismo periodo de 2023. En dinero estamos hablando de US$13.106 millones anuales.
De ese total, el 52,2% (US$6.834 millones) correspondió a exportaciones minero energéticas y el 47,8% restante (US$6.264 millones) a bienes no minero energéticos.
Los departamentos más exportadores hacia EE.UU. son Antioquia (US$2.492 millones, aumento de 2,7%); Bogotá (US$1.664 millones, crecimiento de 22,3%), y Cundinamarca (US$851,2 millones, incremento de 9,2%). A estos se suman Atlántico, Bolívar, Valle del Cauca, Sucre y Huila.
Los productos exportados que sobresalen son muchos, pero lideran la lista aceites crudos de petróleo, oro, café, flores (sector que desde que arrancó 2025 se está alistando para sus exportaciones a Estados Unidos y por cuenta de la celebración de San Valentín), bananos, limón tahití, aguacate y tilapia.
Y si hablamos de importaciones de productos estadounidenses, entre enero y octubre de 2024 se registraron US$13.403 millones, con un aumento de 2%. Durante la crisis diplomática, Petro amenazó con un arancel retaliatorio de 25% a los bienes estadounidenses que ingresan a Colombia.
Al respecto, Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi (gremio del sector avicultor), indicó que desde que se firmó el TLC con Estados Unidos la mayoría del maíz y la soya que consumimos en Colombia proviene de EE.UU., cuando antes provenía de Brasil y Argentina. “Un arancel del 25% significa ponerle impuesto al pollo y el huevo en Colombia”, dijo.
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En ese sentido, añadió que el 80% del costo de producción del pollo y el huevo que se consume en Colombia se encuentra en los insumos: maíz, soya y la torta de soya. “Colombia es deficitaria en más de seis millones de toneladas de granos”, dijo Moreno.
Sector TIC ente los afectados
Ximena Duque, presidente de Fedesoft alertó que un deterioro de las relaciones con Estados Unidos puede significar un golpe al sector dado que las exportaciones de tecnología representan el 32% del total de las exportaciones de servicios en Colombia.
En especial, su preocupación radica en que “en materia de infraestructura, muchas de las soluciones tecnológicas colombianas dependen de accesos en la nube, licencias, plataformas de comercio electrónico, aplicaciones y servicios de inteligencia artificial de empresas ubicadas en Estados Unidos, lo que podría afectar su funcionamiento y competitividad”.
La vocera del sector aseguró que entre Colombia y su socio del norte se desarrollan más de 600 programas bilaterales de investigación, desarrollo e innovación, financiados por ambos países.
En la actualidad el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia (Minciencias) mantiene 13 convenios vigentes con instituciones de Estados Unidos.
“Una crisis diplomática entre Colombia y EE.UU. afectaría al ecosistema emprendedor, pues más del 45% de las startups colombianas dependen de inversión y programas de aceleradoras estadounidenses”, dijo Duque.
Con respecto al congelamiento de los servicios consulares para el otorgamiento de visas, la presidenta de Fedesoft recalcó que las visitas constantes de empresarios y colaboradores hacia EE.UU. son clave para la búsqueda de inversión, oportunidades comerciales y soporte en contratos vigentes.
Calma tras la tensión
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, sostuvo que a buena hora se activaron los mecanismos diplomáticos para superar la complejísima situación que se produjo con Estados Unidos.
“Produce tranquilidad ver que el equipo diplomático entendió la dimensión de la crisis que se estaba produciendo y actuó en consecuencia”, dijo.
Añadió que sin duda alguna quedan muchas lecciones que, espera, entiendan los responsables de las relaciones internacionales.
Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta de Amcham Colombia (Cámara de Comercio Colombo Americana), destacó la importancia de que no se impondrán aranceles a los productos colombianos, y dijo que, sujeto a la verificación del proceso de recepción de los deportados, se levantarán los procedimientos migratorios especiales previstos por el gobierno de Estados Unidos.
Expresó que si bien esta crisis parece estar superada, lo ocurrido debe ser una lección para reforzar el trabajo conjunto entre todos los sectores de la sociedad, con el fin de fortalecer y preservar las relaciones estratégicas entre ambos países. “El diálogo y la cooperación deben seguir siendo la base de nuestra relación bilateral”.
