Bloomberg Línea — Colombia adelanta, sin mayores resultados todavía, la negociación con Estados Unidos para reducir o eliminar el arancel de 10% impuesto por el presidente Donald Trump a sus exportaciones en abril pasado.
“Hay unos puntos irritantes entre las relaciones comerciales con Estados Unidos. Nosotros hemos avanzado en resolver de alguna manera esos puntos críticos para generar temas específicos de discusión que nos permitan liberar las tensiones”, dijo en su más reciente declaración pública la nueva ministra de Comercio de Colombia, Diana Marcela Morales.
La funcionaria indicó que es la oportunidad de abrir discusiones en las que Colombia gane y Estados Unidos gane y que el Gobierno ha tenido reuniones con los sectores estratégicos exportadores que pueden verse perjudicados.
“Hemos creado una ruta de trabajo y de entendimiento. Colombia no se ha cerrado a mantener sus relaciones comerciales, económicas, políticas y diplomáticas con Estados Unidos y vamos a avanzar muy pronto en ese sentido”, sostuvo la funcionaria.
Asimismo, se refirió al sector textilero, señalando que están trabajando en la reducción y en la posibilidad de llegar a arancel cero para los insumos que permiten transformar y hacer más competitiva esa industria.
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Sobre la próxima reunión con el país norteamericano, puntualizó que se está coordinando con el embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña. “Yo creo será en un mes, ya hemos avanzado en otro tipo de conversaciones, manifestando también nuestra voluntad de resolver esos irritantes”.
¿Qué acciones ha adelantado Colombia?
El pasado 11 de abril, Cielo Rusinque, quien estuvo encargada de la cartera de Comercio durante algunos meses, confirmó que Colombia presentó ante el gobierno de Estados Unidos una petición formal para negociar el arancel de 10%, medida que está vigente desde el cinco de abril.
Dicha petición se efectuó mediante la radicación de dos cartas con las cuales se pretende la exclusión parcial o total del gravamen.
La funcionaria aclaró en ese entonces que no se está acudiendo al mecanismo de resolución de conflictos dispuesto en el TLC (Tratado de Libre Comercio) entre Estados Unidos y Colombia. “Acá lo que manifestamos es nuestra voluntad de entrar al proceso de negociación para buscar una posible reducción del arancel que rige hasta hoy”.
Adicional a eso, y como muestra de buena voluntad, Colombia cedió ante EE.UU. y aplazó la entrada en vigencia de la normativa que elimina el reconocimiento de los estándares de certificación de vehículos estadounidenses importados, dispuesta para mayo pasado.
Dicha normativa planteaba exclusivamente el reconocimiento de las certificaciones avaladas por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), dejando de lado el sistema estadounidense, conocido como Federal Motor Vehicle Safety Standards (FMVSS).
La decisión del país cafetero se dio luego de que el embajador Jamieson Greer, director de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), enviara una carta advirtiendo que si se adoptaba dicha medida, Estados Unidos podría suspender la exportación total de vehículos hacia Colombia.
Nueva tensión Petro-Trump nubla el panorama
El Secretario de Estado, Marco Rubio, llamó a Washington al embajador de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, “para consultas urgentes tras declaraciones infundadas y reprensibles de los más altos niveles del Gobierno de Colombia”.
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A lo que el presidente Gustavo Petro respondió llamando también a consultas al embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña.
“Llamo a consultas a nuestro embajador Daniel García-Peña en los EE.UU. Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi gobierno", dijo el mandatario colombiano.
Lo que sucedió apenas unas horas después de que Laura Sarabia renunciara a la Cancillería de Colombia, expresando su inconformidad con decisiones recientes del Ejecutivo, sin especificar cuáles. Con lo que la negociación arancelaria entre ambas naciones continuará, por ahora, sin ministra de Relaciones Exteriores.
María Claudia Lacouture, presidenta de Amcham Colombia (Cámara de Comercio Colombo Americana), aseguró a Bloomberg Línea que el llamado a consultas del embajador estadounidense es una señal diplomática clara de preocupación.
“No es una ruptura, pero sí un mensaje que no puede pasarse por alto. Las relaciones internacionales no se manejan por redes sociales ni con declaraciones altisonantes, sino con diplomacia, respeto y el uso adecuado de los canales institucionales", enfatizó la dirigente gremial.
Comentó que durante décadas, Colombia y Estados Unidos han construido una alianza estratégica basada en valores compartidos, cooperación económica, inversión, seguridad y desarrollo. Relación que ha sido esencial para el bienestar de millones de colombianos.
“Lo que hoy está en juego es mucho más que una diferencia política: es la confianza, la estabilidad y el futuro de una relación fundamental para ambos países”, dijo Lacouture.
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Por lo que extendió un llamado al Gobierno Petro a que privilegie el diálogo, evite nuevas tensiones innecesarias y conduzca esta situación con la diplomacia que ha caracterizado a la política exterior colombiana.
Por su parte, Javier Díaz, presidente de Analdex (Asociación Nacional de Comercio Exterior), sostuvo que es lamentable que Colombia esté nuevamente en una situación de deterioro de las relaciones con su principal socio comercial.
“El llamado es a la prudencia. No se puede hacer diplomacia por redes sociales, hay que utilizar los canales diplomáticos y vías institucionales para solucionar diferencias con un país amigo", añadió.
Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, reiteró la importancia de asumir con gran responsabilidad y en forma integral la relación diplomática entre los dos países, evitando mezclar asuntos de política interna y de carácter ideológico, con el profundo relacionamiento que se ha construido entre estas naciones a lo largo de los años.