Bloomberg Línea — Para las mipymes en América Latina, la inflación y la falta de financiamiento son las principales preocupaciones para consolidarse.
Así lo revela la más reciente investigación de la Secretaría General Iberoamericana, el Consejo de Empresarios Iberoamericanos y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, que señala el 59,3% de las mipymes considera que su situación mejorará, exceptuando los sectores de construcción y minería, que se ubicaron debajo de la media.
“Antes de la pandemia, las pequeñas y medianas empresas ya tenían serias dificultades para crecer. A raíz de esta, peligró su supervivencia y surgió la necesidad de tomar medidas para protegerlas”, expresó Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Al respecto, indicó la necesidad de acciones importantes en digitalización, formación, internacionalización, informalidad laboral y falta de acceso al crédito.
Fueron más de 2.200 empresas de 22 países de Iberoamérica las que respondieron preguntas que abarcaron desde sus principales preocupaciones hasta sus políticas de sostenibilidad.
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Sobre cuál es la principal fuente de financiamiento para poner en marcha su empresa, la mayoría, con el 64% respondió que con recursos propios, mientras que solo el 14% con financiamiento bancario y el 7% con ayuda de amigos o familiares.
El 50,7% de las empresas afirma tener un plan o política de sostenibilidad, con un enfoque principalmente medioambiental. De hecho, para el 25,8% de ellas, la principal motivación para el diseño y puesta marcha de dichos planes fue implementar productos y servicios que cuidaran el medioambiente.
Se observa además un su bajo nivel de internacionalización, ya que solo el 35,6% de las encuestadas ha exportado en los últimos dos años.
“Su presencia en los mercados internacionales es un importante freno al crecimiento. Algunos especialistas hablan de cierta desconexión con el mercado internacional, acotando sus operaciones a un encuadre nacional”, refiere la investigación.
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A lo que agrega que factores financieros y tecnológicos son los principales obstáculos, acompañados de burocracia administrativa y dificultades que presentan las aduanas, lo que puede frenar la expansión de cualquier negocio.
Un 64,4% aseguró que aún no ha exportado o no planea hacerlo. También un 33,2% de las organizaciones no ha iniciado los trámites de exportación por desconocimiento de los mecanismos para acceder a mercados internacionales.
Y 20,2% considera que su negocio no tiene aún productos o servicios que sean exportables.
Las preocupaciones de las Mipymes en Colombia por la reforma laboral
La nueva ley que regula las condiciones laborales de los empleados formales en Colombia fue aprobada el pasado 20 de junio con una votación mayoritaria de 59 votos a favor de la propuesta del oficialista partido de gobierno, Pacto Histórico.
La ley prevé un aumento escalonado del recargo por el trabajo dominical y festivo. Para este año, se aumentó hasta el 80%, en 2026 será del 90% y para 2027 será de 100%. Antes de la ley, el recargo por trabajar estos días era del 75% del salario ordinario.
El pago del recargo por la jornada nocturna ahora inicia a las 7:00 pm y regirá seis meses después de expedida la ley. Antes de la reforma, la jornada nocturna empezaba a las 9:00 pm. Y la jornada laboral diurna quedó establecida entre las 6:00 am hasta las 7:00 pm y la nocturna entre las 7:00 pm y las 6:00 am.
La reforma también contempló, como norma general, la contratación a término indefinido. Los contratos a término fijo ya no podrán renovarse indefinidamente y su término no puede ser superior a cinco años.
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De acuerdo con un estudio del Observatorio de la Mipyme, de Acopi, el gremio de las pequeñas y medianas empresas, la reforma laboral las golpea por dos razones principales. La primera, porque aumenta la inflexibilidad en la contratación.
“Se desconoce el principio de la estabilidad relativa reconocida. Este principio no implica un criterio de indisolubilidad del vínculo laboral ni tampoco una garantía absoluta de permanecer en el empleo, atentando además contra la libertad de empresa”, refiere el documento.
La segunda, por el aumento de los costos directos e indirectos, haciendo referencia a medidas como el aumento escalonado del recargo dominical y festivo. “Lo que tiene implicaciones directas en empleo e informalidad, lo que producirá una afectación al mercado del trabajo".
Para el Observatorio, si esta reforma busca reducir las utilidades del sector productivo, lo que se va a tener como resultado directo es un menor recaudo futuro por parte de la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas) por concepto de impuesto de renta que hoy equivale al 57,5% del total del recaudo.
Cuando se aprobó la legislación, el Gobierno de Petro y los parlamentarios del oficialista Pacto Histórico dijeron que la normatividad diciendo que restauraba las garantías laborales que los trabajadores en el país tenían en el pasado y que busca acabar con la precariedad laboral, que padecen miles de colombianos, con contrataciones temporales o con figuras como los contratos de prestación de servicios.
