Inversión en vías 5G en Colombia no despega y deja la infraestructura en niveles de hace 20 años

Su peso en el PIB cayó a la mitad, las regiones tomaron las banderas del desarrollo vial y las metas de infraestructura multimodal planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo se están incumpliendo.

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26 de noviembre, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Colombia logró avanzar en materia de infraestructura vial entre 2014 y 2020 con aun auge en la construcción de autopistas 4G. Sin embargo, después de la pandemia el impulso se perdió, no hubo nuevos avances, la etapa siguiente de desarrollo (5G) no despega y el país retrocede en el camino recorrido.

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“Ante la finalización de las obras 4G, que fueron el pilar de la infraestructura vial en la década pasada, se esperaba que las 5G tomaran el liderazgo en la inversión del sector”, dice el equipo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, la corporación financiera del Grupo Aval.

Señala que, tras alcanzar inversiones anuales superiores a COP$10 billones en 2019, en lo corrido del año hasta octubre las inversiones en este grupo de proyectos apenas suman COP$1,3 billones, en un contexto en el que 40% de las obras ya registra un avance del 100%, 30% supera el 90% y otro 10% el 80%.

Pero advierte la firma que ese enfriamiento de inversiones era previsible por la madurez de cada uno de los proyectos, el problema, dice, ha sido el lento despegar de las obras de 5G.

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La primera obra 5G (Accesos Cali y Palmira) apenas inició su fase de construcción en octubre de 2023 y, después, solamente tres proyectos adicionales entraron en construcción (Nueva Malla Vial del Valle, Troncal del Magdalena C1 y C2).

“Estos cuatro proyectos, que en conjunto tienen una inversión estimada de COP$10,7 billones, han ejecutado apenas COP$2,4 billones”, indicó Corficolombiana.

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El ritmo de inversiones

Apenas en 2025, el año con la menor ejecución de las obras 4G, la inversión de las 5G logró superar por primera vez a la de las 4G, lo que evidencia la ausencia de un relevo efectivo en el ciclo de inversión vial.

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A su vez, dos proyectos —Alo Sur y Accesos Norte II— permanecen en pre-construcción, y uno —Santuario–Caño Alegre— sigue en estructuración, retrasando aún más la consolidación de la nueva ola de concesiones.

En este contexto, la producción de carreteras y calles al tercer trimestre de 2025 se encuentra 43,8% por debajo de los niveles observados en 2019.

Según Corficolombiana, este ha sido el principal factor por el cual la construcción de obras civiles en el país aún no recupera sus niveles prepandemia. Este rubro representa cerca del 50% de la producción total de obras civiles.

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Si bien el enfoque principal es la falta de ejecución actual, el panorama tiene raíces más profundas. Colombia contó con un esquema de concesiones que permitió un salto en infraestructura durante la década pasada.

Corficolombiana explica que la Ley de Asociaciones Público-Privadas permitió “incorporar incentivos a la innovación y a la calidad, e introducir criterios de eficiencia”, acelerando la modernización vial y permitiendo la construcción de cerca de 10.000 kilómetros de carreteras principales.

20 años de retroceso

Ese modelo impulsó un crecimiento de obras civiles que entre 2012 y 2019 duplicó el ritmo de la economía.

Ese impulso se detuvo de forma abrupta: hoy la participación de las obras civiles en el PIB es la de hace 20 años y el nivel de actividad se aproxima al observado en 2013. Corficolombiana concluye que “el sector de infraestructura ha perdido el terreno ganado entre 2012 y 2019”.

Las metas del Plan Nacional de Desarrollo (PND) en materia de infraestructura multimodal también avanzan con retrasos significativos.

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El Gobierno proyectaba para 2022-2026 la construcción o mejoramiento de corredores férreos, puertos marítimos, vías fluviales y aeropuertos. Sin embargo, a octubre de 2025 el progreso promedio es solo del 47%.

Apenas los canales de acceso marítimos muestran un 100% de ejecución, mientras que en vías férreas sólo se ha adjudicado el 28,9% de lo previsto y en aeropuertos no concesionados se ha alcanzado apenas el 6,7% del avance planeado.

Ninguna obra multimodal 5G ha entrado en fase de construcción, pese a que representan un Capex de COP$15,5 billones. El Canal del Dique, Dorada–Chiriguaná y la ampliación del aeropuerto de Cartagena ya fueron adjudicados, pero no han iniciado obras.

El rezago también está impactando el programa “Caminos Comunitarios de la Paz Total”, que contemplaba la construcción de 33.000 kilómetros de vías terciarias con inversión de COP$8 billones.

Sin embargo, sólo se han desarrollado 8.600 kilómetros, equivalente a un 26% de avance. Y lo más preocupante: en 2025 se ejecutó menos de la mitad de lo alcanzado en cada uno de los dos años previos.

En paralelo, la inversión pública ha tenido su propia caída. El Instituto Nacional de Vías, Invías, con uno de los presupuestos de inversión más altos del Gobierno nacional —cerca de COP$3,7 billones—, tuvo una ejecución promedio de apenas 50% entre 2022 y 2025.

La inversión efectivamente ejecutada pasó de COP$2,4 billones anuales entre 2021 y 2023 a apenas COP$1,5 billones en 2025, una disminución de alrededor del 40%.

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A los factores administrativos se suman los macroeconómicos: el costo del financiamiento para proyectos viales pasó de un promedio de 11% entre 2015 y 2019 a 17% tras la pandemia.

Adicionalmente, en el primer trimestre de 2023 el precio del asfalto aumentó 35,7% y el del cemento 30,1%, afectando la viabilidad financiera de varios contratos.

Pero Corficolombiana advierte que el mayor obstáculo no es financiero sino institucional. Señala que “la creciente incertidumbre sobre las reglas de juego del sector” y las amenazas sobre pagos mediante vigencias futuras han debilitado la confianza.

A esto se suma la brecha en los cobros de peajes, que en muchos casos no han reflejado los ajustes contractuales, deteriorando los ingresos de los concesionarios.

Regiones recogen las banderas

Mientras la infraestructura nacional se frena, son las regiones las que sostienen el impulso. La Primera Línea del Metro de Bogotá ya alcanza 67% de avance en su construcción.

En Antioquia, el Túnel del Toyo, el más largo de Latinoamérica, registra avances significativos, después de que parte de la ejecución pasara de manos del Gobierno Nacional a la Gobernación y el Distrito ante dificultades de financiación.

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Corficolombiana advierte que aún bajo un escenario optimista, en el que las principales obras 5G comiencen construcción entre 2026 y 2027, la inversión total del sector no volvería a los niveles de la década pasada.

El momento actual, dice la firma, debe entenderse como “un llamado a reconstruir una estrategia nacional de infraestructura”.

La firma plantea que el primer paso es enviar señales claras de estabilidad contractual y preservar la distribución de riesgos pactada bajo el modelo de APP.

También recomienda optimizar los costos de los proyectos y evaluar mecanismos que permitan equilibrar mejor los flujos disponibles con los pagos por disponibilidad, tomando como referencia esquemas como el del Metro de Bogotá.

Concluye el informe de Corficolombiana que el desafío inmediato será recuperar la confianza de los inversionistas y establecer una hoja de ruta clara que permita volver a conectar los grandes proyectos de infraestructura con la competitividad y el crecimiento de Colombia.

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