Bloomberg — Los bonos colombianos están teniendo un desempeño inferior al de sus pares, ya que los inversionistas están perdiendo la fe en el ancla fiscal que estabilizó el mercado local durante más de una década.
La credibilidad de la “regla fiscal”, que tiene por objeto limitar la capacidad del gobierno para endeudarse, está en entredicho después de que la administración del presidente Gustavo Petro la incumpliera el año pasado. Esto está elevando los costos de la deuda y obligando a los inversionistas a buscar otras formas de evaluar la salud financiera del país.
La deuda colombiana ha tenido el peor rendimiento en Latinoamérica en los últimos tres meses, en gran parte debido a la baja en los mercados mundiales. Los inversores están vendiendo bonos de mercados emergentes, el crudo ha caído y se prevé una desaceleración del crecimiento por la creciente guerra comercial internacional.
Sin embargo, Petro ha aumentado la preocupación al incrementar el gasto de cara a las elecciones del próximo año y superar la regla, la cual había dado confianza a los tenedores de bonos de que Colombia mantendría el déficit bajo control, según Camilo Pérez, economista jefe del Banco de Bogotá.
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“No hay matemáticas que permitan al gobierno pretender que cumple la regla fiscal” este año, afirmó Pérez.
El déficit presupuestario se amplió hasta el 6,8% del Producto Interno Bruto el año pasado, el nivel más alto desde la pandemia, y superó el límite de la regla fiscal en más de un punto porcentual.
El Ministerio de Hacienda argumentó que había cumplido los límites, pero el escepticismo sobre los métodos contables era generalizado, ya que había excluido una serie de gastos extraordinarios. El ministerio no respondió a una solicitud de comentarios enviados por correo electrónico.
“La diferencia con los gobiernos anteriores es que la consolidación fiscal era importante”, afirmó Munir Jalil, economista jefe para la región andina en BTG Pactual. “Siempre había un plan para reducir los indicadores fiscales, y hoy ese plan no está claro”.

Dado que los límites establecidos por la regla fiscal ya no constituyen una guía útil sobre qué tanto se endeudará el gobierno, los inversores se centran más en métricas como los datos de recaudación de impuestos, según Ricardo Penfold, director general de Seaport Global.
“En última instancia, lo que interesa a los inversores es la relación entre la deuda y el PIB”, afirmó Penfold en una respuesta por escrito a varias preguntas. “Quieren ver una consolidación fiscal”.
Los bonos colombianos denominados en dólares han registrado un retorno negativo del 3,8% en los últimos tres meses, frente a una pérdida promedio del 0,13% en un índice de bonos latinoamericanos. Los inversores exigen una prima más alta para mantener bonos colombianos que para bonos de países con calificaciones más bajas, como Guatemala, Turquía, Brasil y Sudáfrica.
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Colombia vendió la semana pasada US$3.800 millones en bonos a 10 años a una tasa del 8,75%. Eso es casi un punto porcentual más que la tasa que tuvo que pagar en octubre por deuda con vencimiento similar, a pesar de que los rendimientos del Tesoro de EE.UU. apenas han variado durante ese periodo.
La prima de riesgo del país en relación con sus pares comenzó a aumentar en 2021, cuando suspendió temporalmente la regla fiscal tras la pandemia, según Luis Fernando Mejía, director del centro de estudios económicos Fedesarrollo. Pero esta tendencia se ha acelerado, añadió.
“Recientemente, este deterioro se ha profundizado, y esto se debe a que, en la práctica, no cumplimos con la regla fiscal en 2024 y es muy poco probable que la cumplamos este año”, dijo Mejía.
Perspectiva de calificación
El mercado ya ha descontado la probable incapacidad del gobierno para alcanzar su objetivo de déficit del 5,1% del PIB este año, dijo Alejandro Arreaza, economista de Barclays.
Según un sondeo este mes por Corredores Davivienda, el 77% de los encuestados consideraba muy probable que el gobierno de Petro no alcanzara la meta de la regla fiscal este año. Esto se compara con 59% en febrero.
Fitch Ratings rebajó en marzo la perspectiva de Colombia a negativa y mantuvo su calificación en BB+. Adujo el deterioro del equilibrio fiscal del país y las dudas sobre las perspectivas de medidas correctivas a corto plazo. Moody’s Ratings y S&P Global Ratings rebajaron la perspectiva a negativa el año pasado.
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“Ya no se tratará de si se cumplió o no la regla fiscal, sino de qué pasará con las cifras de la deuda”, dijo Renzo Merino, analista de calificación soberana de Moodys, en una entrevista.
La deuda de Colombia aumentó el año pasado en 6,2 puntos porcentuales al 60% del PIB.
El exministro de Hacienda Diego Guevara fue destituido inesperadamente el mes pasado tras no conseguir convencer a Petro de que recortara el gasto. Su sucesor, Germán Ávila, no ha logrado convencer a los inversores de que tomará las medidas necesarias para frenar los desequilibrios presupuestarios, según Pérez, del Banco de Bogotá.
Colombia celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias el año que viene y muchos analistas esperan que el gobierno se resista a recortar el gasto para ayudar en la elección de los aliados de Petro.
“Con las elecciones del año que viene, es difícil que se respete la regla fiscal antes de esa fecha”, afirmó Brendan McKenna, estratega de divisas de Wells Fargo en Nueva York.
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