Bloomberg — Los fiscales colombianos están investigando un contrato de Ecopetrol S.A. vinculado a la vigilancia de los propios ejecutivos de la empresa, lo que aumenta la presión sobre el presidente de la estatal, Ricardo Roa, y el dirigente del país, Gustavo Petro.
Las autoridades abrieron una investigación preliminar sobre un contrato de la petrolera que tenía como objetivo monitorear las comunicaciones entre sus principales ejecutivos y miembros de la junta directiva, informaron el martes medios locales, entre ellos El Espectador.
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El contrato, cuyo valor inicial fue de aproximadamente US$875.000 y se disparó hasta casi US$6 millones, tenía como objetivo investigar las repercusiones de las acusaciones de corrupción contra Roa en la reputación de la empresa en el extranjero. Sin embargo, el aumento en los costos generó inquietud sobre su alcance y propósito, según declaró la junta directiva de Ecopetrol en un comunicado la semana pasada.
El gobierno de Petro ya tenía dificultades para gobernar eficazmente, mientras se defendía de una serie de acusaciones de corrupción. Roa es un aliado cercano de Petro y su antiguo jefe de campaña, lo que genera preocupación de que la agitación pueda socavar aún más la confianza de inversionista en el país.
Un funcionario de prensa de Ecopetrol declinó hacer más comentarios.
Roa ya estaba bajo investigación por supuestamente haber comprado un apartamento en Bogotá a un ejecutivo petrolero por un precio muy inferior al valor de mercado. También enfrenta otras investigaciones por posibles violaciones a los límites de financiamiento de campañas y sobre si los fondos provienen de fuentes criminales. Roa ha negado cualquier irregularidad en todos los casos.
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Entre otros escándalos que sacuden al gobierno, la fiscal general anunció que su oficina presentará cargos contra el exministro de hacienda, Ricardo Bonilla, acusándolo de desviar contratos lucrativos y fondos de una agencia gubernamental de ayuda en casos de desastre a legisladores a cambio de su apoyo.
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