“La salida de Argentina y Estados Unidos de la OMS es una tragedia”: María Artunduaga

La médica colombiana y CEO de Samay dijo que las orientaciones políticas de los gobernantes no deberían influenciar en decisiones que afectan la vida de millones de personas

María Artunduaga
10 de febrero, 2025 | 05:00 AM

Bogotá — El nombre de la médica colombiana María Artunduaga no solo pasará a la historia por ser la mujer que inventó un dispositivo médico que puede predecir ataques respiratorios, sino por haber roto estereotipos durante su vida académica y profesional.

En entrevista con Bloomberg Línea habló de su trayectoria, de los objetivos de Samay, la empresa de la cual es CEO y también dio su opinión sobre la salida de Estados Unidos y de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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La salida de ambos países es una tragedia. La pandemia nos enseñó bien que que no hay manera de aislarse del mundo, las enfermedades no respetan fronteras. Cualquier cosa que hagamos que disminuya nuestra capacidad de colaborar es una pérdida”, dijo.

Sostuvo además que las orientaciones políticas de los gobernantes no deberían influenciar en decisiones tan importantes que afectan la vida de millones de personas.

Explicó que la OMS es un foro neutral donde los líderes del mundo discuten temas de salud, desde reconocer un nuevo contagio que está iniciando, una epidemia, el rastreamiento de resistencia a antibióticos para la tuberculosis, incendios forestales que no son bien controlados, “todo lo que implique traspasar fronteras. En salud pública es el ente de mayor impacto en el mundo”.

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Artunduaga, que reside actualmente en Estados Unidos, nació en Neiva, Huila, es hija de dos médicos y hermana mayor de cuatro hermanos. “Yo hablo mucho de mi mamá porque es mi modelo de rol número uno. Fue la primera cirujana en Neiva, entonces a mí me pareció que eso era lo que yo debía hacer e inicialmente sigo una trayectoria muy tradicional”.

Se graduó de la Pontificia Universidad Javeriana y luego se trasladó a Estados Unidos para seguir una formación posdoctoral, primero en el Departamento de Genética de Harvard y después en las universidades de Washington y California en Berkeley-San Francisco, donde obtuvo másteres en Salud Pública y Medicina Traslacional.

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“En Estados Unidos yo he vivido de primera mano lo que es ser discriminada, como mujer, como latina y como inmigrante. Cuando empecé cirugía plástica en la Universidad de Chicago, el primer comentario que me hicieron fue si yo era un favor que le estaban haciendo a alguien o si era una cuota minoritaria”.

Sin embargo, María se encargó de demostrar todas sus capacidades y en 2011 batió uno de sus primeros récords: se convirtió en la primera mujer de una escuela latinoamericana en pasar a un programa de cirugía plástica. Una época en la que la pasó mal porque, por ser la primera mujer, le hacían comentarios discriminatorios y sus compañeros interpretaron su ingreso como una cuota de diversidad.

“Entro al sistema de salud americano, y lo que yo empiezo a experimentar es que hay mucha inconformidad, mucha incomodidad por quien soy yo y por haber pasado a la especialidad más difícil. Me ponían a recoger radiografías mientras que a los estudiantes de medicina les daban mis casos de cirugía”, recordó.

Contó que cuando se quejó de lo que estaba pasando le confirmaron que, efectivamente, tenían un prejuicio: “me dijeron que el problema es que yo venía del tercer mundo, de un país en desarrollo, y que tenían un prejuicio con esas personas, y que nadie podía cambiar esa mentalidad, que lo que debía hacer era bajar la cabeza y aguantar”.

La invención de Sylvee

Por esa época su abuela falleció en Bogotá a causa de una crisis respiratoria por EPOC, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Lo que la hizo interesarse más por esa enfermedad. Entró a cursar su maestría y se sumergió en Silicon Valley, “allí todo el mundo hace empresas o invierte en ellas, se habla de millones de dólares invertidos en cada una de las mesas cuando vas a tomarte un café”.

Rememora que un día se preguntó qué hubiera pasado si la tecnología hubiera podido ayudar en algo a su abuela, “estoy hablando con un médico neumólogo, que empieza a hablar de que a los pacientes que les dan muchas crisis tienen aire atrapado demasiado que no puede salir... Entonces, y teniendo también como referencia la experiencia de mi esposo que ha trabajado toda su vida con el sonido, pienso ¿qué pasaría si utilizamos los sensores que están en los teléfonos y mandamos señales al tórax, al pecho, y hacemos que el pulmón resuene?... y si el pulmón tiene más aire, pues esa resonancia cambia, porque es un principio de física básica”.

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Con eso en mente desarrolló Sylvee, el primer dispositivo médico que mide en tiempo real la función pulmonar, identificando anormalidades y prediciendo la EPOC con días de anticipación. Sylvee destaca por su capacidad para detectar la EPOC y monitorizar cambios en la salud respiratoria tras el uso de medicamentos, con una precisión que oscila entre el 82% y el 99%.

Se convirtió en la CEO de su empresa, Samay, una deep tech colombiana con sede en Estados Unidos y Medellín que en octubre de 2024 fue seleccionada como la ganadora de MedTech Innovator, la mejor aceleradora médica del mundo y debido a su invento.

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La posibilidad de producir en Colombia

La compañía ya tiene seis años y el objetivo actual es convertir el dispositivo en un producto, por lo que se encuentran buscando inversionistas interesados. “Estamos considerando empezar a hacer la manufactura en Colombia, que los tableros de sensores armados se envíen desde China, y allá se termine de hacer el montaje y el ensamble, y luego eso eventualmente tenga tránsito a Estados Unidos”.

Al respecto, enfatizó que quiere ser capaz de demostrarle al mundo que en Colombia, además de que hay talento para todo, hay un producto, un dispositivo médico, que va a cambiarle la vida a 550 millones de personas en el mundo. “Que sea colombiano sería para mí uno de mis grandes logros”.

Artunduaga refirió que cuando pasen por todo el tema de regulación y obtengan la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) ya se puede lanzar en el país norteamericano. Y en Colombia la idea es también lanzarlo, mercado en el que cuando hay un dispositivo médico aprobado, inmediatamente se vuelve reembolsable, es decir, se paga por el sistema de salud.

“Entonces, queremos haber hecho eso a finales de 2027, si logro, obviamente, levantar el capital suficiente para llegar a eso”.